Córdoba CF - Pontevedra CF | La crónica

El triunfo de la fe (1-0)

Diarra celebra eufórico el gol de la victoria del Córdoba CF ante el Pontevedra. Diarra celebra eufórico el gol de la victoria del Córdoba CF ante el Pontevedra.

Diarra celebra eufórico el gol de la victoria del Córdoba CF ante el Pontevedra. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

Costó de lo lindo. Hubo que sufrir como nunca esta temporada, pero así supo mejor. El Córdoba CF sumó tres puntos importantísimos en la visita del Pontevedra a El Arcángel, en un partido que se complicó de lo lindo por esos intangibles del fútbol que te pueden dificultar la vida el día menos esperado. Pese a la adversidad que supuso perder a Gudelj a los diez minutos por expulsión, el Córdoba se rehízo y terminó encontrando el camino de la victoria con un gol de Diarra que da a los blanquiverdes una renta de cinco puntos que es oro ahora mismo en la clasificación.

Como era de esperar, para combatir la acumulación de minutos en una semana con tres partidos, Germán Crespo hizo gala de la profundidad de su plantilla y planteó hasta seis cambios respecto al equipo que salió como titular en Riazor el pasado sábado. Aún así, el equipo era imponente, con la idea de buscar el triunfo desde el primer minuto sin lugar para las especulaciones.

Y en ese camino empezó el Córdoba, que en el primer minuto de juego pudo desequilibrar ya el duelo. Carracedo rompió en velocidad por su banda para recibir un pase profundo de Puga, aprovechando el atrevido planteamiento defensivo del cuadro gallego. El centro del extremo derecho lo remató mal Willy, con todo a favor, aunque la jugada quedó anulada por fuera de juego en su inicio.

Fue un aviso para el Pontevedra, aunque los de Antonio Fernández también mostraron pronto sus armas. Parapetados en la superioridad numérica de su centro del campo, con un trivote y dos bandas bien sacrificadas, el cuadro gallego tuvo una gran ocasión en el 6 de juego, con un remate de Diego Seoane tras un córner botado desde el perfil izquierdo de su ataque.

Con todo, el mando del partido lo tenía el Córdoba gracias al trabajo de Diarra y Álex Bernal, que conectaron fácil en el arranque con De las Cuevas, apareciendo entre líneas. Sin embargo, las cosas del fútbol, todo iba a cambiar en el minuto 10. Tras una pérdida sin aparente peligro en el centro del campo, Gudelj hizo una dura entrada a Miguel Román que le costó una roja fulminante.

El central se marchó protestando de manera airada y el golpe dejó al Córdoba tocado durante muchos minutos. Germán Crespo sacrificó a De las Cuevas para recomponer su zaga con Jorge Moreno. Tocaba trabajar de más y hacerlo a contracorriente. Y ahí el Pontevedra tuvo 20 minutos de placidez, entre que el CCF asimilaba la pérdida y se rehacía.

Gudelj protesta la acción de su expulsión ante el Pontevedra. Gudelj protesta la acción de su expulsión ante el Pontevedra.

Gudelj protesta la acción de su expulsión ante el Pontevedra. / Miguel Ángel Salas

En ese tramo del partido se echó en falta más valentía del conjunto granate, algo que al Córdoba le vino de perlas para asentarse. Los blanquiverdes se adaptaron a la inferioridad numérica y trataron de hacer daño por los costados. Un buen centro de Calderón no lo remató por poco Willy ante Cacharrón.

Claro que el peligro ya estaba en cada acción en la que el Pontevedra encontrase la superioridad. Una buena internada de Brais Abelenda le sirvió a Rufo para sacar un potente disparo que salvó Carlos Marín de manera segura. En una arrancada posterior de Puga tuvo el CCF su mejor ocasión del primer tiempo. El granadino dejó a dos rivales atrás y su centro no lo empujó Willy a gol por centímetros. Al paso por los vestuarios, y tras tanto contratiempo, el resultado era prácticamente la mejor noticia para el Córdoba.

Tras el descanso, el partido se abrió mucho más. Germán Crespo buscó frescura en la medular con Javi Flores. Pero antes de poder generar nada en ataque, el Córdoba tuvo un susto que le pudo costar el partido. Alberto Rubio le ganó una acción en defensa a Puga y sacó un centro raso que Brais Abelenda remató en el punto de penalti solo, para que Carlos Marín agrandara su gigantesca figura vistiéndose de héroe para conjurar el peligro.

El Pontevedra vio entonces opciones reales de asaltar El Arcángel y no tardó demasiado en meter más mordiente en ataque con Charles y un Gueye que, escorado a la izquierda, hizo daño desde el primer balón que tocó. Además, las imprecisiones no ayudaban a un Córdoba que vio como Calderón perdía una bola que Alberto Rubio no aprovechó en una rápida contra de su equipo.

Los blanquiverdes se quitaron el susto percutiendo en ataque y Carracedo rozó el gol un minuto más tarde. Una buena pared del extremo con Puga le permitió ingresar en el área y sacar un primer chut que desvió Cacharrón. El rechace lo cazó el propio Carracedo y su zurdazo lo sacó un defensa de manera providencial cuando ya entraba.

Willy Ledesma remata un balón en el área del Pontevedra. Willy Ledesma remata un balón en el área del Pontevedra.

Willy Ledesma remata un balón en el área del Pontevedra. / Miguel Ángel Salas

Esa gran ocasión animó a los de Germán Crespo, que pasada la hora de juego tuvieron otra gran ocasión. La fabricaron José Ruiz y Casas, cambios del técnico granadino para buscar una marcha más en los suyos. Un centro perfectamente medido del lateral lo cabeceó el ariete rambleño libre de marca en el punto de penalti, pero demasiado centrado.

Con mucha dificultad por su inferioridad numérica, pero con la voluntad de ir al ataque, el Córdoba siguió percutiendo hasta encontrar el premio. Fue en una acción a balón parado, donde las fuerzas se igualan. Javi Flores la puso desde la derecha, Diarra cabeceó en primera instancia y José Cruz devolvió el balón al área con otro cabezazo que habilitó de nuevo a Diarra para, esta vez sí, superar a Cacharrón en su segundo esfuerzo.

El tanto era oro puro a esas alturas del partido y, como tal, se afanó en defenderlo el Córdoba. Los blanquiverdes no tuvieron duda alguna en replegar líneas y aguantar el previsible chaparrón final del Pontevedra, que no fue tal como se esperaba por el sacrificio de los locales en tareas defensivas, animados por el aliento de su público. El duelo se tensó en esos minutos, cayeron tarjetas por doquier, pero los tres puntos ya no se fueron de El Arcángel, en un ejercicio de fe y corazón que deja al Córdoba CF destacado en la tabla.

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