Bebé, del fútbol callejero a la élite mundial

La sala de prensa de El Arcángel acogerá hoy a las 13:00 la presentación del delantero portugués

Bebé celebra un tanto con el Manchester United.
A. G. · Efe Córdoba

10 de enero 2015 - 05:02

Ya es uno más del Córdoba. El club oficializó ayer la cesión de Bebé y éste será presentado hoy en la sala de prensa de El Arcángel a partir de las 13:00 tras su segunda sesión con los blanquiverdes a las órdenes de Miroslav Djukic. Criado en la pobreza de un suburbio lisboeta, el jugador luso vivió un cuento de hadas cuando el Manchester United le fichó en el 2010 a cambio de nueve millones sin ni quiera haber debutado en Primera. Después de varios vaivenes desde entonces, ahora busca relanzar su carrera en el CCF.

"Es un chico muy tranquilo, siempre dispuesto a ayudar socialmente. En el vestuario nunca dio un problema", empezó por relatar a Efe una fuente del Paços de Ferreira, club de la primera lusa en el que Bebé dio lo mejor de su fútbol en el 2013-2014, al anotar 13 tantos en 39 encuentros.

Ése fue uno de los puntos álgidos de este técnico y potente jugador (1,90 metros), pues se llegó a especular con su llamada al Mundial de Brasil a las órdenes del combinado entonces dirigido por Paulo Bento. Antes de representar a entidades grandes como el United o el Benfica -club que le ha cedido hasta junio al Córdoba-, Tiago Manuel Dias Correia, Bebé, tuvo un camino de espinas.

Nacido hace 24 años en Cacém, un conflictivo barrio al noroeste de Lisboa, el jugador de origen caboverdiana fue criado por su abuela, pero las dificultades eran tantas que tuvo que internarse en un centro de familias desestructuradas de Lisboa. En un ambiente proclive a caer en otros problemas como la droga o la delincuencia, Bebé encontró en el fútbol su boya de salvación al iniciarse en el balompié en el modesto Loures, un club de barrio al norte de Lisboa. En el 2009, participó en el festival juvenil europeo de fútbol-calle, torneo ideado para jóvenes sin abrigo o muy carentes económicamente. Del Loures, el delantero de potente zancada fichó en el 2008 por el ya extinto Estrela de Amadora, un histórico del fútbol portugués en horas bajas.

El Vitória de Guimaraes se fijó en él y le contrató en el 2010, cuando vivió lo más parecido a un cuento de hadas con final feliz. Sin haber debutado en Primera, al United le bastó le bastó el ojo del portugués Carlos Queiroz, ex asistente de Alex Ferguson, para desembolsar 9 millones por el futbolista de entonces 20 años. Ayudó también en el negocio la intervención del poderoso Jorge Mendes, que se convirtió en el agente de Bebé.

Bebé, que puede jugar como extremo o segundo punta, llegó a Manchester sin que Sir Alex le hubiese visto jugar, hecho insólito en la carrera del prestigioso entrenador. La situación financiera del futbolista dio un lógico vuelco y pasó de ser mileurista, a ganar unos 100.000 euros mensuales (o 1,2 millones de euros anuales). "Aunque haya mudado radicalmente (su situación financiera), nunca dio grandes señales de opulencia, al contrario de otros, el dinero no le cambió tanto", reconoció la misma fuente del Paços. Por el montante desembolsado, Bebé estuvo en el United bajo enorme presión, también por las comparaciones con su compatriota Cristiano Ronaldo, que triunfó en el club inglés después de llegar como un semidesconocido. En la 2010-2011, solo sumó siete partidos, en los que anotó dos tantos, uno de ellos en la Liga de Campeones ante el Bursaspor turco, el 2 de noviembre del 2010. La siguiente temporada fue cedido al Besiktas turco, club vivero de muchos jugadores de la cartera de Jorge Mendes. Tampoco le fue bien y, golpeado por alguna lesión, solo alineó en cuarto encuentros.

En el 2012, regresó a Inglaterra, pero rápidamente le cedieron al Rio Ave, un pequeño club luso también con excelentes relaciones con Mendes. Jugó 18 partidos y anotó dos goles. En la 2012-2013, firmó su temporada de sueño con el Paços de Ferreira, al que, con sus 11 goles en Liga, salvó por los pelos del descenso a segunda.

Jorge Jesus, el técnico del Benfica con fama de pulir "diamantes en bruto" (David Luiz, Ángel Di María y Matic, entre otros), pidió su fichaje. El coloso portugués se comprometió a pagar en julio del 2014 cerca de 3 millones al United por el futbolista, ya internacional en las categorías inferiores de Portugal. Pero el exigente Jesus no logró de él lo que esperaba, sobre todo en el aspecto táctico. Eso sí, le cambió el nombre de Bebé a Tiago. "¿Cómo se puede llamar bebé a un tipo que mide 1,90 metros?", se interrogó el técnico, en tono socarrón. Cerrado por los brasileños Anderson Talisca y Rodrigo Lima, Bebé apenas estuvo en seis encuentros con el Benfica, con esporádicas presencias en Liga de Campeones.

Ahora en el Córdoba busca su particular final feliz y responder a los que le llegaron a considerar como una de las peores contrataciones de la historia del United.

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