El Córdoba CF se ha impuesto al Tamaraceite por la mínima (0-1), en un partido que ganaba desde el minuto 2 y que pudo perder en el 93 debido a un penalti absurdo concedido. Becerra lo atajó y dejó los tres puntos del lado blanquiverde, para arrancar la segunda fase con optimismo.

BECERRA Héroe inesperado. El arquero se convirtió en el héroe inesperado de la victoria blanquiverde, pues atajó un penalti a Quintero en el último suspiro de un partido en el que apenas tuvo que intervenir. Hasta ese momento, mostró sobriedad y seguridad en las pocas acciones en las que tuvo que aparecer, casi todas en la segunda parte, aunque ninguna de verdadero peligro para su meta. Su brillante parada en el penalti le debe servir de empujón anímico para este tramo decisivo de la temporada, en el que ha recuperado la titularidad.

FARRANDO Pillo. Solo disputó 45 minutos pero fue decisivo en el encuentro, pues provocó las dos amarillas que vio Jordan y que dejaron al Tamaraceite con un futbolista menos antes de la media hora de juego. Fue sustituido en el descanso por la amarilla que arrastraba, pero estuvo serio atrás y se proyectó en ataque, con el habitual resultado de malos centros colgados, eso sí.

DJETEI Serio. Ni un fallo en un partido que requería mucha atención y concentración por las características del Juan Guedes. El camerunés se mostró poderoso en el juego aéreo cuando tuvo que aparecer para abortar balones colgados al corazón del área por el rival. Bien también en la salida de balón.

BERNARDO CRUZ Líder. A los dos minutos abrió el camino de la victoria con una acción en la que demostró que saltó al campo más enchufado que nadie, cazando el balón suelto en el área rival a la perfección. En la faceta defensiva se mostró seguro y se merendó a Eros Delgado en la primera parte. En la segunda sufrió algo más con Quintero, pero aún así estuvo muy contundente.

JESÚS ÁLVARO De más a menos. Buena primera parte del carrilero zurdo, que se encontró cómodo cuando tuvo opción de irse al ataque, doblando por su banda a Nahuel. El fuelle, eso sí, le duró poco, y acabó sufriendo bastante para tapar su banda, especialmente cuando Alexis Ramos ocupó ese carril en el segundo acto. Un par de pérdidas suyas en campo propio pudieron costar caro.

XAVI MOLINA Torpe. Después de hacer un partido prácticamente perfecto, lo emborronó en el último segundo con un penalti de una torpeza supina. Cargar sin control a un delantero rival en el área propia cuando restan 30 segundos para el final de un partido es una acción de difícil justificación. Y eso que hasta ese momento estuvo muy bien, colocado en la medular sin perder el sitio y cumpliendo con su misión a la perfección. Por suerte, ese borrón final no costó la victoria.

MARIO ORTIZ Perfecto. El mejor futbolista del Córdoba de largo durante los 73 minutos que estuvo en el campo. Tácticamente perfecto, sin perder apenas un balón en todo el partido, y multiplicándose tanto en el repliegue como en las coberturas, además de dar salida al balón con bastante criterio y de manera rápida y simple. Supo interpretar mejor que nadie lo que pedía un partido en ese campo y no debió ser sustituido, aunque estaba cansado.

SIDIBÉ Desconectado. Tuvo la primera ocasión de partir de inicio y tampoco mostró excesivos argumentos para seguir contando con la confianza de Alfaro. Y eso que arrancó bien el partido, mostrándose ordenado en la presión y sin perder su sitio. También se le vieron acciones poco inteligentes, como una patada a López Silva justo después de la expulsión de Jordan que le costó una amarilla que condicionó después su cambio.

JAVI FLORES Incómodo. No parecía el campo más apropiado para que el de Fátima pudiera lucir y así lo confirmó con su actuación. Tuvo la ocasión más clara para abrochar el partido en la primera parte, pero se topó con el larguero. Le costó entrar en juego y cumplir con el rol asignado en el repliegue.

NAHUEL Incansable. Puede estar más o menos acertado, pero tiene un corazón (y dos pulmones) que no le caben en el pecho. Peleó todas las pelotas y en la primera parte fijó a Aythami en defensa con su constante intento de desborde. En la segunda parte fue casi el único que estiró a su equipo en ataque y acabó, lógicamente, exhausto.

WILLY LEDESMA Solidario. Crucial su papel en la primera parte haciendo de punta de lanza en la presión del equipo blanquiverde. No ahorra un esfuerzo y eso, en un equipo en el que muchos sí lo hacen, es un alivio para Alfaro. En ataque apenas tuvo opciones ante la meta rival.

ÁLEX ROBLES. Cumplidor. No se le vio apenas, y dadas las circunstancias del choque, fue casi la mejor noticia. Sustituyó a Farrando tras el descanso con la misión de asegurar su banda en defensa y tratar de proyectarse en ataque, aunque pudo aparecer poco porque su equipo no tuvo la pelota. Atrás cumplió y eso ya es suficiente.

PIOVACCARI. Peligroso. Apenas tuvo una ocasión, pero sacó un buen disparo que topó en un defensa antes de coger portería. El peligro que genera casi sin necesidad de que su equipo lo busque es innegable, como también el poco esfuerzo en replegar cuando su equipo, y sobre todo su entrenador, se lo demanda.

MOUTINHO. Indolente. Un talento por encima de la media, que se desaprovecha cada semana. Entró fatal al partido, sin la intensidad necesaria y lento de ideas. En ataque gozó de una ocasión buena que no concretó por no disparar. En defensa cometió hasta tres faltas que pudieron costar caro, incluida la que dio lugar al penalti de Xavi Molina.

DE LAS CUEVAS. Testimonial. Alfaro optó por el alicantino ante la falta de fuelle de Javi Flores en el tramo final, pero apenas cumplió con esa idea de tener el balón y poder oxigenar a sus compañeros. Apareció solo en una ocasión y la perdió ante David García. Muy poco bagaje, aunque bien es cierto que entró en un tramo de partido que le convenía poco.

VISUS. Sereno. Debut con exigencias para el joven central del filial, que actuó como mediocentro defensivo y mostró temple y colocación para hacer exactamente lo que le pidió Alfaro. No fue superado en ningún momento y completó una buena primera aparición en el primer equipo, demostrando que el filial está para sumar siempre.