Fútbol Sala | Copa del Rey

El Córdoba Futsal se despide cruelmente de la Copa del Rey tras perder ante el Manzanares

Pulinho, enrabietado, ante la celebración de los jugadores del Manzanares.

Pulinho, enrabietado, ante la celebración de los jugadores del Manzanares. / Juan Ayala

El Córdoba Patrimonio de la Humanidad se despidió de la Copa del Rey en octavos. Su sueño copero se disipó una vez más, esta vez con mucha crueldad. Y es que Vista Alegre fue testigo de la remontada de un Manzanares que dejó helado a los blanquiverdes con un tanto en los últimos minutos. Aunque los cordobesistas merecieron más, la efectividad visitante se impuso y devolvió a la realidad a los Josan González, que ya solo piensan en la liga.

Era un partido a vida muerte. Pasar a los cuartos de final de la Copa del Rey estaba en juego, de ahí que la intensidad en ambos equipos se palpara desde el inicio. Un inspirado Josema fue el primero en probar suerte con un disparo escorado que detuvo Antonio Navarro bajo palos. Un primer aviso al que respondió Daniel para los manchegos con un tiro ante el que tuvo que actuar con nervios de acero Víctor. Apenas había arrancado el choque y los ataques peligrosos se rifaban sobre el parqué de Vista Alegre.

Kaue con un movimiento de puro pívot dejó pistas de su calidad, aunque la oportunidad se marchó desviada. Al instante, fruto del alto ritmo con el que ambos equipos se presentaron, Cortés se marchó al contragolpe y, solo ante Víctor, por centímetros no encendió las alarmas. Entre tanta igualdad, parecía que el Manzanares llegaba con más precisión a la portería rival. Los blanquiverdes, al contrario, maduraban más las jugadas. Una estrategia que pronto les dio mejor resultado.

De un momento a otro, la tensión se alivió gracias al imponente estallido de efectividad de los locales. En el 7', Víctor avanzó con el esférico en sus pies hacia el medio del campo y, como de costumbre, buscó el disparo. En esa jugada que partió de la nada, apareció Pulinho para reconducir en el corazón del área visitante e inaugurar el marcador con un sutil toque de tacón tras el tiro del meta cordobés.

El gol no vino solo, pues segundos tardó Antoniazzi en sorprender a la zaga visitante, que perdió el saque inicial y se vino abajo ante la velocidad del brasileño, su habilidad para dejar sentado al meta con un perspicaz regate y su destreza para definir con templanza y hacer rugir a una grada que ni siquiera había tomado asiento tras el primer gol. El 2-0 mandaba en el electrónico y el Manzanares no podía permitirlo, de ahí que apretara con furia.

Antoniazzi celebra su gol junto a Josema. Antoniazzi celebra su gol junto a Josema.

Antoniazzi celebra su gol junto a Josema. / Juan Ayala

La resistencia de los de Josan González en tareas defensivas imperó mientras que la primera mitad agonizaba. El susto lo dio Galle, que erró solo ante Víctor y pudo meter a los suyos de lleno en el partido. Luego Muhammad apareció para responder a las mil maravillas: el tailandés se dio la vuelta y su punterazo estuvo muy cerca del gol. Sin embargo, el dominio antes del descanso lo tuvo el cuadro manchego y eso le dio, al menos, para recortar distancias en el marcador antes del descanso después de que Javi Alonso empujara en el segundo palo la asistencia de un atento Raúl Campos. El pívot internacional incluso pudo empatar, pero el larguero se lo impidió.

No había nada decidido todavía en Vista Alegre y eso fue evidente por el frenético arranque del segundo acto. En apenas segundos, el trallazo de Víctor se paseó por la línea de gol y el rechace se lo sacó bajo palos la zaga del Manzanares a Lucas Perin. El partido estaba loco, repleto de constantes idas y venidas, aunque era el cuadro visitante quien insistía más contra la meta rival. Tanto va el cántaro a la fuente que en el 26', Cortés empujó al fondo de la red el rechace de Víctor tras su espectacular atajada a bocajarro a Antoñito.

Tocaba empezar de cero

Otra vez empatados, la intensidad se niveló y el Córdoba Futsal se hizo con el dominio del esférico. Los blanquiverdes de nuevo pusieron su foco más ambicioso en la portería manchega y Zequi no tardó en exigirle la estirada a Navarro. Los de Josan González estaba ahí, pero el palo le negó el gol a un Pulinho que cabeceó completamente solo la jugada de estrategia creada entre Perin y Josema.

El Manzanares volvió a empujar con coraje y Cortés la tuvo en sus botas, pero se topó con un seguro Víctor. Hasta Antonio Navarro le exigió la parada al meta cordobés. De portero a portero. Así se alcanzó el minuto 35 de juego. Podía pasar cualquier cosa en un tramo final que tuvo de todo, sobre todo aceleración y mucho sacrificio. Entre tanto desorden, la pérdida de Lucas Perin en campo contrario le costó caro a los suyos: los de Alonso robaron, se lanzaron al contragolpe y Antoñito, tras un gran recorte, definió con calidad y puso el 2-3.

Lucas Perin intenta marcharse de un rival. Lucas Perin intenta marcharse de un rival.

Lucas Perin intenta marcharse de un rival. / Juan Ayala

Un cruel golpe anímico que no frenó a los cordobesistas. Muhammad se vistió de portero para atacar con cinco. A por todas. El Córdoba Futsal circulaba la bola de lado a lado en busca de ese hueco en la zaga visitante que le iluminase el camino hacia los cuartos de la Copa del Rey. El tiempo se agotaba y se disipaban las opciones de al menos sacar un empate.

Sin embargo, y a pesar de la desesperación de la grada de Vista Alegre, la garra de los blanquiverdes les permitió no perder la esperanza y ese hueco acabó apareciendo a falta de cuatro segundos para el pitido final. Se hizo el silencio cuando el balón le cayó en los pies a Muhammad, quien no logró rematar a portería y su sutil toque se quedó en nada. Una traicionera ocasión con la que el Córdoba Patrimonio acabó con su sueño copero un año más.

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