Cuando la polémica surgida tras la designación de los Dolores como la primera procesión que pasará el Viernes Santo por la Catedral -entrará a las 19.00- parecía más que zanjada, las tres hermandades que se opusieron a esta decisión que adoptó la Agrupación de Hermandades emitieron ayer un comunicado para manifestar que se aprobó este orden de paso por el primer templo de la Diócesis "por obediencia" al Obispado. Así se refieren los representantes del Santo Sepulcro, la Soledad y el Descendimiento a los resultados que deparó la reunión desarrollada hace dos semanas en la sede del máximo ente cofrade, al tiempo que abundan en que el responsable del Obispado en estos asuntos, Pedro Soldado, "ha tenido presente el interés general del Viernes Santo en atención a evitar escándalos que perjudicaran a nuestra querida Iglesia diocesana".

El documento conjunto presentado por estas tres corporaciones indica, además, que ellas nunca se han opuesto a que los Dolores llegue al primer templo de la Diócesis. De hecho, al final del comunicado destacan su "alegría" y felicitan a la cofradía servita "por su decisión de hacer estación de penitencia en la Catedral, lo que redundará en beneficio de nuestra Semana Santa y el Viernes Santo". Sin embargo, las tres hermandades que firman el texto aclaran en todo caso que "no han aceptado las directrices marcadas por la vocalía de estación de penitencia de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, puesto que la misma ha actuado como parte implicada al elaborar una propuesta de itinerario a favor de la corporación de San Jacinto".

Al no estar de acuerdo con el orden de paso por la Catedral que les trasladó la Agrupación, los representantes de estas corporaciones expresan en el comunicado que "en el caso de que ocurran incidencias en el discurrir de las estaciones de penitencia" del próximo Viernes Santo no se "responsabilizan bajo ningún concepto de las mismas, dadas las discrepancias mostradas con la organización y planificación".

La disconformidad con la intervención del ente cofrade llega hasta el punto de que consideran que la decisión "ha sido parcial y arbitraria, a tenor de lo expuesto, así como en función de su misma actuación en otros ámbitos propuestos en los diversos días de la Semana Santa". El documento recalca el "silencio" mantenido por estas cofradías hasta este momento.