Córdoba CF - Las Palmas Atlético | La Crónica
  • Los blanquiverdes celebran el ascenso con una goleada que les da el campeonato de Segunda RFEF

  • Casas y Willy siguen alimentando el pique sano por ser el máximo goleador del equipo en liga

Un campeón insaciable (5-1)

Casas celebra su segundo gol ante el filial de Las Palmas. Casas celebra su segundo gol ante el filial de Las Palmas.

Casas celebra su segundo gol ante el filial de Las Palmas. / Juan Ayala

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

No se cansa de ganar. Ni siquiera con el ascenso ya conseguido y después de una semana de celebraciones baja el pistón este Córdoba CF insaciable que solo sabe sumar de tres en tres puntos. Tanto es así que a falta de tres jornadas ya es el campeón de toda la Segunda RFEF y tiene a tiro completar ese pleno de victorias en casa que pondría el colofón perfecto a una temporada para el recuerdo.

Poco importó que Las Palmas Atlético se jugara su última bala para la permanencia, pues al Córdoba se le caen los goles como ha venido sucediendo toda la temporada y sin necesidad de pisar el acelerador a fondo le hizo cinco a un filial con calidad pero muy frágil en el área propia. Y mientras tanto, la afición blanquiverde sigue en esa nube que está siendo una temporada casi perfecta de los suyos.

Las bajas de Javi Flores, que finalmente acabó dando positivo en covid tras varios días en duda, y de Miguel de las Cuevas, abrieron sitio en el once inicial para Toni Arranz y Julio Iglesias, dos de esos jugadores que han contado con pocos minutos durante el curso y que ahora tienen la oportunidad de demostrar que quieren y pueden seguir en este equipo en Primera RFEF. Por lo demás, Germán Crespo siguió demostrando que quiere ganar todos los partidos y apostó por su equipo tipo, sin ni siquiera conceder a Felipe Ramos la alternativa en portería.

Con todo, la ausencia de dos de los cerebros más clarividentes del equipo la acusó de inicio un Córdoba CF frío, quizás en demasía. Solo la tibieza de un filial con calidad pero tremendamente bisoño y cándido permitió a los blanquiverdes no acusar su mala puesta en escena. Más de un cuarto de hora tardaron en carburar los de Germán Crespo. Empezaron a hacerlo cuando el equipo encontró a Simo en la izquierda y el extremo de origen marroquí trazó diagonales hacia el interior; también con las siempre incisivas internadas de José Ruiz.

Simo presiona a un jugador de Las Palmas Atlético. Simo presiona a un jugador de Las Palmas Atlético.

Simo presiona a un jugador de Las Palmas Atlético. / Juan Ayala

Pero de lo que principalmente vivió el Córdoba en ese tramo inicial del partido fue de la voracidad de Antonio Casas, un jugador que no conoce la relajación y que afronta cada partido como si de una batalla se tratase, en la que el único objetivo es hacer gol. Lo encontró el rambleño en conexión con Simo, pero el árbitro anuló el tanto por fuera de juego. La conexión volvió a repetirse poco después, esta vez sin traba alguna. Simo sorteó un par de contrarios mientras se internaba en el área y tiró una rápida pared con Antonio Casas, que sacó un derechazo raso que se coló entre las piernas de Cendón.

Fue ese chispazo el que encendió al CCF definitivamente, para que los blanquiverdes monopolizaran entonces el balón y sometieran a un tierno filial canario que quiso poner intensidad, pues en ello le iba la vida, pero que no encontró el modo de hacerlo. Los amarillos mostraron tanta capacidad y solvencia para irse al ataque como falta de concreción en el momento definitivo, amén de una fragilidad defensiva que es la que les ha condenado al descenso esta temporada.

Porque esas facilidades atrás son las que terminaron por romper el partido. Nada más regresar del descanso, el Córdoba asestó el golpe definitivo. Y lo hizo con suma facilidad. Gudelj envió un balón profundo hacia Casas que el punta controló ganando la espalda a los centrales amarillos. El rambleño maniobró en el área hasta acomodarse el balón a su pierna izquierda y volvió a cruzar el cuero a la perfección ante Cendón.

Casas celebra su segundo gol ante Las Palmas Atlético. Casas celebra su segundo gol ante Las Palmas Atlético.

Casas celebra su segundo gol ante Las Palmas Atlético. / Juan Ayala

Con el 2-0, Germán Crespo, que ya había hecho un par de permutas al descanso, sacó más artillería para seguir haciendo daño en ataque, pero lo que su equipo se encontró fue el tanto de Las Palmas. Bajó un punto la intensidad del Córdoba y en una pérdida de Álex Bernal en campo propio, David Simón condujo desde la derecha y su centro, rechazado en primera instancia por Bernardo, lo remachó a gol Iñaki Elejalde para poner picante al partido.

El gol hizo creer a Las Palmas Atlético como no lo había hecho en todo el partido. Los amarillos subieron líneas, plantaron la defensa en el centro del campo y apretaron a un CCF que sufrió durante algunos minutos. Pero antes de que la zozobra llegara a la grada, el cuadro cordobesista golpeó con esa pegada tan característica en esta temporada. Un balón en largo desde campo propio lo ganó Casas, que sirvió el tanto en bandeja para un Luismi que definió a la perfección ante Cendón.

El filial bajó entonces los brazos y eso te condena ante un Córdoba acostumbrado esta temporada a no frenar hasta el pitido final, motivado por seguir haciendo goles y marcar nuevos registros. Un balón en largo que cazó Willy, ya con la zaga amarilla desarbolada, permitió al de Torremejía romper su sequía. Y ya en el 90 fue Omar Perdomo el que se reivindicó con un buen gol tras cazar de primeras en el área un centro desde la derecha de Luismi.

Sin despeinarse, el Córdoba propició una bonita fiesta en El Arcángel, que acabó coreando el Campeones para cerrar otra jornada plácida. La que amenazaba con ser una campaña de pesadilla se acabará haciendo corta para el cordobesismo, que no para de disfrutar con su equipo, campeón e insaciable hasta el final.

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