Acosta aviva la llama de la esperanza

Un gol del argentino Lautaro Acosta en el minuto 92 puso el 2-1 en el marcador que le da algo de ventaja al Sevilla para afrontar dentro de un mes la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey en el estadio San Mamés, donde el Athletic intentará que el tanto de Fernando Llorente tenga su peso en oro.

El Sevilla ejerció de equipo local y puso más empeño que el rival en acercarse a la portería rival, pero se encontró con la dificultad del agua y de la acumulación de hombres del Athletic en las cercanías de su portero, Gorka Iraizoz. Estaba claro que en estas condiciones era más fácil defender que atacar, por lo que el equipo de Joaquín Caparrós controló bien la situación.

Las jugadas del estrategia a balón parado fueron el mejor recurso de la formación que dirige Manolo Jiménez para encontrar el 1-0 y en una de ellas, en un córner, el marfileño Romaric cabeceó y el balón acabó repelido por el larguero en la mejor oportunidad sevillista de la primera parte.

Fue en otro córner, esta vez botado por el Athletic, cuando el delantero Fernando Llorente, quien antes había hecho lucirse al meta Andrés Palop en un duro y colocado disparo, cabeceó ante la ahora indecisión del meta valenciano para poner el 0-1.

En la segunda parte, con el campo muy mejorado, Jiménez potenció el ataque con el delantero argentino Lautaro Acosta, aunque Ion Vélez estuvo cerca del poner el 0-2 en los inicios de este período. El Sevilla puso más pólvora sobre el terreno con la entrada de Diego Capel y eso coincidió con el empate, que llegó también a la salida de un córner y después de aprovechar el argentino Aldo Duscher una serie de rechaces dentro del área.

Los locales se enrabietaron en busca de darle la vuelta al marcador y el Athletic empezó a pensar que guardar un 1-1 era un buen resultado, lo que dio paso a un dominio absoluto de los sevillistas.

El objetivo de la formación andaluza lo pudo conseguir el delantero malí Frederic Kanouté, en el penalti que le hicieron pero que acabó con su lanzamiento repelido por la cepa del poste derecho sin que tampoco aprovechara el posterior rechace. El meta rojiblanco sacó una mano espectacular cuando el africano trataba de remachar a bocajarro.

El que no perdonó fue Acosta ya con el tiempo rebasado y logró el 2-1 que le da ilusión a los sevillistas para afrontar una vuelta que se presume complicada. San Mamés será una caldera.