Otra más y ya van seis. El Córdoba B continúa en la senda de la victoria tras vencer a domicilio al Cartaya por 0-1. El conjunto entrenado por Diego Caro volvió a demostrar en tierras onubenses que, más allá de los debates sobre lo que es justo y lo que es merecido, lo que vale en el fútbol son la efectividad y los goles. Un solitario gol de Joaquín a los 10 minutos de partido fue suficiente para dar los tres puntos a los blanquiverdes en un partido igualado en el que los locales dominaron y tuvieron multitud de ocasiones para marcar.

El encuentro comenzó con la intensidad habitual que reina en los choques del filial cordobesista. Un intercambio de ocasiones en ambas áreas que se decantó rápidamente para los visitantes. Joaquín, uno de los principales artífices de la dinámica positiva de su equipo, remató de cabeza a la salida de un córner superando a Nauzet. 

Los rojinegros se repusieron tras el gol y el cuadro cordobesista pasó apuros para defender su ventaja en la primera mitad. Jaylan Hankins tuvo que intervenir seguidamente al remate de Asuero y al posterior disparo de Pepe Cárdenas desde la esquina del área. Con una defensa recompuesta por la ausencia de Manolillo en el lateral izquierdo, Diego Caro optó por meter a Tala en el costado y a Iván Martínez de central, perdiendo el recorrido que aporta el 3 en la banda. 

El arreón final antes del descanso volvería a poner contra las cuerdas al Córdoba B frente a un Cartaya volcado con el aliento de su afición. De nuevo Cárdenas y Asuero lideraron las ocasiones de su equipo ante una zaga blanquiverde que achicaba aguas dentro de su área como en una inundación.

La segunda parte bajó de ritmo a medida que aparecía el cansancio en los jugadores. El tráfico en la banda con la entrada y salida de jugadores parecía un autolavado de coches después de la calima. El carrusel de sustituciones desde que se incrementó hasta cinco por el cambio de la norma se puede hacer eterno.

Las revoluciones volvieron a subir cumplida la hora de partido cuando los locales reclamaron un penalti por mano de un jugador blanquiverde. El árbitro dejó fluir el partido y tan solo enseñó una amarilla a cada equipo en un lance entre Cerpa y Durán.

A falta de 10 minutos, Miguelito volvió a intimidar la puerta de Jaylan Hankins, obligándolo a estirarse con un centro chut. El colegiado añadió seis minutos y el Cartaya lo volvió a intentar con un disparo lejano de Lolo Contreras que se marchó por arriba. El filial resolvió bien los minutos finales escondiendo el balón en campo contrario.

Desde el pasado 12 de febrero, cuando el filial venció en la Ciudad Deportiva al Gerena (1-0), los blanquiverdes no conocen otro resultado que no sea la victoria. Seis jornadas después, los de Diego Caro se despiertan este domingo en tercera posición dos puntos por encima del Ciudad de Lucena y con 11 puntos de diferencia sobre el sexto, el Gerena.