En tiempo de guerra, cuando la conquista de una ciudad se antoja inminente e inevitable, las autoridades civiles y militares pueden intentar minimizar los daños recibidos mediante la declaración de ciudad abierta. Una rendición que, en la mayoría de los casos, evita ataques inútiles contra la población civil y contra el patrimonio histórico y artístico del lugar, a cambio de aceptar el sometimiento frente al invasor. Si trasladamos ese símil bélico al mundo del fútbol, y más concretamente a la Segunda División, no existe un campo más asediado en la actualidad que El Arcángel, donde el Córdoba presenta números de descenso a Segunda División B. Porque tan sólo un equipo, el UCAM Murcia que es penúltimo, empeora sus registros; el Nàstic (colista), presenta los mismos puntos sumados ante su público. Con todo, no existe peor racha abierta que la blanquiverde, que se alarga ya hasta los cinco encuentros sin sumar el triunfo ante su público.

Uno de los grandes mitos de la Segunda División es que todo aquel equipo exitoso construye su alegre caminar sobre la base de la fortaleza en casa. Una afirmación que no deja de ser un brindis al sol, puesto que obviamente los puntos valen lo mismo en el estadio propio que lejos de él, aunque esta temporada los datos hablan por sí solos. Porque si se acude a los registros del líder de la categoría, el Levante, se observa que los valencianos han sumado 20 de los 34 puntos que tienen ya en su haber. Rara vez se ha visto a un equipo con los actuales números del Córdoba como local que haya terminado destacando en la clasificación. De hecho, el propio equipo cordobesista ya vivió una situación similar el curso pasado y tras marchar en ascenso directo durante gran parte del año sufrió de lo lindo para entrar en el play off.

Porque lo cierto es que los blanquiverdes acumulan unas cifras paupérrimas. Para empezar, de los 27 puntos que se han puesto en juego en los nueve partidos disputados en El Arcángel, el Córdoba sólo logró 11. Éstos llegaron gracias a tres victorias y dos empates, porque el cuadro blanquiverde es el equipo que más partidos ha perdido en su feudo junto al UCAM Murcia (con cuatro). Los murcianos son, precisamente, el peor conjunto en su estadio, con sólo nueve puntos sumados, algo que ha contribuido a que ocupen la penúltima posición. El siguiente en esa lista negra ya es el Córdoba, que comparte el dudoso honor con el Nàstic de Tarragona, el actual colista de la categoría de plata. Dos comparaciones que invitan a echarse a temblar.

Otra muestra clara de la decadencia del equipo blanquiverde es la dinámica que mantiene abierta ante su público, al que no regala un triunfo desde finales de septiembre. Sus cinco últimas apariciones en El Arcángel se han saldado con un empate y cuatro derrotas, lo que deja un alarmante bagaje de uno de los últimos 15 puntos sumados. El CCF encajó además en estas últimas cinco citas como local diez goles y sólo fue capaz de anotar tres. Números con los que resulta imposible mantener cualquier objetivo mínimamente ambicioso.

Tras despedir el 2016 visitando el próximo sábado al Oviedo, los blanquiverdes recibirán al Rayo Vallecano en el último partido de la primera vuelta en El Arcángel. Esa será la última ocasión antes del ecuador de la competición para maquillar unos números que invitan a pensar en un fatal desenlace. Porque hasta que el Córdoba demuestre lo contrario, los rivales ya son conscientes de que El Arcángel ha quedado declarado como estadio abierto.