El barrio de Levante vivió ayer, por tercer año consecutivo, su particular preludio de la Semana Santa con la procesión infantil organizada por el Colegio Franciscanos y que contó con la colaboración de la Hermandad de la Soledad, el AMPA del centro y el Centro de Educación Infantil Jardylandia.

Más de 500 niños, vestidos de hebreos, mantillas, costaleros, capataces, romanos o aguaores, entre otros personajes, representaron un auténtico cortejo penitencial idéntico al que se puede apreciar en los días grandes de la Semana Santa, pero con una versión netamente infantil.

La comitiva contó con guión procesional en el que estaban presentes todos los atributos de una auténtica estación de penitencia. Abrió el cortejo una sobria cruz de guía para cumplir con la estética Franciscana, con la austeridad clásica de la orden.

El primer sector de nazarenos contó con la presencia de un nutrido grupo de niños hebreos y una marea de romanos que incluso actuaban de escoltas del primero de los pasos, en el que se representaba a Cristo Nazareno con la Cruz a cuestas.

Tras él, la Agrupación Musical Carlos III de La Carlota interpretaba las marchas más clásicas del momento. Los jóvenes costaleros demostraron su entrega bajo las trabajaderas a escala.

Al nazareno le siguió el sector que acompañaba al segundo de los pasos, en el que se representaba a Cristo en la cruz abrazando a San Francisco, éste sin música pero con una chiquillería de mantillas que precedían su caminar.

El último de los pasos en desfilar fue el de Nuestra Señora de la Soledad, imagen que en esta ocasión lucía una nueva policromía, tras la restauración realizada por el promotor de la procesión infantil y artista de la imaginería, Enrique Ruiz Flores. Tras el paso llevado por los niños de la zona intervino la Banda de Música de Nuestra Señora de la Esperanza.