"Desde Cádiz quieren recurrir con cuatro recortes de prensa"

T. C. / Córdoba

13 de agosto 2010 - 05:02

"El partido amistoso que el Córdoba CF iba a disputar con el Cádiz CF queda suspendido debido a los continuos intentos de dañar a la entidad cordobesista que está llevando a cabo el club gaditano". Lo superfluo de ese comunicado con el que el Córdoba ponía punto y final en su página web oficial al pequeño culebrón que ha supuesto la finalmente frustrada concertación de un amistoso con el Cádiz ha destapado la tensión existente entre los presidentes de ambas entidades.

A José Miguel Salinas no le ha sentado nada bien que Antonio Muñoz y los suyos hayan sido los impulsores de que la Federación husmee en las implicaciones deportivas del Caso Brugal. Detrás, por supuesto, no se esconde un altruista interés por la justicia, sino el deseo de la escuadra amarilla de recuperar la categoría bien por la defenestración del Hércules, bien por la rebaja de seis puntos estipulada en el que caso de que el Córdoba pringara en el asunto.

En cualquier caso, la enemistad institucional entre Córdoba y Cádiz viene desde hace dos temporadas. Después de aquel taquicárdico final de liga vivido entre San Sebastián y Alicante, Antonio Muñoz presentó un recurso a la alineación planteada por el Hércules. Concretamente por la actuación de Kiko Femenía. El asunto, después de muchísimos dimes y diretes y de manifestaciones y amenazas de diversa índole quedó en nada y el Cádiz subió al final de esa 2008-09 en buena lid a Segunda. La campaña pasada fueron una vez más relegados en el campo, pero Muñoz (cordobés de Doña Mencía, según su DNI) se resiste a rendirse ante la realidad de lo deportivo. De momento, lo único que se ha ganado es que en El Arcángel no le quieran hacer precisamente una estatua en su honor.

José Miguel Salinas, presidente del Córdoba, exponía sin ambages su molestar con el conjunto de la Tacita después de su reunión en Madrid: "Le tenemos una especial simpatía a la afición cadista, pero es el tercer año seguido. Ya recurrió hace tres años la alineación indebida del Hércules y ahora se agarra a cuatro recortes del periódico para presentar un recurso en el que quiere otra vez cambiar los resultados deportivos".

"La afición del Cádiz es de Primera -añade el mandatario-, el club debería estar en Segunda, pero su directiva y sus asesores son de Segunda B". Por todo, "estamos muy dolidos y por eso hemos suspendido el partido, porque siempre están con la misma historia y más cuando el mismo recorte de la prensa exculpa al Córdoba. Me parece una deslealtad excesiva". Termina su discurso con un "lo tomaremos en cuenta" que suena a aquello de "arrieritos somos...".

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