Adiós a Santi Gisbert, un hombre de baloncesto en la sombraEl COI irá "hasta el final" para cazar a los dopados

El Día Córdoba / Efe Lausana

19 de mayo 2016 - 05:02

El maltrecho baloncesto cordobés sigue recibiendo golpes. A las pérdidas en los últimos años de Rafael Rojano, Andrés López o Abilio Antolín, ayer se sumó la de Santi Gisbert, uno de esos héroes anónimos con un trabajo impagable detrás que falleció a los 59 años víctima de un tumor que se le había detectado hace apenas unos días.

Santiago Gisbert de la Encarnación (15/02/1957, Córdoba) fue jugador, árbitro y entrenador, especialmente conocido por su etapa en el Cajasur. Ahí hizo de todo, normalmente alejado de los focos pero siempre en beneficio del club. Era algo que iba en su carácter, ese que enervaba cuando cogía la pizarra para dar instrucciones a sus jugadores y que luego calmaba para dar la cara entre sus allegados.

Hombre de club y apagafuegos, prefirió vivir en la sombra, aunque más de una vez fue requerido para dar un paso al frente. Y lo hizo buscando un éxito que encontró muchas veces, pero que también le fue esquivo para dibujar su peor momento: el adiós del Cajasur al baloncesto profesional.

El presidente del COI, Thomas Bach, prometió que el organismo "irá hasta el final" en su persecución de los dopados y pidió a los que tengan información sobre irregularidades "que acudan a la AMA". "Aplicaremos la política de tolerancia cero no sólo con los deportistas, sino con todas las personas de su entorno implicadas", dijo.

El COI anunció el martes que el análisis con las técnicas más avanzadas de 454 muestras guardadas desde los Juegos de Pekín 2008 había arrojado 31 nuevos positivos. Sin detallar las identidades, la procedencia o las sustancias encontradas, Bach dijo los castigos pueden ir desde una suspensión de por vida a la prohibición de participar en los Juegos o la sanción a toda una federación.

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