El Córdoba ha hecho las paces con el gol, pero se ha resfriado en la retaguardia. Como en la teoría de la manta, parece que se ha tapado la cabeza pero ha descuidado los pies.

Los números hablan por sí solos. En las últimas tres jornadas, los futbolistas de blanco y verde han marcado seis goles (dos de media por choque), cuando en las ocho anteriores habían logrado cinco (0'62 de media). Hasta esa fecha, el caudal ofensivo del equipo era escaso pero efectivo. La rentabilidad de los tantos marcados era altísima, sólo superada por el entonces -y ahora- líder Salamanca. El Córdoba, de hecho, deambulaba de forma relativamente plácida por la zona media de la clasificación.

Aunque no lo parezca, desde entonces sólo han pasado 15 días. En Huesca, el equipo no ofreció su mejor cara, ni arriba ni abajo, y cayó sin remisión. Sin embargo, el sábado en El Arcángel los delanteros estuvieron mejor que nunca. La conexión entre Asen y Gastón Casas, luego reforzada con Javi Flores y Yordi, fue lo mejor de una derrota (3-4) que deja al equipo a un solitario punto de la zona de descenso. Lo único bueno, casi.

Marcaron, además, los tres de la vanguardia. Asen, autor del segundo, explicaba después del duelo que "perder en casa ya te deja malas sensaciones de por sí, y encima cuando gran parte del trabajo lo haces bien... Creo que hemos hecho cosas de sobra para ganar el partido. Hemos fallado en pequeñas cositas, pero ellos no han merecido la victoria ni mucho menos". Esas pequeñas cositas fueron letales.

Pero el avanzado madrileño tampoco quiso culpabilizar a una parcela concreta del equipo: "Hemos hecho cosas muy buenas en ataque, y defensivamente hemos estado bien, salvo los goles. No recuerdo más oportunidades de ellos". Tampoco optó por regodearse por su buena labor (dos de los tres goles tuvieron directa participación suya): "La actuación personal ha estado bien, pero si no te sirve de nada...".

Una visión parecida ofreció otro de los anotadores del sábado. Yordi reconoció que, aunque "el equipo trabaja a tope", hay veces que "se cometen errores atrás y otros en los que se cometen adelante. Estamos teniendo mala suerte en momentos puntuales".

Además, insistió el gaditano en que "el equipo ha hecho hoy -por el sábado- todo para ganar y no se merecía perder, pero la mayor parte del tiempo hemos estado a contracorriente. Cada vez que teníamos opciones de adelantarnos en el marcador nos han dado un mazazo. Con el penalti a Gastón se le hubiese cambiado la cara al partido. Incluso con uno menos lo hemos intentado, y no pudo ser".

En todo caso, el artillero resumió que "es una pena que marcando tres no nos llevemos ni siquiera un empate. Ellos tuvieron más espacios durante la segunda parte y lo aprovecharon".

Viendo lo que está atravesando el Córdoba en los dos últimos duelos, la pregunta es si, definitivamente, le conviene que los partidos se decidan por la mínima. En una especie de guerra de guerrillas. Si, en una batalla abierta, el equipo de José recibirá siempre más palos de los que pueda dar. Yordi no piensa así: "Lo que nos está perjudicando es que estamos acabando los partidos con uno menos, y por eso los encuentros se abren".

En cualquier caso, reconocido por los propios profesionales y avalado por sus rostros después del encuentro, la semana que comienza hoy va a ser muy dura.

El vestuario está "muy fastidiado" (Asen dixit) porque "llevamos dos derrotas, y más ésta en casa, que con cuatro goles duele bastante. Hay que asimilarlo".

Tienen otros cinco días -el Córdoba volverá a actuar ante el Alicante en jornada adelantada y con toda Andalucía de testigo una vez más- para cambiar el guión. Para que los goles, de llegar, sirvan para algo más que para engrosar las estadísticas. Para que, también, se vuelva a la senda del cero en la portería propia. Será mejor así.