Atrapado por el óvalo
Campeón de España cadete con la selección andaluza, el jugador del Ociosur ya piensa en cotas mayores
"En el rugby he encontrado el deporte que llevaba tiempo buscando". Así de claro lo ve Javier de Juan, el jugador del Ociosur Córdoba que hace apenas un par de semanas se proclamó campeón de España cadete formando parte de la selección andaluza. Atrapado por la magia de un deporte de villanos jugado por caballeros, Javier ha encontrado su sitio, un presente y también un futuro.
Y eso que sus principios estuvieron lejos del césped. Su primer deporte fue el balonmano como jugador de La Salle, "porque siempre he sido un jugador de contacto y mucho genio". Allí aprendió conceptos que luego "he aprovechado al máximo, como aprender a chocar y utilizar las piernas para fintar".
Ahora utiliza esas armas en el rugby, un deporte que ya practicó su padre y que se le inoculó como un veneno a través de Miguel Acasuso. Él le puso en contacto con los miembros del CR Córdoba, al que llegó en edad cadete, "pero como no había equipo me tiré un año entero entrenando solo con los juveniles hasta que esta temporada empecé a jugar". Y aunque sigue siendo cadete, ya es una de las piezas clave del juvenil cordobés. Todavía recuerda su primer partido oficial ante la UMA, "porque jugué con muchas ganas, siempre a por todas".
Ahí comenzó una meteórica carrera que ya le ha hecho ganarse el respeto de compañeros y rivales, además de un puesto privilegiado en los planes de los técnicos de la selección andaluza. "Juego de ocho, en la tercera línea", señala Javier, "una de las posiciones más importantes, porque es el encargado de cubrir la pelota en la melé", lo que le ha permitido lograr este curso seis ensayos.
Sus actuaciones le llevaron a ser convocado por el combinado andaluz que logró el título nacional en Málaga. "Tuve la ventaja de que también me enseñaron a jugar en segunda línea. Sabía qué hacer y además, al estar más en contacto con el balón, pude lucir más", recuerda de una de las mayores experiencias de su aún joven pero prometedora carrera.
Porque Javier no puede esconder la pasión con la que habla de su deporte, y no duda en reconocer que el rugby "me ha enganchado". "Es un juego de contacto, pero también de agilidad y táctica. Tienes que utilizar la inteligencia con poco tiempo para reaccionar", apunta un jugador que ya tiene el deseo de ser convocado por la selección española.
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