Colombia gana en el Japón-Grecia

Colombia, con la victoria ante Costa de Marfil (2-1), volvió a clasificarse para octavos de un Mundial, un logro que sólo obtuvo en Italia 1990 y que repitió en una jornada en la que Japón y Grecia empataron sin goles para mantener intactas las opciones clasificatorias de las otras tres selecciones.

El equipo de José Pékerman ha hecho historia. Generaciones de grandes jugadores como Valderrama, Asprilla, René Higuita y muchos completaron actuaciones discretas en las grandes citas mundialistas. Sin hacer mucho ruido, pero con paso firme, los hombres del técnico argentino tienen muy buenos mimbres para superar aquellos octavos de final de 1990. Esa meta está a punto de cumplirse por la demostración de sobriedad que mostró tras ganar su segundo partido seguido. Después de vencer a Grecia por 3-0, Costa de Marfil, también victoriosa en su primer envite contra Japón (2-1), era una dura prueba para comprobar el verdadero potencial de los cafeteros, pero salieron de ella con buena nota.

James Rodríguez fue el encargado de abrir el marcador, en el minuto 64, tras rematar de cabeza un córner sacado por Cuadrado. El 1-0 no bastó a los hombres de Pékerman, que poco después, por medio de Quintero, hizo el segundo de Colombia. Gervinho creó incertidumbre con su tanto para Costa de Marfil, pero el cuadro sudamericano aguantó hasta el final el marcador. Éste no se movió en el duelo que disputó Grecia, que aguantó la avalancha japonesa. Sobre todo en el segundo tiempo, en el que los nipones asediaron la portería de Karnezis.

Pero ahí se mantiene Grecia, con sus opciones intactas. Sólo ha marcado dos goles en todos sus partidos mundialistas, que ascienden a ocho, pero con su pobre juego aún puede disputar los octavos con una victoria frente a Costa de Marfil y mirando de reojo los goles de Japón, que también debe ganar a Colombia. Uchida tuvo las dos mejores oportunidades, pero se fueron al limbo y podrían lamentarlo en una última jornada eléctrica en la que sólo Colombia tendrá los deberes hechos. Unos deberes históricos.