El Córdoba B sigue intratable. Esta vez, la sexta víctima consecutiva fue un Cabecense que peleó hasta el final, pero que fue incapaz de penetrar la seria defensa de un filial que acumula tres encuentros seguidos dejando su portería a cero. Con el gol de Burgos de cabeza en la primera les bastó para sumar otros tres puntos que dejan al equipo en la tercera posición con un partido menos.

El duelo arrancó con una curiosidad de las que pocas veces se ven en el fútbol. El Cabecense, que no trajo sus indumentarias, tuvo que saltar al campo con la segunda camiseta de los blanquiverdes. Pero, pese a lucir el mismo escudo, la calidad de los cordobesistas era latente frente a la de un cuadro sevillano que salió al césped de la Ciudad Deportiva con la intención de defender con uñas y dientes e intentar sacarle el máximo rendimiento a sus oportunidades.

Los de Diego Caro eran los protagonistas del encuentro. Llegaban a campo rival con intensidad, aunque algo imprecisos en el último pase, mientras que los de Juan Carlos Menudo pretendían hacer daño al contragolpe. Un plan de partido esperado teniendo en cuenta la gran diferencia en la clasificación, el tercero hacía frente al colista. Pero en el fútbol cualquier cosa puede pasar. De hecho, con el paso de los minutos, los visitantes comenzaron a sentirse más cómodos y a rondar la portería blanquiverde. León de cabeza ejecutó el primer tiro a puerta del encuentro que atajó Hankins sin dificultad.

La ocasión la respondió al instante el Córdoba B. Ale Marín de primeras, remató con potencia un excepcional centro raso de Álex Durán desde la derecha, pero el disparo se marchó alto. La tuvieron los de Diego Caro, y desaprovechar las ocasiones puede salir caro. León volvió a avisar de cabeza, esta vez al remate desde el saque de esquina. Sin embargo, la efectividad del filial marca las diferencias en esta categoría y, en el 34', la llegada a campo rival de Ale Marín que terminó en el disparo de Juanma Bernal iba a tener una segunda jugada que acabaría con un centro al segundo palo donde Burgos cabeceó a placer el cuero al fondo de las mallas.

Era cuestión de tiempo que el marcador se moviera. Incluso pudo ampliarse cuando Iván Martínez conectó un centro lateral que exigió la parada a Iván Casas. Pero el Cabecense se encontraba bien e insistía en igualar la contienda con mucho peligro a balón parado. Mientras tanto, los blanquiverdes seguían a lo suyo y la primera mitad llegaba a su fin. El centro envenenado de Castillo tuvo que sacarlo el meta rival en apuros y con esa última ocasión, ambos equipos enfilaron camino de vestuarios.

El orden ganó la partida

Naranjo, recién ingresado en el terreno de juego, remató en el corazón del área el centro de Castillo e Iván Casas, con una gran estirada, evitó que los locales se pusieran con dos goles de ventaja al inicio de la segunda mitad. Y es que, el Córdoba B estaba muy cómodo y bien posicionado sobre el verde.

El Cabecense se desesperaba porque no lograba asustar a los de Diego Caro, que con orden y verticalidad eran los dominadores del partido. Sin embargo, el movimiento en los banquillos y un conjunto de Las Cabezas de San Juan más insistente empezaban a equilibrar el juego. El rojinegro Manu se atrevió desde lejos y rozó la meta cordobesa. Había peligro.

Por eso la tensión era máxima, pero los minutos transcurrían a su fin. Una maniobra genial de Justo, que debutaba con el filial, estuvo cerca de dar por cerrado el resultado en los seis minutos de descuento que determinó el colegiado. El último intento del portero Iván Casas por marcar se quedó en nada y el pitido final dejó una victoria por la mínima para un Córdoba B que acumula seis victorias seguidas.