El Castellón está al borde del descenso

El Castellón y el Gimnàstic protagonizaron un soporífero partido en el que ninguno de los dos fue capaz de perforar la meta rival, lo que hace que el colista dé un nuevo paso hacia la Segunda División B y los tarraconenses se acerquen todavía más a la salvación.

El campo condicionó el partido en Castalia. La lluvia que cayó con fuerza en las horas previas al encuentro dejó una gran cantidad de agua en el césped, lo que impidió que se pudiera jugar con tranquilidad el balón, a la vez que dificultaba a los jugadores el simple hecho de mantener la verticalidad.

El Nàstic salió con más fuerza y el Castellón se animó en el tramo final de una primera mitad presidida por los resbalones. La ocasión más clara del encuentro la propició David Silva: el portugués recortó en la frontal del área y disparó con la pierna derecha en un lanzamiento que buscaba la escuadra, pero Rubén Pérez se lució y evitó el gol albinegro.

Durante los segundos 45 minutos, el farolillo rojo protagonizó un quiero y no puedo y el Nàstic dio por buenas las tablas.