Berges critica las "exigencias desmedidas"

Córdoba CF

El técnico apunta a un nivel de presión "terrible y tremendo" que se ha generado alrededor del equipo "desde el primer momento".

José Carlos León / Córdoba

21 de septiembre 2012 - 08:13

Serio, con la mirada gacha, consciente de la enorme responsabilidad que se cierne sobre él. Con ese semblante, levantando apenas la vista del micrófono, Rafael Berges tomó ayer el mando del presente y del futuro inmediato del CCF, "porque yo soy el que tiene que dar la cara y el que está al frente del barco", aunque también reconoció que el nivel del exigencia que rodea al equipo es "tremendo y terrible".

El técnico afronta su primera semana clave, tras dos derrotas y un titubeante inicio (cinco puntos sobre 15 posibles) que ha dejado al Córdoba decimosexto. Berges quiere que sus jugadores se abstraigan de un ambiente algo enrarecido para que "estén tranquilos, por lo menos ellos, que crean en las cosas que estamos haciendo y podamos continuar hacia adelante". Sin embargo, el entrenador cordobesista quiso poner los pies en pared y poner serenidad "en unas exigencias que, desde mi punto de vista, han sido desmesuradas desde el primer día".

Berges no tuvo dudas y señaló que el equipo se encuentra "en los momentos en que hay que tirar para adelante con todas las consecuencias, ser valientes, ser competitivos incluso más si cabe". Palabras gruesas, quizás demasiado cuando apenas se llevan cinco jornadas de Liga, pero en El Arcángel las urgencias suelen adelantar los plazos. "Es la situación en la que estamos. Es la que se ha generado", indicó el entrenador, porque aunque asume que "tenemos un margen importante de mejora", también quiso destacar que "aquí desde el primer día ha habido un nivel de exigencia tremenda y terrible, desde el principio. Es algo que nosotros asumimos y yo soy consciente del desgaste que eso conlleva".

Ante ese panorama, y consciente de que las dudas sobre su figura empiezan a extenderse entre algunos sectores del cordobesismo, Berges ha decidido tomar el mando y ejercer de parapeto para que sus jugadores "estén tranquilos, porque el máximo responsable soy yo. Sabemos que es un inicio no soñado, que tenemos que mejorar y apretar más. Lo sabemos todo y en eso estamos. Por eso el que da la cara soy yo, que ellos estén apartados de esa situación". Y es que Berges ha tardado poco más de un mes en enfrentarse con un panorama que ya esperaba desde su llegada al banquillo. Apenas han hecho falta un par de malos resultados para que se le recuerden esas exigencias "desmedidas". "Sabía que iba a ser así y es una situación que asumo. Espero que la gente esté tranquila y que el sábado salgamos al campo a ser nosotros mismos desde el minuto uno, a sudar la camiseta y a ser muy competitivos", incidió el técnico, consciente tal vez de la importancia que en su futuro puede tener el duelo ante el Girona.

Pese a todo, el entrenador blanquiverde no espera un ambiente enrarecido mañana en el estadio, "porque al final la gente está con su equipo y quiere disfrutar con él, ya está". Berges instó a la afición a "respetar los tiempos, donde estamos y las exigencias de este club", porque a pesar de las "prisas" que rodean al CCF, "los jugadores deben estar tranquilos para desarrollar su fútbol".

"Éste es un club exigente, demasiado desde mi punto de vista. Hay que pararse a analizar las comparaciones con el año pasado, pero no es el mismo equipo, porque cuando comparas un año con otro debe ser con las mismas cara", abundó, "porque si no las comparaciones son difíciles de interpretar".

En todo caso, "asumimos esta situación", pero volvió a apelar a la tranquilidad "para a partir de ahí intentar que las cosas salgan bien, tener más fortuna en la finalización, tener más ritmo de juego y, sobre todo, ser más competitivos de lo que estamos siendo. Estoy convencido de que el equipo lo va a conseguir, teniendo en cuenta que tenemos enfrente un rival difícil, que viene de ganar 5-0 y que está haciendo las cosas bien".

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