Pretemporada

El Córdoba CF muestra ante el Marbella tantas virtudes como defectos a pulir (4-3)

  • Los blanquiverdes suman el primer triunfo de la pretemporada enseñando pegada en ataque y fragilidad en defensa

Adrián Fuentes deja atrás a un rival en el amistoso ante el Marbella.

Adrián Fuentes deja atrás a un rival en el amistoso ante el Marbella. / Miguel Ángel Salas

El Córdoba CF se apuntó ante el Marbella la primera victoria de la pretemporada, mostrando detalles para la esperanza en ataque y sembrando también dudas en la tarea defensiva, sin duda uno de los aspectos en los que Germán Crespo tendrá que incidir con especial detenimiento en esta pretemporada, a tenor de lo visto en los dos primeros amistosos. Los blanquiverdes combinaron una brillante primera parte con una segunda bastante deficiente, en la que sin embargo fueron capaces de amarrar el triunfo.

Antes de que los cambios de la segunda parte le cambiaran la cara al partido, como suele ser habitual en estos amistosos de pretemporada, el Córdoba CF dejó buena muestra de lo que puede ofrecer esta temporada, con un fútbol tan vistoso y atrevido como práctico y vertical. Huyendo de especulaciones vacías con la posesión de balón, el conjunto de Germán Crespo buscó con decisión la portería rival y encontró caminos variados y efectivos hacia la meta de Santomé, para permitir a sus delanteros afinar la puntería y empezar a sumar confianza en este tramo preparatorio del curso.

Y eso que el duelo empezó con un susto por parte del Marbella, en un disparo de Isuardi que tocó el larguero de la portería de Hankins. Pronto se hizo con el mando el Córdoba, que encontró facilidad para atacar por el costado izquierdo, gracias a la seguridad a la hora de proyectarse en ataque de Ekaitz Jiménez y al trabajo de Adrián Fuentes, que actuó tirado a banda dejando muy buenos detalles.

Ya a los siete minutos el cuadro blanquiverde gozó de una ocasión con un remate de José Alonso tras un gran centro de córner de Viedma, uno de los mejores del conjunto blanquiverde en el partido. A renglón seguido, el centrocampista jiennense inició la jugada del primer tanto del CCF, una muestra de lo que Germán Crespo quiere de su equipo. El balón pasó de la medular a la derecha y desde ahí rápidamente a la izquierda, donde Ekaitz Jiménez aprovechó la pasividad del defensor para sacar un centro medido que Willy solo tuvo que empujar de cabeza a la red.

El Córdoba se soltó definitivamente tras ese tanto, apoyado en un doble pivote con Toni Arranz multiplicado y Viedma mostrando su calidad técnica en cada acción. Y poco le importó al conjunto blanquiverde la reacción del Marbella, que empezó a tener algo más el balón, con un cuadro local trabajando también los conceptos defensivos.

Los jugadores del Córdoba CF celebran el segundo tanto de Willy ante el Marbella. Los jugadores del Córdoba CF celebran el segundo tanto de Willy ante el Marbella.

Los jugadores del Córdoba CF celebran el segundo tanto de Willy ante el Marbella. / Miguel Ángel Salas

Antes de la media hora de juego, el cuadro blanquiverde mostró otro elemento a dominar para marcar diferencias, como son las jugadas de estrategia. Una falta lateral botada de manera magistral por Viedma la cabeceó Adrián Fuentes a gol. Con el equipo repleto de confianza, Simo se pudo sumar a la fiesta poco después, pero su remate tras otra gran jugada colectiva lo desvió un defensa visitante.

Nada pudo hacer la zaga marbellí en el minuto 37, cuando Willy cazó un pase entre líneas de Viedma para hacer el 3-0, segundo gol en su cuenta. Antes del descanso, los de Germán Crespo emborronaron un poco su gran puesta en escena con una pérdida de balón que propició el tanto de Isuardi.

Mal regreso tras el descanso

La entrada al segundo acto, con media docena de cambios, no pudo ser peor para los blanquiverdes. Un par de desaplicaciones en la presión tras pérdida permitieron al Marbella acercarse con peligro y así llegó el tanto de Alberto Castro que apretó el marcador, en una acción que dejó serias dudas respecto a la zaga cordobesista, conformada por José Cruz y el joven Valtteri.

En ataque los blanquiverdes trataron de enchufarse a golpes de voluntad de Luismi y Ale Marín, pero sin rastro de las combinaciones de la primera parte y el dominio de balón que Germán Crespo pretende. Para colmo, en defensa siguieron apareciendo los errores y fruto de la pasividad en la presión llegó el empate de Alberto Castro.

Ante la falta de clarividencia, de nuevo el balón parado fue el mejor aliado para los blanquiverdes, que amarraron el triunfo con un buen tanto de José Cruz tras botar Omar Perdomo un córner. Fue el epílogo feliz a un partido que dejó tantos destellos positivos como defectos a pulir. Para eso, aún queda tiempo.

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