La reproducción a escala de la urna de los Santos Mártires que hay en la basílica de San Pedro -datada en el siglo XVIII- es la obra póstuma de Francisco Díaz Roncero, el orfebre cordobés que falleció en mayo de 2007. Aún no había concluido la obra que al término de la pasada Semana Santa le había encargado la Hermandad de la Misericordia cuando una enfermedad le impidió culminarla. Por eso, sus hijos, Francisco y José Luis, asumieron la realización de la pieza para que estuviera a tiempo, tanto para la bendición que se desarrolló a finales del pasado noviembre como para la procesión que la cofradía radicada en el barrio de San Pedro celebrará el próximo Miércoles Santo. La urna, realizada en plata, cuenta así con un valor adicional al tratarse de la última pieza iniciada por uno de los principales exponentes de la orfebrería del último siglo.

La réplica, de unos 20 centímetros de longitud, 25 de altura y unos ocho de fondo, irá situada en el frontal del paso del Cristo de la Misericordia. Asimismo, según indicó el hermano mayor de esta cofradía, Manuel Ramírez, la urna contiene fragmentos de huesos de los Santos Mártires. El representante de esta corporación manifestó asimismo que se trata del principal estreno que presentará el cortejo del próximo Miércoles Santo.

Al margen de esta última pieza, en el currículum de Díaz Roncero sobresale, por ejemplo, la realización de las coronas canónicas de Nuestra Señora de la Fuensanta y la Virgen del Rosario. Para la cofradía de la Misericordia, el orfebre cordobés es también autor de las jarras que luce el paso de palio de la Virgen de las Lágrimas en su Desamparo (1961). El resto de las piezas del palio son de los Hermanos Lama, que se encargó de los faroles de cola y los varales, y Villarreal, que firmó las piezas de candelería.