El Córdoba CF sigue con vida en la pelea por una de las tres primeras posiciones del Subgrupo IV-B de Segunda División B tras su sufrido triunfo en El Ejido (0-1), aunque llegará a la última jornada sin depender de sí mismo. Un solitario gol de Alberto del Moral en el tramo final del primer periodo, al transformar un penalti cometido sobre Nahuel Arroyo, resolvió un nuevo partido gris de los blanquiverdes, que terminaron pidiendo la hora.

EDU FRÍAS Portería a cero. Dos meses y siete partidos después, el Córdoba no recibió gol. El catalán tuvo poca influencia, pues El Ejido apenas le probó. Una vez más, volvió a mostrarse excesivamente nervioso, tanto en el juego de pies como en los balones colgados sobre su área.

MANU FARRANDO Castigado. Con el objetivo de equilibrar el equipo, el estilo más ofensivo de Jesús Álvaro llevó al hispano-argentino a guardar más el sitio, conteniendo a Sergio Pérez y Olavide. Volvió a intentarlo con algún saque de banda largo. Vio una amarilla, penalizado por un error propio, que le supone sanción.

BERNARDO CRUZ Presencia. El cordobés se convirtió en el líder de la retaguardia, primero formando pareja con Molina y luego con Djetei. Estuvo más cómodo en la primera parte, pero cuando El Ejido juntó a Etxaniz con Boris se vio más exigido. Supo perder tiempo en los compases finales.

XAVI MOLINA Vaya susto. El catalán apenas duró 20 minutos en el campo, en su vuelta a la titularidad, con la idea de mejorar la salida de balón desde atrás. Un encontronazo con Edu Frías, tras un empujón de Boris Garrós, lo dejó KO, y Alfaro no quiso correr riesgos y lo relevó de inmediato.

JESÚS ÁLVARO Ida y vuelta. Es el lateral con más recorrido, y un complemento perfecto para Nahuel. Se sumó de continuo al ataque, aunque no terminó de entenderse bien con su pareja de carril. Le cuesta poner algún envío al área con peligro de verdad. Tuvo un centro-chut que repelió bien Wilfred.

ALBERTO DEL MORAL Responsabilidad. El más joven de la plantilla tuvo los arrestos de coger el balón para ejecutar el penalti que resolvió el partido, que transformó con frialdad. Estuvo más impreciso de la cuenta en el juego combinativo, pero se multiplicó en labores defensivas.

MARIO ORTIZ Arropado. Lleva un tiempo en el que le cuesta dejarse ver como en la parte inicial del curso. En la primera parte estuvo algo más cómodo, cuando Flores estuvo más cerca suya. Tras la salida del campo del cordobés se situó como enganche, pero más pendiente de defender que de crear.

MOUTINHO Gris. El exterior suizo-portugués recuperó la titularidad tras ver el partido ante el Real Murcia en la grada. Y lo hizo para ocupar el perfil diestro, que no es en el que se encuentra más cómodo. Le costó dejarse ver en ataque, donde acumuló muchos errores en el pase antes de dejar su sitio a Ródenas.

JAVI FLORES Poca participación. Situado como enganche en su vuelta al equipo, le costó encontrar tiempo y espacio para dejarse ver. Cuando lo hizo, el Córdoba lo notó, pero fue en muy pocas ocasiones. Trabajó en labores defensivas y terminó dejando su puesto a Djak Traoré para reforzar la medular.

NAHUEL ARROYO Verticalidad. El extremo tuvo pocos huecos para lucir su carrera, pero supo esperar su oportunidad. De una pelota suelta sacó una pena máxima que terminó por resolver el partido. Con el duelo ya más abierto, tuvo alguna aparición, aunque sin la definición correcta, cayendo en varios fuera de juego.

WILLY LEDESMA Referencia. El pichichi cordobesista tuvo pocas oportunidades para lucir su remate en el área. Lo hizo apenas tras una pelota al espacio de Flores en la que se topó con Wilfred y, ya en el tramo final, con un intento de vaselina muy desviado. Se desgastó en el trabajo de contención.

DJETEI Banquillazo exprés. Castigado por Alfaro por su bajo rendimiento en las últimas semanas, apenas estuvo 20 minutos en el banquillo por el choque de Xavi Molina, que obligó a una primera sustitución. Se fajó bien con el punta celeste, sobre todo en la segunda mitad conteniendo a Etxaniz.

ALBERTO RÓDENAS A la derecha. La polivalencia del alicantino le sirvió para ser el primer cambio de la segunda mitad, cuando empezaba a apretar El Ejido. Se situó en la banda derecha, más pendiente de echar una mano a Farrando que de mirar a la portería contraria.

DJAK TRAORÉ Perdido. Entró para reforzar el centro del campo en los minutos finales, pero se vio superado siempre por los medios locales. Le costó aguantar la pelota, que regaló de continuo, y tuvo que multiplicarse para evitar que las últimas ofensivas tuvieran más efecto.