Cruz de guía

Las obras de la Ribera impedirán el paso de procesiones en 2009

  • Las tres cofradías que salen del Campo de la Verdad tendrán que valerse el año que viene de la pasarela de Miraflores al no poder cruzar por el Puente Romano

Las obras que la Junta de Andalucía tiene previsto acometer en la Ribera a partir del próximo junio, una vez que concluya la Feria de Nuestra Señora de la Salud, dejarán de nuevo a las cofradías que salen del Campo de la Verdad -el Cristo del Amor, la Vera Cruz y el Descendimiento- sin la posibilidad de cruzar el Puente Romano el año que viene en su camino hacia la carrera oficial. Así lo reconocieron a el Día fuentes consultadas del Ayuntamiento tras analizar un proyecto que se desarrollará durante 18 meses y que, por tanto, se extenderá hasta finales de 2009 o principios de 2010. Esta previsión deja asimismo escaso margen de error para la Semana Santa de 2010, en la que estas tres cofradías podrían quedarse también sin atravesar el Puente Romano si se retrasa el fin de obra.

El Puente de Miraflores volverá a servir a las hermandades del Amor, la Vera Cruz y el Descendimiento para pasar al otro lado del río como ha sucedido en los dos últimos años como consecuencia de la reforma integral del Puente Romano. En el caso de la actuación en la Ribera, sin embargo, la restricción es mayor, ya que el ámbito de la actuación abarcará desde la calle Santa Teresa de Jornet -paralela al lateral del Alcázar de los Reyes Cristianos- hasta la Cruz del Rastro -justo en el límite con la pasarela de Miraflores-. En este tramo, la Administración andaluza, a través de la Consejería de Obras Públicas y Transportes, sustituirá el colector de aguas, así como la remodelación del entorno y el rebaje del viario hasta un máximo de 90 centímetros para recuperar el nivel que tenía en sus orígenes.

Para este año, estas tres cofradías tienen previsto cruzar el Puente Romano dentro de su estación de penitencia. Estas hermandades recuperan así un paso histórico en sus recorridos, aunque el aspecto interior que luce ahora difiere mucho del que tenía la última vez que lo cruzaron, en 2005. De hecho, algunas de las cofradías han señalado que el mobiliario urbano dificulta el tránsito de sus procesiones.

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