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El Ángel Ximénez merece mejor fortuna ante el BM Logroño (29-30)

  • Los de Paco Bustos ceden la primera derrota de la temporada ante un conjunto riojano que fue de menos a más gracias a un excelente Agus Casado

Marcio Da Silva intenta frenar el disparo de Rivero.

Marcio Da Silva intenta frenar el disparo de Rivero. / Rafa Peralta

El Ángel Ximénez no pudo mantener su buena dinámica de resultados y encajó ante el BM Logroño su primera derrota de la temporada en un partido donde mereció, al menos un punto, y en el que volvió a exhibir galones de equipo sólido y compacto con buenos mimbres para estar en la zona noble de la clasificación. Aunque en esta ocasión el cuadro local fue de más a menos en los minutos finales para acabar cediendo ante un equipo franjivino en el que destacó la excelsa figura del central Agus Casado, imponente en la dirección de juego de su equipo y determinante para que los puntos volaran del Alcalde Miguel Salas en dirección a tierras riojanas.

El encuentro empezó con un par de ataques de tanteo hasta que ambos conjuntos empezaron a soltarse en la faceta ofensiva, en un alocado intercambio de goles que se prolongó con mínimas ventajas locales e igualadas hasta el minuto diez. Con el serbio Mitic demostrando plena efectividad en los lanzamientos exteriores, bien secundado por Delcio Pina y Chen Pomeranz, el mejor en los pontanenses, el Ángel Ximénez empezó a abrir hueco en el electrónico en cuanto Álvaro de Hita empezó a atajar balones minando el acierto de los jugadores riojanos, raramente fallones en situaciones de lanzamiento cómodo ante la portería local.

El Ximénez se lo fue creyendo y creció en su juego hasta el punto de culminar un parcial de 5-0 que puso el partido en 11-6 antes del cuarto de hora. Miguel Ángel Velasco tuvo que pedir tiempo muerto y buscar soluciones en su banquillo, aunque fue más el buen hacer de los riojanos, aprovechando las exclusiones de Marcio da Silva y Joao Pedro da Silva, lo que acercó a los visitantes en el marcador a sólo dos goles.

Las rotaciones no sentaron tan bien en el equipo pontanés, aunque un tanto en inferioridad de David Estepa y otro de Pere Arnau dieron oxígeno al cuadro de Paco Bustos, que pese al 14-10 no acababa de estar tan a gusto como al comienzo del encuentro. Los goles de Rubiño y Cadarso y las paradas de Jorge Pérez volvieron a meter a Logroño en el partido, aunque en el tramo final los de Velasco sufrieron un par de exclusiones que le penalizaron en el electrónico.

Prácticamente en la penúltima acción, un lanzamiento de portería a portería de Álvaro de Hita pudo establecer nuevamente los cuatro goles de ventaja, aunque el tanto tuvo que ser anulado por haber solicitado Paco Bustos su tiempo muerto segundos antes. Corning la tuvo para marcar sobre la bocina, pero Pérez, con una gran parada al lanzamiento del extremo, dejó el 17-14 de camino a vestuarios.

No obstante, en la segunda mitad cambió la decoración del encuentro. El Ángel Ximénez se atascó en ataque y Logroño recortó la desventaja llegando a ponerse a uno con un gol de Rivero. Había que reaccionar, y ahí apareció la templanza de Chen Pomeranz para pedir serenidad a sus compañeros y acertar con las situaciones de siete metros que iba forzando el equipo. Ello, unido a las intervenciones de Álvaro de Hita, devolvió la tranquilidad de los cuatro goles favorables, pero quedaba mucho por remar.

A partir del 22-18 anotado por Javi García al borde del pasivo, la situación cambió radicalmente. La entrada a pista de Agus Casado, el cambio de Logroño a defensa 5:1 y la precipitación en los lanzamientos empezaron a mermar a un Ximénez más o menos consistente hasta ese momento. Un inverosímil tanto de David Estepa en inferioridad puso de nuevo el 23-20, pero fue un espejismo.

Las imprecisiones y los errores en lanzamientos pasaron factura a un conjunto pontanés que veía como Logroño crecía en su juego con goles demasiado rápidos y fáciles. Rubiño puso el 23-23 obligando a Paco Bustos a parar el partido a falta de diez minutos para el final. Era el momento de los jugones, y ahí aparecieron Joao Pedro da Silva y Agus Casado para citarse en un duelo al sol llevando la batuta de sus respectivos equipos. El brasileño sumó tres goles seguidos para ir adelantando al Ximénez, pero el almeriense replicaba de forma extraordinaria asistiendo a sus extremos, infalibles, o metiendo pases a pivote donde Tomás Moreira se las ingeniaba para marcar o sacar siete metros.

Ya en el tramo final llegó la polémica. Una rigurosa falta en ataque señalizada a David Estepa dio a los riojanos la opción de ponerse por delante. Cadarso anotó en su ataque un siete metros para situar el 27-28 y eso obligó a los de Puente Genil a jugar al límite. Pomeranz empató, pero Casado, con una brillante finta a su par, de nuevo anotó para el 28-29.

Con el último minuto en el horizonte, de nuevo Pomeranz transformó un siete metros, pero un fenomenal pase de Casado a David Cadarso habilitó al extremo visitante para marcar el 29-30. Bustos solicitó tiempo muerto y el Ángel Ximénez tuvo la opción de igualar, pero tras un ataque largo, Joao Pedro da Silva, obstaculizado por dos defensores lanzó al único hueco donde esperaba Jorge Pérez para atajar la bola y dar los dos puntos a su equipo. Desencanto pontanés, al desperdiciar un triunfo que el equipo vio en el bolsillo, y euforia riojana por sacar dos puntos de oro tras un partido donde Logroño estuvo muchos minutos en la lona.

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