El Córdoba CF superó al Don Benito en un duelo frenético en El Arcángel, en el que los de Germán Crespo salieron indemnes en el intercambio de golpes. El 3-2 permite a los cordobesistas seguir líderes y además encadenan ya su cuarta victoria consecutiva.

Estas son las notas de los jugadores blanquiverdes, uno por uno:

FELIPE RAMOS. Providencial. Con 0-1 en el marcador hizo una parada remate de David Agudo que pudo cambiar el partido. En los dos tantos del Don Benito no pudo hacer demasiado, pero mostró seguridad y saber estar en el momento clave.

JOSÉ RUIZ. Mal atrás. El lateral volvió a demostrar una facilidad pasmosa para sumarse al ataque y doblar al extremo, pero también evidenció que atrás le cuesta. Dani Martínez le ganó la partida una y otra vez en la primera parte.

JOSÉ CRUZ. Poco contundente. No tuvo su mejor tarde el central cordobés, que pecó de falta de contundencia en la jugada del primer gol de David Agudo y que salió en la fotografía del segundo, pues el ariete le ganó la partida por alto.

ALONSO. Concentrado. Sigue a un nivel estupendo, sin apenas fallos que se le puedan achacar. Fruto de su concentración, es capaz de defender su parcela y ser el hombre que siempre está atento para echar una mano al compañero.

EKAITZ JIMÉNEZ. Lanzado. Físicamente es un portento y se le permite jugar disparado en ataque con una solvencia tremenda. Ante el Don Benito, además, defendió bien su costado, aunque en la jugada del segundo gol rival se durmió.

ÁLEX BERNAL. Inteligente. Prácticamente todo lo que hace sobre el césped, lo hace bien. Sabe jugar a pocos toques, sabe descolgarse al ataque cuando es necesario, y además contribuye con su trabajo a que el equipo no se caiga en la medular.

TONI ARRANZ. Sacrificado. Es el hombre para todo del equipo blanquiverde, con la misión de hacer todo el trabajo sucio cuando sus compañeros se descuelgan en ataque. Estuvo más impreciso que de costumbre en el pase, pero lo solventó con mucho corazón y esfuerzo.

LUISMI. Un cuchillo. El cacereño es un constante incordio para las defensas rivales. Genera innumerables ocasiones, incluso fue objetivo de un penalti. Le faltó el gol, que tuvo en un par de ocasiones muy claras, para redondear su gran tarde.

OMAR PERDOMO. Goleador. Se estrenó por fin como titular y además hizo su primer gol oficial con la camiseta blanquiverde. Aunque le queda para alcanzar la chispa física, aporta mucho a balón parado y con su visión de juego entre líneas.

ADRIÁN FUENTES. Potencia. Su físico está por encima de la media en la categoría y con eso hace estragos. Hizo el gol del empate inicial y pudo hacer hasta dos más, pero no estuvo certero en la definición. Pese a ello, sumó mucho.

WILLY LEDESMA. Asistente. Tuvo una incidencia directa en los tres goles de la remontada de su equipo, con un tanto propio y dos más en los que armó la jugada. Si a su oportunismo suma esa capacidad para encontrar al compañero, es imparable. Su único lunar fue ese penalti fallado para haber matado el partido antes.

CASAS. Luchador. Buscó el gol como siempre lo hace, y a punto estuvo de encontrarlo en un par de acciones que él mismo se fabricó con corazón y trabajo, sus señas de identidad. Ayudó además en el repliegue en los minutos finales.

PUGA. Poderoso. Dotó de más musculo y frescura al equipo en el tramo final. El carrilero enganchó un balón nada más entrar al terreno de juego y lanzó un contragolpe que Willy no aprovechó. Aporta mucho entrando desde el banquillo.

JULIO IGLESIAS. Desaplicado. Germán Crespo tiró de él buscando algo más de control en los minutos finales, pero no tuvo la capacidad para hacerse con el balón y serenar el juego de su equipo. Le puso ganas, pero le faltó temple.

VISUS. Debut sin tiempo. Jugó los primeros minutos de la temporada, pero apenas tuvo tiempo al entrar ya con el partido en tiempo de descuento. Entró en el mediocentro para aguantar el último arreón del rival ya a la desesperada.

BERNARDO CRUZ. Testimonial. El cordobés sustituyó a Álex Bernal y se colocó como tercer central para dar solidez a su equipo en los últimos minutos. Prácticamente no tuvo tiempo ni de entrar en contacto con el balón.