Entrevista a Pablo Alfaro - Entrenador del Córdoba CF (II)

“Es un momento de esperanza; se pueden sentar las bases de un proyecto fiable y sólido”

Alfaro, sentado en el banquillo de El Arcángel en un momento de su entrevista con 'el Día'. Alfaro, sentado en el banquillo de El Arcángel en un momento de su entrevista con 'el Día'.

Alfaro, sentado en el banquillo de El Arcángel en un momento de su entrevista con 'el Día'. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Cisco López

Redactor

· Rafael Cano

Redactor

-¿Tiene los mimbres para jugar así? Cuenta con muchos jugadores veteranos en la línea de ataque que pueden marcar diferencias con balón, pero quizás no están acostumbrados a correr tanto, a hacer esa presión alta. Quizás la manera de hacerles ver que deben hacerlo es diciendo que si lo hacen bien, correrán menos.

-Estás tocando las teclas que tengo que tocar yo, pero es la realidad. Es cierto que cuando tienes un potencial ofensivo, que creo que lo tenemos, y además intentas que las distancias, los recorridos, sean casi siempre en campo rival, ellos se suelen encontrar más cómodos. Lo hacen con mayor intensidad porque hacen menos, y obligas al rival a tener que encontrar soluciones diferentes. ¿Asumes riesgos? Sí, pero es que el fútbol y la vida son riesgos. Pero desde al autoconvencimiento de que ellos lo vean y lo sientan, creo que el equipo ahí puede crecer. Es verdad que no hemos encajado ningún gol ni nos han generado tantas ocasiones, pero es que ellos se pueden convencer de que se puede defender muy bien lejos de tu portería y pasas menos apuros. Lo que pasa es que los de atrás tienen que estar muy vigilantes, el portero tiene que jugar unos metros más adelantado... Todo el mundo tiene que participar de la faceta ofensiva, los defensas tienen que ayudar a atacar, y en la defensiva los delanteros tienen que ayudar a defender. Es una labor de grupo y eso me gustaría remarcarlo, porque por muchas individualidades que podamos tener, el colectivo va a estar siempre por delante de cualquiera, porque la gente quiere que gane el Córdoba, no que gane Pepito ni Fulanito ni Menganito. Ellos querrán meter los goles y eso está muy bien, pero siempre para el colectivo, que tiene que ser el que se vea beneficiado del trabajo y del talento de todos.

-Esa confianza y crecimiento del equipo permitió ver en el último partido muchísimas más ayudas, más solidaridad, que exige un esfuerzo más, pero que luego te permite robar y tener de nuevo la pelota.

-Claro, y tener más el balón tú, y que cuando robes tengas compañeros cerca y puedas iniciar un juego con los cercanos y luego cambiar la orientación para que el equipo tenga amplitud por el otro lado… Al final es un trabajo solidario, un trabajo de todos, y a nivel emocional y psicológico es más complejo el defender hacia adelante, no por los esfuerzos físicos, sino porque la gente de arriba, cuando tiene que defender hacia adelante, hay momentos en los que no saben lo que hacen sus compañeros de atrás, y tienes que tener fe en ellos, tienes que creer que ellos van a ir contigo. Si el delantero que va a la presión ve a la segunda vez que los demás no han ido, a la tercera ya no va porque es un esfuerzo inútil. No es lo mismo defender desde atrás, que no tienes que creer en tus compañeros porque estás viendo, que cuando no ves, que sí tienes que tener fe en tu equipo. Eso reconforta un montón cuando tú vas y, de repente, a lo mejor no robas tú, pero sí el de detrás, y ves que los tuyos están contigo; eso te de un chute de energía para la siguiente seguir yendo. El día de El Ejido, el primer gol, que siempre es el más difícil porque es el que abre el partido, en el vídeo yo les puse el gol y el saque de centro, porque esa es la siguiente ocasión de gol nuestra; en un minuto, al rival le estás diciendo "quiero ir a por a ti, pero es que cuando empiece, quiero ir otra vez a por ti". Y eso crea una situación de plenitud y en el rival genera una situación de que siguen viniendo a por mí. Son situaciones que no te gusta sufrir a ti, pero que lógicamente puedes plantearlas a los adversarios, con todo el respeto del mundo porque ellos tienen también sus facultades y te van a complicar la vida mucho.

-Al final, un equipo valiente, que va a arriba, pero que no lo hace solo para meter goles, sino también para no recibirlos. Y la clave para estar arriba al final es esa, encajar poco.

-Eso te genera mucha confianza y sabes que de tu trabajo y de esa insistencia en percutir el muro del rival viene ese equilibrio, porque si tú encajas con facilidad, te cuesta mucho más plantear este tipo de situaciones. Algún día nos marcarán, porque no conozco ningún equipo que no encaje nunca, pero que situaciones así no nos lleven a que nuestro objetivo tenga que ser éste. Y al final, de manejarlo bien, eres un equipo más fiable y tienes más opciones.

Pablo Alfaro, sonriente durante la entrevista con 'el Día'. Pablo Alfaro, sonriente durante la entrevista con 'el Día'.

Pablo Alfaro, sonriente durante la entrevista con 'el Día'. / Miguel Ángel Salas

-¿Y con balón? Tenerla por tenerla, no.

-Tenemos que ir poco a poco madurando en la idea de juego. Ir madurando que una transición y un robo rápido a lo mejor requiere de dos pases para ponerte de cara a la portería rival, e ir viendo que, por ejemplo, el Albacete nos espera en campo propio y no vamos a regalarle el balón, tenemos que iniciar, meter un mediocentro entre ellos, dar soluciones a los centrales… Ir sabiendo manejar las situaciones. Sí es verdad que cuando siempre tienes el balón en campo rival, lógicamente el peligro del rival suele ser menor, pero el balón hay que tenerlo para intentar hacer daño. Y muchas veces el daño no es solo percutir, sino ser capaces de circular, dar una vuelta, desajustar a los rivales… facetas que creo que podemos mejorar porque creo que tenemos capacidad para hacerlo.

-Y mejorar también la estrategia, tanto la defensiva como la ofensiva, una faceta clave para desatascar partidos en una categoría tan igualada.

-Hay que trabajarla porque es una faceta del juego más, y bien hecha, a nivel defensivo te da mucho, te aporta mucha seguridad, y a nivel ofensivo también te da. De hecho, el tercer gol que hacemos a El Ejido es de una estrategia, un córner que sacamos en corto, jugamos, centramos… Son facetas del juego y un entrenador no tiene que negarse a trabajar ninguna de ellas, porque cuanto más igualado es un partido, hay momentos en los que eso te lo desatasca, o te lo atasca más de la cuenta. Siempre que manejemos alternativas diferentes, seremos mejor equipo. Es cuestión de trabajarlo mucho, pero si tienes buenos lanzadores, si tienes gente poderosa en el juego aéreo, si coordinas bien los movimientos, se puede y se debe hacer.

-¿Tuvo que tocar algo en la parte defensiva?

-Algún matiz. Pero me gusta recargar que el equipo ya tenía hábitos buenos. Uno no puede llegar y, de repente, como ha sido nuestro caso, encadenar victorias sin que haya habido un trabajo previo. Hay que reajustar cositas, cosas que te gustan más o menos, pero hay un trabajo previo ya hecho, y una capacidad individual y colectiva… Pero hay que buscar el rendimiento más óptimo, el mayor posible, no quedarnos en un 75, ir buscando el 100 y, si podemos, el 105.

-La dirección deportiva ha marcado la línea que pasa por reforzar el ataque en enero, pero no sé si ha pedido algo más…

-Empieza un mes en el que tenemos que estar con las orejas muy tiesas. Primero porque es probable que hasta a jugadores nuestros los puedan tocar de otros equipos y hay que estar súper atento a ellos; y después por lo que pueda venir, y no hay que estar solo atentos a una posición sino a lo que el mercado nos pueda ofrecer, pero que mejore lo que tenemos. Porque hay una cosa que no debemos de romper que es el capital humano y el tipo de grupo que tenemos a nivel de vestuario porque, en ese sentido, creo que somos de notable alto, cerca del sobresaliente, y eso no lo podemos romper porque al final tiene consecuencias. Pero tenemos que estar abiertos a la mejora. El club va a estar atento a que los tiburones no vengan, porque ahí sí te pueden hacer un daño tremendo, y después a lo que se pueda mejorar. Eso sí, si viene algún futbolista, que cuando entre por el vestuario los compañeros ya sepan que viene a mejorar lo que hay, eso es importante.

"No debemos de romper el tipo de grupo que tenemos, porque somos de notable alto, cerca del sobresaliente"

-Hay algún jugador que se ha quedado atrás en estos primeros partidos, como Salido y Darren.

-Ha sido un tema de competencia fundamentalmente, porque él [Darren] es un chico, además, que debutó en liga y luego salió del equipo, ya no tenía continuidad, y llega un cuerpo técnico nuevo que busca rendimiento inmediato porque este barco lleva una velocidad… y ahí es donde más le puede costar entrar. Por eso digo que es comprensible que haya chicos que a lo mejor, sin tener continuidad, nos puedan decir que quieren buscar una alternativa diferente, y otros chicos que teniendo continuidad puedan venir a por ellos. Entonces, tenemos que estar muy atentos a todo, porque es un mercado que cuando acabe ya quedarán cuatro partidos de esta fase, y alguna baja te puede hacer mucho daño si no estás muy atento.

-Lo que pueda venir, que llegue pronto y esté para jugar.

-Claro, es que la capacidad de adaptación tiene que ser… Si ya los mercados de invierno siempre son más complejos, ¿qué mercado puede tener un club como el nuestro? Futbolistas de Segunda que no estén teniendo continuidad, futbolistas de Segunda B que no es fácil sacarlos porque están jugando en sus equipos y tiene que hacer a través de una contraprestación, y futbolistas españoles que están jugando fuera que dejan de cobrar y tal, pero que sabes que tienen continuidad… Es un mercado muy concreto. El mercado de la gente joven, con tanto filial, tampoco es sencillo…

El banquillo de El Arcángel, el nuevo hábitat natural de Alfaro. El banquillo de El Arcángel, el nuevo hábitat natural de Alfaro.

El banquillo de El Arcángel, el nuevo hábitat natural de Alfaro. / Miguel Ángel Salas

-Sobre todo ahora que todos los filiales quieren subir.

-Sí, y alguno que no está para subir, sino peleando por otras cosas y tienen potencial. Es un enero de estar súper atento al movimiento.

-Y pensando que estén cuanto antes pero para que el equipo sume para alcanzar el objetivo final.

-Esa es un poco la tarea. No es lo mismo que un futbolistas llegue el 4 de enero a que llegue el 30, porque ya han pasado cinco partidos de esta primera fase que quedan diez. Tiene que ser adaptación muy rápida, cuanto antes te acostumbres a las nuevas dinámicas mejor, y mientras tanto el barco sigue navegando. Hay que ser muy cautos, porque hay un primer premio a finales de febrero, que si te lo has ganado hay un premio para seguir compitiendo por él, y luego al final ya iremos viendo. Este año es muy novedoso y tiene esa incertidumbre. Como decía Luis Aragonés, cuando queden diez partidos nos jugamos todo… pero es que ya estamos, y estamos en Navidad, no en abril.

-¿Le gusta cómo ha quedado este año la competición? La temporada pasada fue muy crítico y al final no le fue bien con el Ibiza ante el Cornellá…

-Este es el año de la transición a la creación de una nueva categoría que el fútbol español necesitaba, porque la tienen el alemán, el inglés, el francés y el italiano. Necesitábamos esa categoría que sea profesional a todos los niveles en cuanto a cobertura laboral, Seguridad Social, con unos contratos televisivos porque ya hay plataformas interesadas, y todo será fútbol profesional. Y tiene que haber un año, y como es el año que nos ha cambiado la vida a todos, queramos o no, pues posiblemente sea éste que tengamos que aprovechar para esto. Y de esta nueva categoría con 40 equipos, pues saldrá un producto mucho más vistoso y profesional a todos los niveles, pues aumentará el seguimiento, el nivel de todos los equipos… porque pasaremos de 102 a 40. Este año de 102 suben cuatro, y es un embudo brutal, pero ya la siguiente de 40 subirán cuatro, y posiblemente hasta los primeros, que hayan hecho una campaña buena, ya tendrán premio final. Será todo con una sensatez y una profesionalidad diferente, pero este año es el de la transición y hay que adaptarse rápido, nos guste o no nos guste. A mí la del año que viene me gustará más, porque ya tendrá mucho más empaque; este año premias las buenas rachas muy cortas, y las malas te fulminan, pero es lo que nos toca vivir esta temporada.

-Favorece al fútbol profesional, pero no sé si es el rejón de muerte para el fútbol modesto.

-Posiblemente se dividirá mucho más lo que es la profesionalidad, y habrá una selección natural, porque ahora mismo también había casos que les pasaban a muchísimos equipos, que conseguían el premio del ascenso a Segunda B con unos presupuestos similares, con unos ingresos que no aumentaban mucho más allá de la visita de un grande que te salvaba la taquilla, pero los gastos eran mayores, los futbolistas cobraban más e ingresabas menos; y era una situación que se iba transmitiendo de año en año y no terminabas de salir de pobre. Ahora vas a tener esta oportunidad. Ahora, por ejemplo, la selección natural hará que en dos o tres años los equipos estén en su sitio natural. Este primer año va a haber clubes sin estructura profesional que se van a meter en esa Segunda B Pro, pues hay grupos que no tienen dos equipos históricos y va a haber una tercera plaza que ya del tirón va a ser para ellos, y la van a disfrutar, y van a tener contratos televisivos, las instituciones les van a apoyar… Pero estoy convencido de que para el fútbol va a ser mejor, y al final cada uno va a estar en dos o tres años en su lugar natural. Seguirá habiendo equipos como el Cornellá, que lleva tres años seguidos jugando play off, la dirección deportiva trabaja fantásticamente bien, el fútbol base también y es muy probable que se puedan volver a meter este año porque lo están haciendo muy bien, pero ves el escenario donde juega… y tendrá que llegar la Federación y dirá que o reúnes las condiciones o tendrá que ser complejo, que seguro que se adaptarán, pero premiará también a ese tipo de clubes y al final el que haga el trabajo bien podrá estar y el que no, pues como pasa en la vida, si no mides 1,90 no vas a jugar en la ACB, por selección natural lo harán dos y el resto, en la siguiente categoría.

El técnico blanquiverde, en el túnel que da acceso al césped de El Arcángel. El técnico blanquiverde, en el túnel que da acceso al césped de El Arcángel.

El técnico blanquiverde, en el túnel que da acceso al césped de El Arcángel. / Miguel Ángel Salas

-Y en esa selección natural, ¿dónde estará el Córdoba en dos o tres años? Dónde le gustaría verlo?

-Me gustaría verlo lo más arriba posible. Y ahora mismo, y hablo desde mi inexperiencia en el Córdoba, pero con mi experiencia en el fútbol profesional, se pueden empezar a sentar las bases de un proyecto fiable y sólido. En Córdoba, que ha tenido siempre buenos equipos, que ha conocido la élite, aunque se ha manejado mucho más en Segunda, pero ha habido mandatarios que han dado mucha inestabilidad, y al final era un producto de "este año, pero el año que viene a ver qué pasa", o "este año muy mal, pero el año que viene a lo mejor sí", y aún con todo eso, la fortaleza que para mí tienen esta ciudad y este club es que siempre ha habido una masa social que ha estado detrás, y que ha sufrido con las penas y ha disfrutado con las alegrías. Ahora, por lo menos lo que está detrás puede dar una estabilidad y una seriedad para que el Córdoba como club pueda ir creciendo ya sin los vaivenes. Porque, además, ahora pasa una cosa que antes no sucedía, y es que si te metes en el fútbol profesional y lo gestionas bien, cada vez es más difícil que vuelvas a caer. Y hay ejemplos como el Eibar, el Leganés, el Alcorcón, el Fuenlabrada, el Lugo… que tienen menos población y menos masa social que tú, y esto era impensable, pero lo han conseguido. Al final es copiar lo que hacen ellos porque si tú ahora mismo te metes arriba, y sin deudas, tienes muchas opciones de que si el proyecto es sólido y se trabaja en una dirección correcta, se puede convertir en fiable. No solo para el cordobesismo, sino para cómo nos ven desde fuera. Porque al final una de las preguntas es ¿cómo nos ven al Córdoba en el fútbol español? Y ellos te dan un feedback que es muy importante. Eso está cambiando. Hay unos inversores, que son lejanos, pero del potencial económico no vamos a dudar ninguno que lo tienen, y ellos quieren promocionar la marca de su país a través del deporte internacional y para Córdoba eso puede ser un lujo; los gestores vienen también del mundo del deporte y tienen una línea marcada. Posiblemente sea el momento de la esperanza, porque una vez que te instales ahí, si la cosa sigue por el mismo camino, ya va a ser difícil que te saquen.

"Si ahora mismo te metes arriba, sin deudas, si la cosa sigue por el mismo camino, ya va a ser difícil que te saquen"

-Fiabilidad de proyecto y fiabilidad de banquillo, porque con tanto cambio de entrenador...

-Eso parte de la inestabilidad y de las prisas, que por una parte las entiendes, pero por otra parte te colocan en una insatisfacción permanente. Si miramos las estadísticas de los equipos que suelen tener el premio al final, el 85% son los que han apostado por un proyecto y lo mantienen. Hay alguna excepción, pero no es lo normal porque si ya empiezas mal, vas torcido, y además ese tiempo de ventaja ya te lo llevan.

-Habrá que tratar de estar en el 15% restante.

-Esperemos. Como este año es todo más cortito… pero suele pasar. También es verdad que la dirección deportiva y la general en el club llevan apenas un año. Llevan en el remolque todo lo de antes, que no todo te lo quitas en un año. Ellos tienen sus ideas, su proyecto, y eso lleva un proceso, pero en el fútbol parece que solo entendemos de domingo a domingo.

-El Pablo Alfaro ganador, ¿se conformaría con el ascenso a la nueva Primera RFEF o eso no lo consideraría un ascenso?

-Yo ahora tengo lo exámenes parciales. Los finales son en junio, pero ahora viene el Getafe. No he visto aún un partido del Betis Deportivo, porque estoy centrado en el Getafe y luego me dará tiempo para preparar el otro. Hay que disfrutar del camino para llegar bien al tramo final. Vamos a disfrutar, trabajando, compitiendo y aumentando el nivel, buscando que los jugadores disfruten trabajando y no sufran.

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