El deseo de Andy Schleck es "volver a tener éxito"

S. Tabeling (Dpa) Lieja

29 de abril 2014 - 05:02

Hace cinco años, el luxemburgués Andy Schleck ganó la clásica belga de primavera Lieja-Bastogne-Lieja y causó furor en el Tour. Hoy busca con desesperación salir de una crisis que dura ya tres años.

En la plaza Saint-Lambert de Lieja, el rey Felipe de Bélgica dio el domingo la salida de la edición número 100 de la gran clásica, en la que grandes campeones han inscrito su nombre entre los ganadores. Uno de ellos corrió el domingo: Andy Schleck. Pero del radiante triunfador de 2009 ya no queda mucho acosado por las constantes lesiones.

Schleck es el gran problema del equipo Trek. Su última victoria fue el 21 de julio de 2011, cuando ganó la etapa reina del Tour de Francia en el Col du Galibier. Al día siguiente conquistó incluso el maillot amarillo de líder, que Cadel Evans le arrebató una etapa después. Tras una fractura del coxis en junio de 2012 no volvió a ser más el de antes. "Quiero volver a tener éxito. Gané el Tour, etapas... Era Andy Schleck; era alguien y quiero volver a serlo".

Pero ya sabe si otra vez podría codearse con los mejores en el Tour. "Si no puedo, no me hundiré en depresiones", dijo quien fuese rey de la montaña, a quien en 2010 se le adjudicó el triunfo en la carrera francesa tras la descalificación por dopaje de Alberto Contador.

Schleck tampoco destacó el domingo durante los 263 kilómetros de recorrido en Bélgica. Una lesión de rodilla sufrida el domingo anterior en la Amstel Gold Race le dio problemas al corredor, de 28 años. El cartílago está dañado, aunque no es precisa una operación. Aparte de lo reveses físicos coincidieron otros problemas en los últimos tiempos, como el caso de dopaje de su hermano mayor, Franck, en 2010 o los rumores sobre su vida. En marzo de 2013, el político francés Pierre-Yves Le Borgn dijo que había encontrado al ciclista completamente borracho en el ascensor de un hotel de Múnich.

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