Consuelo de poco lustre

España se consoló con el tercer puesto en la Copa Confederaciones al derrotar a Suráfrica por 3-2, en un partido frenético en su recta final que se decidió en la prórroga. Los anfitriones se adelantaron en el minuto 73 por medio de Mphela, que aprovechó la pasividad de la zaga española. El conjunto de Vicente del Bosque le dio la vuelta al marcador en apenas un minuto, entre el 88' y el 89', con un doblete de Dani Güiza antes de que Mphela, de falta lejana, se empeñase en poner emoción hasta el final. La lógica la puso en el 107' Xabi Alonso.

España afrontaba el partido con el desánimo propio de quien había llegado a Suráfrica como gran favorito al título, pero también con la obligación de ofrecer una imagen que disipara las dudas generadas en su derrota de semifinales ante Estados Unidos (2-0). El primero de los factores pareció el de mayor peso en la primera mitad.

Vicente del Bosque hizo menos cambios de los esperados en el once inicial, y Fernando Torres y Villa ocuparon las posiciones de ataque. Sin embargo, España fue incapaz durante los primeros 45 minutos de hilar con finura el juego combinativo que le llevó al título europeo y al primer lugar del ránking FIFA. Dos incursiones del punta asturiano y Riera, cuyos disparos se fueron rozando el poste, fueron todo el bagaje ofensivo de la selección, que mantenía el balón, pero de manera estática y sin profundidad.

Suráfrica, que ha crecido en su juego durante el torneo, dispuso en realidad de las opciones más claras del primer tiempo, en el que Casillas tuvo que trabajar casi más que en todo el campeonato. Mientras, España buscó más movilidad en el segundo periodo. El marcador podría haberse inclinado ya en su favor en el minuto 47, pero el tanto de Sergio Busquets, tras el rechace del meta Khune a un remate de Villa, fue anulado por fuera de juego. Era el primer aviso español.

Del Bosque retiró a los delanteros titulares para dar entrada a Güiza y Silva, que dieron inmediatamente más movilidad a la vanguardia. No tardaron en llegar las ocasiones. Riera tuvo el 1-0 en sus botas tras una gran pared con el jerezano, que se la devolvió con el pecho, pero Khune reaccionó con muchos reflejos y detuvo su disparo. El portero repitió después con un lanzamiento lejano de Cazorla.

Eran momentos de claridad en España, pero resultaron un espejismo. En una gran acción combinativa de lo surafricanos, Mphela, que apenas unos minutos antes había salido en sustitución de Pienaar, recibió un balón desde la izquierda de Tshabalala en medio de los centrales españoles y fusiló a Casillas en el área chica: 0-1. Faltaban 20 minutos y la ansiedad se apoderó de nuevo de España, que tras 15 victorias seguidas y 35 partidos sin perder estaba a punto de encajar su segunda derrota en cuatro días.

Del Bosque dio entrada a Fernando Llorente para buscar los balones colgados al área. Pero fue Güiza quien vivió un minuto mágico. Primero con un remate a la media vuelta que se coló pegado al poste. Luego, con un centro cerrado que se envenenó y sorprendió incluso al portero, convirtiéndose en el 2-1. Sólo quedaba el descuento, pero cuando el público abandonaba las gradas llegó el torpedo de Mphela, un lanzamiento de falta desde 35 metros que se coló como un obús en la meta de Casillas.

Habría prórroga, y el ariete surafricano estaba dispuesto a demostrarle a Joel Santana que él es el hombre que debe ocupar la punta de ataque. Tuvo el tercero en sus botas, pero Casillas le ganó el mano a mano. El portero repitió en un fuerte disparo de Parker.

El partido estaba roto y el gol podía llegar en cualquier lado. Pero fue Xabi Alonso, nada más iniciarse la segunda mitad, quien rompió la igualdad gracias a una falta escorada que botó sin que llegase ningún rematador y el balón se alojó en las mallas. Ya no habría espacio a las sorpresas. España se quedó con el premio de consolación.