El Ángel Ximénez empató con Anaitasuna en un duelo parejo e igualadisimo en el que destacó el central portugués Ribeiro, con 14 tantos, y en el que los pontanenses tuvieron opciones de llevarse el triunfo en su último ataque, aunque una polémica decisión arbitral les privó de esa opción.

El partido comenzó con imprecisiones ofensivas para los locales, lo que facilitó un parcial de 0-2 visitante, contrarrestado por dos tantos de Luisfe para nivelar el primer parcial. Pero poco a poco, una vez que los dos equipos se fueron asentando en la pista, las defensas iban imponiéndose sobre los ataques, marcando el ritmo del duelo haciéndolo más pausado. El Ángel Ximénez logró sobreponerse a una situación de inferioridad y se adelantó por primera vez en el luminoso por medio de Aizen (4-3) pasado el minuto diez, aprovechando una concatenación de fallos navarros en la parcela ofensiva, sumados a las paradas de Álvaro de Hita. Bazán salió al rescate de los pamploneses, y con dos tantos en seis metros, volvió a equilibrar (5-5), una igualdad que se mantuvo en los siguientes ataques, largos y muy elaborados siempre al borde del pasivo en ambos bandos.

Los pontanenses tomaban la delantera, pero los navarros respondían empatando, una dinámica constante, que se sucedía, con la que se entró en el tramo final. Un siete metros transformado por Redondo invirtió la tendencia para que Anaitasuna cobrara ventaja, pero Janosi empató y, acto seguido, los de Puente Genil se defendieron con uñas y dientes tras la exclusión de Arsenashvili y la posterior de Aizen, gracias a tres sensacionales intervenciones de De Hita. Luisfe adelantó a los suyos (11-10), pero Goñi equilibró en el último minuto, y soltó el brazo con un formidable lanzamiento en el último suspiro para dejar el 11-12 de camino a vestuarios.

Tras el descanso, hubo intercambio de goles de salida. Ribeiro empató por dos veces (14-14) tras sacar la exclusión de Redondo, pero el partido no se salía de la tónica del primer periodo y Anaitasuna anotaba con extrema facilidad en cada ataque, obteniendo un margen de dos goles favorables (16-18), creciendo cada ve más en su juego ofensivo. Tan sólo Ribeiro sostenía a los pontanenses en la parcela goleadora, que protagonizando un arreón que les hizo empatar de nuevo (20-20), un espejismo ya que Goñi y Martinovic situaron rápidamente un inquietante 20-22. El Ximénez recortó de otra vez la desventaja a base de defensa y un estelar Ribeiro para poner las tablas y meter al público en el partido. Dos espectaculares roscas consecutivas de Keita establecieron el 24-23 y obligaron a Quique Domínguez a parar el partido en el ecuador del segundo acto para atacar siete contra seis. El duelo ya era trepidante, con empates y ventajas mínimas de unos y otros, donde no cabía el error. En los detalles, la bola quemaba. Luisfe empató (28-28), pero Goñi, con facilidad, adelantó de inmediato a los de Pamplona antes de que Albizu, de contraataque, situara un preocupante 28-30.

Pero el Ximénez resistía. Boskos y Bernabéu igualaron otra vez dentro de los últimos cinco minutos para tomar oxígeno en una ruleta rusa de final de partido. La exclusión de Marcio dio alas a Anaitasuna para ponerse uno arriba, equilibrando Ribeiro con su duodécimo tanto, aunque otra exclusión, está vez de Boskos, complicó nuevamente la situación, algo que no fue obstáculo para que Ribeiro tirara del carro anotando todo lo que lanzaba. Con 33-33 a falta de 35 segundos, el Ximénez defendió a muerte el último ataque visitante y jugó los últimos 13 segundos para ganar, un final polémico tras no señalizar la pareja arbitral un siete metros sobre Arsenashvili que enfadó muchísimo al público. En el último suspiro, Ribeiro tuvo la victoria con un golpe franco, pero estrelló el balón en la barrera navarra, acabando así el choque.