Córdoba CF - Racing Ferrol | La crónica

El Córdoba CF firma su acta de defunción (1-2)

Los jugadores del Córdoba CF, abatidos por la derrota al término del Córdoba CF - Racing Ferrol. Los jugadores del Córdoba CF, abatidos por la derrota al término del Córdoba CF - Racing Ferrol.

Los jugadores del Córdoba CF, abatidos por la derrota al término del Córdoba CF - Racing Ferrol. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

Se acabó la milonga. Si tenía alguna opción de pensar en el play off, el Córdoba CF la enterró dándose un tiro en el pie ante el Racing Ferrol, en el duelo aplazado de la jornada 29. Un error grosero de Calderón facilitó el tanto de Carlos Vicente que supuso la derrota y desató los ajustes de cuentas desde la grada hacia una plantilla que ha decepcionado en una temporada que empezó sobre ruedas y que va a terminar de manera dantesca. Con un mes de competición por delante, a los blanquiverdes ya no les quedan prácticamente objetivos -si acaso el acceso a la Copa del Rey- y cada semana pesará como una losa para un proyecto que queda tocado y abocado a una profunda renovación el próximo verano.

Era la última bala para un equipo acuciado por la falta de victorias. Y tampoco llegó ante el Racing Ferrol. Los gallegos arriesgaron dejando pasar los minutos sin buscar el triunfo, sabedores de que siendo fiables en defensa su oportunidad podía llegar en cualquier momento. Y ese tren hacia el triunfo arribó para el equipo de Cristóbal Parralo en los compases finales, facilitado por un desastroso Calderón, que puso la alfombra roja a Carlos Vicente en el tanto que decantó el partido.

Manuel Mosquera introdujo tres novedades en su once inicial respecto al que empató el domingo con el Deportivo de La Coruña. Calderón cogió el sitio de Ekaitz Jiménez, Jorge Moreno el de José Alonso y Diarra el de Casas. Con todo, la principal novedad estuvo en la apuesta del técnico por jugar con un 4-2-3-1 en el que Javi Flores era el enlace entre la medular y Willy Ledesma. El Racing, por su parte, apenas sorprendió con Jaume Jardi en la banda izquierda del ataque, dejando a Héber Pena en el banquillo.

La presencia de tres centrocampistas en el equipo titular permitió al Córdoba tener más el balón desde los primeros compases, algo que también favoreció la actitud de un Racing Ferrol agazapado prácticamente en campo propio, renunciando a presionar en bloque alto para intentar robar y salir con la máxima velocidad por bandas.

Pese a tener la bola, le costó al Córdoba encontrar caminos hacia la meta rival y conectar con un Willy Ledesma que era el objetivo de todos los balones en largo que sus compañeros emplearon, siempre sin fortuna, cada vez que el rival atosigaba lo más mínimo. Para colmo, la imprecisión en la circulación de balón hizo acto de presencia y, llegados al cuarto de hora, una pelota que perdió Diarra la desperdició Álex López con un disparo blando.

Jorge Moreno gana un balón por alto a Manu Justo en el Córdoba CF - Racing Ferrol. Jorge Moreno gana un balón por alto  a Manu Justo en el Córdoba CF - Racing Ferrol.

Jorge Moreno gana un balón por alto a Manu Justo en el Córdoba CF - Racing Ferrol. / Miguel Ángel Salas

La primera parte transitó tal y como cabía esperar para dos equipos que venían de jugar el fin de semana y que eran conscientes de que sería en el tramo final del encuentro donde habría que poner más intensidad. Con esa premisa, ambos contendientes miraron más por evitar ser dañados que por percutir sobre el rival. A ello hubo que sumar la incapacidad del conjunto local para poner con precisión el balón en el área y la poca ambición del cuadro gallego para terminar de dibujar un duelo soso y sin sustancia en la primera parte.

Solo un córner botado por Kike Márquez y cabeceado por Caballero, que Gazzaniga detuvo sin apuros, sacó del tedio a los poco más de 8.000 fieles que se dieron cita en El Arcángel. Buena parte de ellos mostraron ya su descontento poco antes del descanso, después de dos pérdidas consecutivas de Javi Flores y Calderón que colmaron la paciencia. Los reproches siguieron cuando los futbolistas enfilaron el camino de los vestuarios al término de una primera parte que no pasará a la historia del fútbol. A buen seguro que Mosquera se machó más contento, pues por primera vez desde que es entrenador del Córdoba su equipo logró llevar el choque a un duelo de mínimos en el que no salió tocado del primer acto.

El cambio de actitud en ambos equipos fue notorio tras el descanso. Era evidente que había llegado la hora de ir a por los tres puntos. Aunque fue el Córdoba el que los buscó con más insistencia desde esos primeros compases del segundo acto. Los blanquiverdes lograron despertar a la grada cuando Javi Flores se internó por la derecha y encontró a Kike Márquez, cuya vaselina despejó Gazzaniga con apuros. Mosquera buscó que ese tirón de los suyos tuviera continuidad y gastó dos ventanas de cambios con De las Cuevas y Marco Camus. 

Mientras tanto, el Racing Ferrol se afanaba en que pasara lo mínimo posible sobre el césped, salvaguardando su portería y a la espera de cazar una acción aislada en ataque cuando el Córdoba diera un paso adelante ante la urgencia de conseguir la victoria. En esos minutos se vio al conjunto blanquiverde de las últimas semanas, un quiero y no puedo que volvió a desesperar a la grada.

Manuel Mosquera agotó su tercera ventana de cambios buscando atacar con dos puntas ante la falta de claridad de los suyos. Casas y Juan Villar formaron una dupla que, pocos minutos después de ingresar al terreno de juego, gozó de una gran ocasión. El rambleño recibió de espaldas un balón entre líneas de Miguel de las Cuevas y conectó con el onubense, que en carrera sacó un disparo que Gazzaniga repelió con apuros.

Caballero y Manzanara pelean por el balón en el segundo tiempo del Córdoba CF - Racing Ferrol. Caballero y Manzanara pelean por el balón en el segundo tiempo del Córdoba CF - Racing Ferrol.

Caballero y Manzanara pelean por el balón en el segundo tiempo del Córdoba CF - Racing Ferrol. / Miguel Ángel Salas

Fue la mejor ocasión del Córdoba en el segundo tiempo, porque a partir de ahí todo fueron ya intentos precipitados y a contrarreloj con escaso acierto. Para colmo de males, antes de poder agotar opciones con un último arreón, el error defensivo de cada partido hizo acto de presencia. Héber Pena metió un balón en el área blanquiverde sin aparente peligro, pero Carlos Vicente le ganó la posición a Calderón ante la pasividad del zaguero, controló con el pecho y batió sin oposición a Carlos Marín.

Un tanto que supuso un mazazo para el equipo, noqueado e incapaz de levantarse desde ese momento hasta el pitido final. Mientras tanto, en la grada empezó el ajuste de cuentas, con una bronca larga y sostenida hacia los jugadores, que aguantaron el tipo entre el abatimiento y la impotencia por ver que la temporada a nivel de objetivos ya ha terminado. Eso sí, por delante queda un mes que se hará largo y duro para todos.

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