En el encuentro entre el Noia y el Córdoba Patrimonio de la Humanidad se vivió uno de los momentos más temidos e inesperados en el mundo del deporte. Leandro Altamirano, ala argentino del cuadro gallego, tuvo que ser atendido de urgencia por las asistencias médicas tras caer desplomado al llevarse un golpe en la cabeza en el tramo final del choque.

Fue a falta de 4:36 minutos para que terminase el partido correspondiente a la segunda jornada de la Primera División cuando Altamirano, en una acción ofensiva de los gallegos, tuvo un choque fortuito en la cabeza en la lucha por el balón ante el jugador blanquiverde, Zequi y cayó desplomado al instante sin poder ni apoyar las manos en el suelo. Una imagen que enmudeció a todo el Municipal Agustín Mourís y que requirió de la respuesta inmediata y eficaz de las asistencias médicas.

El futbolista de 23 años estuvo durante varios minutos tendido sobre el parqué sin conocimiento y siendo atendido por los sanitarios. Al ver la gravedad del incidente, sus compañeros de equipo incluso taparon la intervención médica con una manta para evitar que las imágenes se vieran en la emisión televisiva y que la grada, completamente en silencio por la tensión del momento, pudiera perder los nervios propios de la impotencia y la preocupación por el jugador.

Finalmente y tras varios minutos en el que las asistencias actuaron con rapidez, el jugador del Noia recuperó la conciencia y entre los fuertes aplausos de todo el pabellón, los jugadores y ambos cuerpos técnicos, se retiró de la pista en camilla con un buen golpe en la cabeza que le provocó la pérdida de conocimiento.

El partido se reanudó al instante y terminó con la victoria del Córdoba Futsal por 2-4, aunque lamentablemente el protagonista del partido fue un Altamirano que se someterá a pruebas médicas en las próximas horas que determinarán la gravedad del incidente. "Desde ahora lo más importante es recibir buenas noticias desde el hospital", señaló el Noia en sus redes sociales sobre el estado de salud del jugador.