Bican, el gran goleador olvidado
La Federación Internacional de Historia y Estadística considera al austriaco como el mayor realizador europeo en Primera División Pese a sus gestas, su nombre es ajeno para la mayoría


Ni Ferenc Puskas, ni Gerd Müller, ni Eusebio. El mayor goleador europeo de la Historia es Josef Bican (1913-2001), un delantero austriaco de raíces checas tan efectivo como olvidado por la mayoría de los aficionados.
La Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) lo considera, con 518 goles certificados (en 341 partidos, más de un gol y medio por encuentro), el máximo goleador europeo en Primera División, por delante del húngaro Puskas. Bican sólo es superado por Pelé, que anotó 541, aunque necesitó 560 partido.
El delantero debutó con 17 años con el Rapid en 1931 y lo celebró con un hat trick contra el gran rival vienés, el Austria de Viena, que perdió 3-5. Tras el Rapid, Bican pasó al Admira y desde 1937 jugó para el Slavia de Praga, en el que se retiró en 1955, cuando el club checo ya había sido rebautizado como Dinamo bajo el régimen comunista.
Bican era, con el mítico centrocampista Mattias Sindelar -llamado el Mozart del fútbol-, la gran figura de la selección austríaca de los años 1930, una de las mejores del mundo entonces, conocida como el "equipo de ensueño" por su fútbol de pase corto y caracoleo.
Estos dos genios del fútbol incluso pudieron disputar la final del primer Mundial en suelo europeo si no se hubieran cruzado en 1934 en semifinales con el anfitrión, la Italia fascista, a la que ya había batido por 2-4 en Turín hacía pocos meses. Los austríacos perdieron por 1-0 un partido salpicado de irregularidades y con un gol tras una falta del centrocampista Giuseppe Meazza al meta austríaco, según denunciaron los visitantes. Después se supo que el árbitro del encuentro había cenado la noche anterior con el dictador italiano Benito Mussolini.
Tras la anexión de Austria por el Tercer Reich en 1938, Bican se negó a jugar con la Alemania nazi y solicitó la nacionalidad checoslovaca. En noviembre de 1939, ya en plena II Guerra Mundial, un hat trick suyo evitó la victoria nazi en un 4-4 entre Alemania y la selección del denominado Protectorado de Bohemia y Moravia. "Bican era bilingüe y se educó en dos culturas, no podía compartir los principios ideológicos del nazismo", explicó Roman Horak, historiador de la Universidad de Viena.
La única vez que jugó contra España, en un amistoso en enero de 1936 en el antiguo Estadio Metropolitano de Madrid, Bican se apuntó otros tres goles en la victoria de Austria por 4-5.
Tras la II Guerra Mundial rechazó una oferta de la Juventus de Turín porque creía que Italia iba a caer bajo un régimen comunista y decidió quedarse en Checoslovaquia. Pero cayó en desgracia tras la llegada al poder precisamente de los comunistas checos en 1948.
El régimen comunista lo calificó de "ídolo burgués" y trató de restarle popularidad, aunque la afición siempre le fue fiel.
Con 40 años de edad logró 57 goles en la temporada de 1953/54 en todas las competiciones, nacionales e internacionales, y se retiró un año después festejado como un héroe. Uno se pregunta: ¿cómo es posible que un jugador con esos números no sea más conocido?
"La auténtica eclosión mediática internacional del fútbol se produjo con la Copa de Europa a finales de los años 1950. Ahí se conocieron a figuras como Puskas y Di Stefano. Bican es de una época anterior", explica Horak.
Después de colgar las botas, el ídolo austro-checo tuvo que trabajar como obrero, conductor de autobuses e incluso alimentó a las fieras del zoo de Praga.
Al final de su vida se mostró crítico con la mercantilización del fútbol y los sueldos de jugadores mediocres. Creía que el juego que tanto amó se había desvirtuado. "Bican era una persona tímida y siempre tuvo fama de ser un caballero", lo describe Horak.
El Slavia de Praga planea ofrecerle un homenaje por el centenario de su nacimiento en la segunda mitad de este año, aunque todavía no ha concretado una fecha.
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