El Córdoba CF se olvida de competir y encadena la peor racha de derrotas de la era Ania
El escáner | Análisis de la jornada 41
Los blanquiverdes, con una notoria falta de intensidad, enlazan tres reveses seguidos, un hecho que nunca se había dado con el de Oviedo en el banquillo
Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Eibar

Córdoba/"Queremos competir, ganar y hacer bien las cosas". Estas premisas las dijo Iván Ania el pasado viernes en la previa del partido que iba a disputar el Córdoba CF en Ipurua ante el Eibar, donde los blanquiverdes cayeron por un claro 4-1 y encadenaron tres derrotas consecutivas por primera vez en la temporada de su regreso al fútbol profesional. Con los deberes hechos, el revés en Burgos supuso el adiós competitivo de un conjunto cordobesista que se está dejando llevar en esta recta final de competición.
Iván Ania fue autocrítico tras la derrota en Ipurua. El técnico de Oviedo vio cómo todo el cordobesismo que su equipo no es el mismo de gran parte de esta segunda vuelta liguera. El mejor equipo visitante de esta segunda parte del campeonato no compareció ante un Eibar que aprovechó los errores, desajustes y falta de intensidad blanquiverde para apuntarse su último triunfo en un estadio donde los cordobesistas siguen sin ganar (y ya van 12 visitas).
La tensión y el gen competitivo del Córdoba CF dijo basta tras el revés en Burgos, donde se quedó sin opciones de play off de ascenso a Primera División. El conjunto blanquiverde, que sí tiene momentos de tener el balón y buscar la portería rival, vuelve a ser el equipo blando del inicio de la liga. En Ipurua lo volvió a demostrar con una defensa que no estuvo a la altura una vez más.
Con nueve goles encajados en tres partidos, los tres saldados con derrotas, el Córdoba CF sufre una media de tres tantos por partido, unas cifras que son imposibles de nivelar por más que tengas un gran juego y muerdas en ataque. De hecho, el bajón competitivo hizo que también se resientan las acciones ofensivas, donde los blanquiverdes lograron cuatro goles en estos tres envites disputados.
Estas tres derrotas seguidas, un hecho que se dio por primera vez en esta temporada, han hecho que se pierda el punto de intensidad que tan buenos resultados les ha dado a los blanquiverdes, que mejoraron sus prestaciones en esta segunda parte del campeonato fuera de un El Arcángel donde solamente fueron capaces de vencer al Granada y al Cádiz. Además, esta mala dinámica se da por primera vez desde que Iván Ania cogiese el equipo en verano de 2023.
No empezó bien el vínculo del preparador asturiano con el Córdoba CF el curso pasado, donde arrancó con una victoria en cuatro envites. Sin embargo, nunca hubo tres derrotas consecutivas. Además, el de Oviedo enderezó el rumbo de un cuadro blanquiverde que terminó logrando el ascenso a Segunda División. Durante este curso, los cordobesistas encajaron dos reveses seguidos entre final de noviembre y principios de diciembre (Almería y Sporting de Gijón).
Pese a su mala racha fuera de casa en la primera vuelta, el Córdoba CF, que siempre sumó en su feudo, nunca tuvo una dinámica tan perdedora como la de este momento. Pese a la ambición de Ania por quedar lo más arriba posible, los resultados ya están dando la espalda a un equipo que ya se dejó llevar tras perder cualquier opción de optar a cotas más altas tras cerrar su permanencia en la categoría de plata.
El Córdoba CF, el mejor visitante de esta segunda vuelta, cerrará el curso este domingo ante el Albacete en El Arcángel. Ahí tienen los blanquiverdes la opción de romper con esta dinámica negativa e irse de vacaciones con el sabor dulce de un triunfo en casa ante su gente. Para ello, los cordobesistas deben volver a competir, un hecho que no se dio en Ipurua, donde defensivamente el equipo volvió a ser un desastre en todos los sentidos.
La maldición de Ipurua
La derrota del Córdoba CF supone también que los precedentes en Eibar sigan siendo negativos. Los blanquiverdes suman 12 visitas ya a Ipurua, estadio donde nunca ha sido capaz de sacar los tres puntos hacia adelante. Además, más allá de ser el lugar donde jugaron los cordobesistas su último compromiso en Primera División en la campaña 14-15, vuelve a ponerse de manifiesto que la maldición sigue hacia adelante tras el doloroso revés de este pasado domingo.
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