Córdoba CF

Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Tamaraceite

  • Los blanquiverdes no pasan del empate ante el conjunto canario y malgastan otra ocasión de engancharse a la pelea

Once inicial del Córdoba CF ante el Tamaraceite.

Once inicial del Córdoba CF ante el Tamaraceite. / Miguel Ángel Salas

El Córdoba CF no pasa del empate ante el Tamaraceite (1-1) y se deja una oportunidad de oro para acercarse a la segunda posición. Los blanquiverdes volvieron a decepcionar en El Arcángel.

EDU FRÍAS. Temerario. En cada balón que le llegó a los pies se la jugó de manera incomprensible, incluido un recorte al delantero que le pudo costar muy caro. Eso transmitió cierto nerviosismo a la zaga, pese a que con sus paradas fue importante.

PUGA. Debut exigente. Hace tiempo que tenía que haber debutado con el primer equipo, atendiendo a nivel en el filial y al poco rendimiento de los hombres de banda del primer equipo. Estuvo sereno, valiente para subir y colocó buenos centros. Su único lunar fue el penalti cometido ante López Silva, que le dio una lección de veteranía.

FARRANDO. Condicionado. De nuevo una cartulina en la primera parte le hizo jugar con una marcha menos, algo que le ha pasado durante toda la temporada. Pese a ello, estuvo bien y demostró que como central aporta mucho más que en el lateral derecho.

DJETEI. Solvente. Volvió a una buena versión después de varios partidos muy flojos. No se complicó en defensa, controló bien a Quintero y a la hora de armar el juego hizo lo más normal, buscar rápido a los mediocentros y no arriesgar en aventuras personales.

JESÚS ÁLVARO. No mejora. Rendimiento plano una vez más. Cuando se incorpora al ataque, el repliegue le cuesta un mundo y eso condiciona mucho el trabajo defensivo del equipo. Para colmo, no acertó a poner un centro bien en todo el partido.

ALBERTO DEL MORAL. Multiplicado. Tuvo que trabajar mucho en las coberturas a los laterales y multiplicarse en el doble pivote, al recaer sobre él casi todo el trabajo defensivo. Lo hizo bien y se vació para estar en todos los sitios, aunque el paso de los minutos le hizo lógicamente bajar en rendimiento.

JAVI FLORES. Participativo. Jugar en el doble pivote le dio la opción de estar constantemente en contacto con la pelota, algo que le hace crecer en el juego. Sin embargo, una amarilla tempranera le condicionó mucho en el trabajo defensivo y el paso de los minutos y el bajón físico hicieron el resto.

SIDIBÉ. Negado. Sin actitud, es complicado hacerlo bien, y es un mal endémico que el maliense demostró una vez más. Poco sacrificado en el repliegue, facilitando la entrada de su par por la derecha de la defensa blanquiverde. Agotó la paciencia de su entrenador, y de la afición, al borde del descanso.

DE LAS CUEVAS. Mejorado. Es evidente que con la propuesta de Germán Crespo, unida a la confianza de verse titular, está más cómodo. Hizo una buena primera parte, con constantes apariciones en la mediapunta, y firmó el gol que abrió el partido. Eso sí, el físico no le dio para mucho más a partir de entonces.

NAHUEL. Acelerado. Un partido con altibajos, aunque en su caso el esfuerzo siempre es el máximo, y es algo digno de alabar. Generó constante peligro por su banda, gracias a su fuelle, aunque el jugar con una marcha de más le llevó a cometer muchos errores.

WILLY LEDESMA. Sin acierto. Mucho trabajo y muchos intentos, pero a la hora de la verdad, no estuvo preciso en los remates. Un encuentro discreto en su tarea de finalizador, pero en un equipo en el que el esfuerzo no abunda, él nunca lo escatimó.

LUISMI. Revulsivo. Le cambió la cara al equipo tras el descanso, cogiendo el relevo de un Sidibé que restó mucho más de lo que sumó. Asistió a De las Cuevas en el gol y aportó verticalidad y desborde desde el costado derecho. Debió haber partido como titular.

ÁLEX ROBLES. Un desastre. No salió nada enchufado y falló en un par de acciones sencilla que hicieron a su equipo desconectarse en los minutos finales. Sacó un buen centro, pero no encontró rematador en el área. Por lo visto ante el Tamaraceite, Puga le ha ganado el sitio.

MARIO ORTIZ. Refresco. Entró para dar aire en la medular, después de un partido de mucho trabajo en el centro del campo. Estuvo bien en esa labor, dando salida al balón en apenas dos toques y tratando de llegar al borde del área rival, donde le faltó precisión en un par de intentos de disparo.

PIOVACCARI. Egoísta. Una vez más entró en el tramo final y lastró más de lo que ayudó. Por querer hacer la guerra por su cuenta agotó un par de opciones en ataque en los últimos minutos, cuando su equipo estaba ya muy justo de físico. Una temporada para olvidar de un hombre llamado a ser referente.

MOUTINHO. La tuvo. Germán Crespo tiró de él como último recurso en el descuento del partido. El mediapunta gozó de una gran ocasión, con un balón que le quedó muerto en el área rival, pero que Nauzet le sacó con los puños.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios