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Es tiempo para la redención

  • Con la única ausencia del internacional Blati Touré, el conjunto blanquiverde debe lavar su imagen en casa y sumar el primer triunfo del curso

  • Sandoval baraja cambios en su equipo

José Ramón Sandoval se dirige a sus hombres durante el entrenamiento de ayer en El Arcángel.

José Ramón Sandoval se dirige a sus hombres durante el entrenamiento de ayer en El Arcángel. / jordi vidal

Todos los pecados que acumula el Córdoba en este nefasto arranque de temporada quedarían redimidos hoy si los blanquiverdes son capaces de sumar el primer triunfo del curso. Tres semanas de competición han bastado para que el equipo que entrena José Ramón Sandoval airee sus debilidades, esas que se adivinaban por la precipitada confección de la plantilla y el precario trabajo de pretemporada que se ha llevado a cabo, a caballo entre el libreto de dos entrenadores distintos que han tenido que trabajar con los graves condicionantes que el límite salarial ha impuesto al Córdoba a la hora de reforzarse. Un punto sumado de nueve posibles es el triste bagaje de un CCF que ya vive de nuevo instalado en la histeria. La semana arrancó con declaraciones que apuntaban a una "final" en el choque de esta tarde y tuvo que ser, como casi siempre, José Ramón Sandoval el que bajara el balón al suelo y pusiera un poco de calma para recordar que esto es muy largo y que no ha hecho más que comenzar. Eso sí, sobre las victorias se trabaja mucho mejor y el Córdoba necesita el empujón de confianza que supondría sumar ante su afición el primer +3 de la temporada.

Para ello tendrá que superar el cuadro blanquiverde a un Alcorcón que un curso más es ese equipo rocoso y difícil de batir. Ni muy avasallador en ataque ni cien por cien fiable en defensa, pero sí tremendamente regular y pegajoso, sobre todo cuando juega fuera de su estadio. Poco ha importado el cambio de entrenador y de muchos jugadores en un conjunto cuya razón de ser en Segunda División se ciñe a ese fútbol de briega e intensidad que tantos puntos le reporta.

Intensidad, esa será la clave de un encuentro en el que el Córdoba tiene un primer objetivo ineludible. Y no es otro que el de ser un equipo fiable, tanto en el desempeño defensivo como a la hora de dominar el encuentro. Para ello tiene jugadores Sandoval sobradamente capacitados y el hecho de jugar en El Arcángel obliga a los blanquiverdes a ser el equipo que lleve el peso del juego.

Es por eso que se vislumbran cambios en la alineación que presente hoy el técnico de Humanes. Sandoval, que escondió sus cartas ayer y no ofrecerá la convocatoria hasta un par de horas antes del encuentro, se debate entre la defensa de tres centrales o la de cuatro hombres, con laterales algo más replegados. Sea como fuere, lo que sí parece claro es que habrá oportunidad de ver caras nuevas en el once inicial. Los dos últimos en unirse a la plantilla, Erik Expósito y Miguel de las Cuevas apuntan a la convocatoria. El delantero tinerfeño, de hecho, cuenta con muchas papeletas de partir como referencia ofensiva, después de que su entrenador elogiara la gran forma en la que ha llegado. Por fin podrá Sandoval elegir entre casi todos sus hombres, pues sólo falta para recibir al Alcorcón el mediocentro Blati Touré, atendiendo a los compromisos internacionales de su selección, Burkina Faso. Álvaro Aguado o incluso Javi Lara también parten con opciones de salir de inicio, en busca de ese control en la medular que el equipo echó tanto en falta en su visita al Albacete. El técnico del CCF tendrá también la opción de contar ya con Andresito, después de que el joven delantero cumpliera por fin su sanción de dos partidos perteneciente al final de la temporada pasada.

Frente a la necesidad del Córdoba, el Alcorcón comparece en el Arcángel con un bagaje de un triunfo, una derrota y un empate. El cuadro alfarero, a las órdenes del prieguense Cristóbal Parralo, exigirá al conjunto blanquiverde una respuesta contundente en cuanto a intensidad y concentración se refiere. Esos dos factores son los señalados como claves en un choque que puede servir como revulsivo para el Córdoba justo cuando empieza la acumulación de partidos o, por el contrario, suponer un nuevo golpe en una moral ya de por sí herida.

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