Será con Pablo Alfaro, o no será. El Córdoba CF tomó este pasado lunes la decisión de ratificar a su entrenador tras la derrota ante la Real Balompédica Linense. Un tropiezo que suponía quizás la última oportunidad del presente curso para buscar la reacción del equipo con un cambio en el banquillo. Pero la falta de alternativas fiables y el convencimiento de que el problema está más en el campo que en la banda ha llevado al club a apostarlo todo a la continuidad del maño, que ahora afronta un reto muy complicado en el mes de competición que queda por delante.

Y es que el camino del Córdoba hacia la Primera RFEF se ha complicado sobremanera. Tanto que todo lo que sea un pleno al 12 o acercarse mucho a ello dejaría fuera a los blanquiverdes del objetivo que les queda por pelear en esta temporada. La lectura más positiva que se puede hacer de la difícil situación que atraviesa el CCF es que aún depende de sí mismo para lograr el objetivo. Para ello tendría que ganar los cuatro partidos que le quedan por jugar. Uno de esos encuentros sería ante la Balona, que además tiene que jugar dos duelos con el Sevilla Atlético. Esa combinación hace que el conjunto blanquiverde siga teniendo en su mano el acabar entre los dos primeros, pese al desastre del pasado domingo ante el conjunto linense en El Arcángel.

Claro está que esa posibilidad exige de un rendimiento que el Córdoba está lejos de haber ofrecido prácticamente en toda la temporada. El momento de mayor ritmo de puntuación del conjunto cordobesista llegó precisamente en el arranque de la etapa de Pablo Alfaro como técnico. Entre diciembre y enero, los blanquiverdes acumularon cuatro partidos consecutivos en liga sin conocer la derrota, con tres victorias y un empate, para sumar 10 puntos de 12 que ahora también podrían valer, aunque ya en base a los resultados de los demás rivales.

La única vía segura para evitar el desastre de caer a la Segunda RFEF pasa por un pleno, y para ello el Córdoba tendrá que mejorar mucho su versión, además de contar con ciertos factores a favor que son más difíciles de comprobar.

En cuanto a los rivales, el calendario ofrece una primera opción para que el CCF vuelva a engancharse a la pelea por los dos primeros puestos. Este domingo, los de Alfaro visitan al Cádiz B, equipo que con 23 puntos cierra el subgrupo IV-D y está ya fuera de la pelea por la Primera RFEF. Esa diferencia en lo que se juega un equipo y el otro es un factor muy a tener en cuenta y que debe notarse para beneficio del Córdoba. En contra está la estadística, que señala que al conjunto blanquiverde se le atragantan los filiales. En lo que va de curso no fue capaz de ganar a un equipo dependiente en seis partidos contra el Sevilla Atlético, el Betis Deportivo y el Recreativo Granada.

Si el Córdoba es capaz de arañar los tres puntos de la Ciudad Deportiva El Rosal, el enfrentamiento entre el Sevilla Atlético y la Balona -primero y segundo con 34 puntos ambos- sonreirá a los de Alfaro, que recortarán puntos a uno de sus rivales, e incluso a los dos, en caso de empate. De esa forma, la esperanza volvería a El Arcángel de cara a la siguiente semana, en la que el Tamaraceite visitará El Arcángel en la que sería, muy posiblemente, su última bala para engancharse a la parte alta.

En caso de superar ese escollo, al CCF le llegaría la hora de la verdad con la visita a la Real Balompédica Linense. El precedente más reciente invitaba poco al optimismo, aunque el carácter de final de ese partido a buen seguro que lo convertiría en un choque de pronóstico incierto para ambos bandos.

Si a falta de una jornada el Córdoba sigue vivo y con opciones de alcanzar la Primera RFEF, el escenario será bastante favorable. Los cordobesistas recibirán en esa última semana al Cádiz B, en un duelo sin nada en juego para el filial amarilla. En Sevilla, el filial hispalense y la Balona volverían a medir sus caminos en otro cruce fratricida del que podría sacar provecho el equipo de Pablo Alfaro.

Para completar esa hoja de ruta, la más optimista pero también la única que se puede contemplar en El Arcángel, el Córdoba tendrá que ir superando semana a semana las trampas del calendario y sostener su rendimiento por encima de lo que lo ha hecho en toda la temporada. ¿Serán capaces los blanquiverdes de revertir la situación y alcanzar un puesto en la Primera RFEF? La empresa parece complicada, aunque es en esos escenarios en los que el Córdoba parece sentirse más cómodo.