Real Madrid Castilla - Córdoba CF | La Crónica
  • Los blanquiverdes se reponen del golpe ante el Sanse sumando de nuevo ante un filial blanco que pudo llevarse el partido en una segunda parte de dominio total

Un punto de apoyo (1-1)

Kike Márquez pelea por el balón entre Peter y Álvaro Martín. Kike Márquez pelea por el balón entre Peter y Álvaro Martín.

Kike Márquez pelea por el balón entre Peter y Álvaro Martín. / Juan Ayala

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

El Córdoba CF vuelve al buen camino. Los blanquiverdes sacaron un punto del feudo del Real Madrid Castilla en un partido en el que fueron mejores en la primera parte, pero en el que terminaron agobiados por un filial madridista superior y que gozó de ocasiones de sobra para haber decantado de su lado el partido. Los blanquiverdes se adelantaron en el marcador con una genialidad de Casas, malgastaron ocasiones para haber sentenciado, y terminaron pidiendo la hora ante el empuje de los jóvenes blancos.

Pese a esa segunda parte en la que el CCF fue ampliamente superado por su rival, el punto debe darse como bueno, toda vez que el equipo sigue sin perder lejos de El Arcángel después de tres exigentes salidas. Un alivio adecuado para el trastazo del pasado domingo, y un punto que sabrá a gloria si el sábado los de Germán Crespo derrotan al Algeciras.

Después de la primera derrota de la temporada, cabía esperar que Germán Crespo regresara a un once titular más reconocible y dejara de lado las rotaciones. Y así fue, el granadino dibujó el equipo que cabía esperar, con su habitual 4-2-3-1 y las ideas muy claras desde el arranque. Pese al potencial del rival, el Córdoba no renunció ni un ápice a su juego de presión intensa en campo contrario y de verticalidad tras recuperación.

Y eso que le costó al conjunto blanquiverde asentarse en el partido. El Castilla tardó poco en mostrar que en el ataque cuenta con armas muy similares a las del CCF. Si en el Córdoba CF Kike Márquez es el hombre sobre el que gira normalmente en ataque, en el caso de los blancos Arribas tiene directamente el mando del equipo. De las botas del fino mediapunta madrileño brotan prácticamente todas las ocasiones de peligro que genera su equipo.

Esa movilidad del 10 madridista trajo de cabeza en el arranque a los blanquiverdes, que perdieron balones en zonas muy comprometidas. El primero, uno de Diarra que finalizó Álvaro Martín con un disparo que obligó a estirarse a Carlos Marín. Un minuto después, otra pérdida en la salida la aprovechó Peter para probar al meta almeriense, que respondió con seguridad.

Carracedo conduce el balón en el Di Stéfano. Carracedo conduce el balón en el Di Stéfano.

Carracedo conduce el balón en el Di Stéfano. / Juan Ayala

Un cuarto de hora le costó al Córdoba asentarse, ajustar las marcas y empezar a ser el equipo que acostumbra a ser. La primera ocasión clara para los blanquiverdes la generó Gudelj con una recuperación de balón casi en la frontal del área rival. El balón llegó a los pies de Javi Flores, que sacó un potente chut repelido de manera espectacular por De Luis.

Pese al aviso, el Real Madrid Castilla no se achicó y respondió a la pólvora con pólvora. Fue Arribas, como no, el que recibió tras escurrirse entre los centrales y sacó un zurdazo que desvió Jorge Moreno cuando llevaba camino de gol. A esas alturas, el partido cumplía con las expectativas, con dos equipos buscando el ataque sin disimulo. Pero el Córdoba ya había asentado su personalidad y empezó a hacerse con el balón de manera más clara. Diarra encontró el camino para iniciar el juego bajando a recibir entre los centrales, al tiempo que Javi Flores se movía con inteligencia entre líneas, libre de marca.

El plan de Germán Crespo empezó a aflorar y el CCF creció en esos minutos. Kike Márquez hizo acto de aparición pasado el minuto 20, con una conducción apoyada por Carracedo, que dejó al gaditano en buena posición dentro del área, pero De Luis respondió bien al intento del mediapunta.

Un par de jugadas más tarde en campo del filial dieron paso al primer momento importante del partido. El Córdoba elaboró desde su portería con calma, encontrando fácil salida por la banda de Calderón, que condujo rompiendo líneas con valentía. El sevillano conectó con Simo, cuyo centro lo repelió Marvel de cabeza. El balón cayó con nieve, sin aparente peligro, pero Antonio Casas se sacó una volea espectacular que se coló por la escuadra de la meta local. Sin duda, el gol de lo que va de temporada en la categoría.

Casas engancha una volea espectacular en el 0-1 ante el Castilla. Casas engancha una volea espectacular en el 0-1 ante el Castilla.

Casas engancha una volea espectacular en el 0-1 ante el Castilla. / Juan Ayala

Con el marcador a favor, se pudo ver al Córdoba más cómodo, jugando con la ansiedad de su rival, que pasó por un tramo del partido de intrascendencia total. Los blanquiverdes amasaron pelota y se desenvolvieron lejos de la meta de Carlos Marín, cerrando las intentonas del rival y buscando un nuevo golpe en transiciones rápidas. Al filial el costó la misma vida aparecer en zona de tres cuartos, y solo lo hizo camino del descanso con un disparo de Dotor que Carlos Marín sacó con una mano espectacular abajo.

Al arranque de la segunda parte, el partido cogió el cariz esperado. El Real Madrid salió a buscar el empate de manera descarada, asumiendo riesgos y arrinconando al Córdoba contra su área. Los blancos, muy escurridizo entre líneas, no encontraron sin embargo la manera de penalizar las pérdidas que nuevamente aparecieron en salida de balón para el CCF.

Con todo, y pese a la falta de puntería de los blancos, el Córdoba no se encontraba cómodo. Pasado el fogonazo inicial de los blancos, los blanquiverdes tuvieron una gran ocasión para matar el duelo. Kike Márquez se inventó un gran pase desde campo propio para habilitar a Casas, que ganó área ante las dudas por salir del meta local. El rambleño estrelló su disparo contra De Luis y el rechace fue a parar a Simo que, con Bernal solo en el punto de penalti, se entretuvo hasta desperdiciar la jugada.

Como tantas otras veces sucede en el fútbol, cuando perdonas, lo acabas pagando. Los blanquiverdes lo hicieron en un córner que colgó Arribas y que Dotor cabeceó a gol sin oposición. Un tanto que dio más confianza incluso a un Castilla que encontró el camino para hacer daño mediante jugadas elaboradas, siempre con Arribas, o con envíos en largo hacia un Álvaro dominador en el juego aéreo.

Entrando en el cuarto de hora final, Arribas tuvo otra gran ocasión a bocajarro que Carlos Marín le desbarató con una gran intervención. Para entonces, Germán Crespo ya había tratado de refrescar su ataque por bandas para intentar cazar alguna contra. Y bien pudo ser con una internada de Carracedo desde la izquierda, que finalizó con un derechazo que De Luis detuvo con apuros.

Con todo, el balón seguía siendo de los blancos, que antes del tiempo de añadido volvieron a rozar el gol en un centro de Arribas que Dotor envió al poste. Fue la última gran ocasión del partido, el Córdoba la salvó y eso le dio un punto que, pese a las sensaciones de duda del segundo acto, deben hacerle crecer a corto plazo.

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