Córdoba CF - Guijuelo | La Crónica
  • El conjunto blanquiverde se anota un título deseado en una tarde inolvidable en El Arcángel

  • El tanto de Javi Flores en el arranque de la segunda parte hizo justicia para los blanquiverdes

Un campeón con mayúsculas (1-0)

Javi Flores celebra el gol de la victoria del Córdoba CF sobre el Guijuelo. Javi Flores celebra el gol de la victoria del Córdoba CF sobre el Guijuelo.

Javi Flores celebra el gol de la victoria del Córdoba CF sobre el Guijuelo. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

Campeón de la Copa RFEF. Qué bonito suena. Por una tarde, el cordobesismo olvidó penas pasadas y se entregó a ver a su Córdoba CF levantar un trofeo. Los blanquiverdes, que habían honrado la Copa RFEF desde la primera ronda, dejaron en El Arcángel la copa en un partido en el que fueron superiores a un Guijuelo ordenado pero con pocos argumentos para inquietar a los blanquiverdes. El tanto de Javi Flores abrió el camino y solo la falta de puntería hizo sufrir a los de Germán Crespo antes de que el pitido final dejara paso a la euforia. Era un título menor, decían algunos, pero quién se atreve a restar importancia a esta competición viendo la fiesta y la ilusión que generó en El Arcángel.

La sorpresiva baja de Miguel de las Cuevas, fuera de la convocatoria por problemas físicos, varió los planes de Germán Crespo a última hora y le hizo dibujar un once inicial con Omar Perdomo en el sitio del alicantino, consolidando su apuesta por Julio Iglesias y Viedma en el centro del campo, así como la titularidad de Visus junto a Bernardo.

Pese a los cambios, la puesta en escena del Córdoba CF fue la habitual en El Arcángel. Un equipo atrevido, decidido a buscar el área rival y con un punto de intensidad extra que le otorgaba el imponente ambiente del estadio. Muy poco tardaron los blanquiverdes en pisar área rival, con un centro de Luismi desde la derecha que Simo recepcionó en el costado contrario para estrellar su disparo contra Trapero. El Guijuelo ya había dejado entrever para entonces su planteamiento, que pasaba por esperar atrás con orden marcial en todas sus líneas, confiados en que algún momento les llegaría la oportunidad de estirarse.

Pese a su buen trabajo defensivo, los de Mario Sánchez no fueron capaces de contener al Córdoba, que pudo adelantarse en una clara ocasión de Julio Iglesias antes del minuto 10. El gaditano culminó una buena jugada de Viedma con un disparo raso que Johan rechazó con apuros. En ese primer cuarto de hora de partido se jugó íntegramente en campo del Guijuelo, pues los salmantinos apenas pudieron estirarse en una salida de Davo por la derecha que Giráldez remató con poca fe en el área.

Cuando mejor estaba el Córdoba, sin embargo, el infortunio frenó el ritmo del partido. Un choque con un rival sacó del partido a Julio Iglesias y dio un respiro al Guijuelo. Lo siguió intentando el Córdoba, pese a todo, con Puga haciendo daño desde la derecha. Una internada del granadino la convirtió en una gran asistencia Luismi para que el propio Puga sacara un duro disparo que Johan aguantó con firmeza.

Luismi trata de zafarse de dos rivales. Luismi trata de zafarse de dos rivales.

Luismi trata de zafarse de dos rivales. / Miguel Ángel Salas

Seguía moviendo el árbol el Córdoba, convencido de que el gol acabaría llegando, ante un rival que no exhibía las ideas muy claras cuando se encontraba con el balón en los pies. Sin embargo, el ritmo se volvió a cortar en otro choque que provocó que Luismi necesitara de asistencia médica. El Guijuelo empezaba a ver el descanso como una meta posible de alcanzar sin que el marcador variara.

Y así terminó sucediendo, por más que el Córdoba lo buscó en esos últimos minutos del primer acto con un disparo de Casas y una brillante acción de Simo, que peleó por el balón hasta la extenuación para coger por sorpresa a la zaga salmantina, pero su pase a Luismi, que lo dejaba solo ante Johan, se escapó con demasiada fuerza facilitando la labor del meta. Antes del pitido del árbitro, fue Omar Perdomo quien pudo ver portería, pero su cabezazo tras centro de Casas se marchó arriba.

Como ya ha hecho en muchas ocasiones, Germán Crespo no esperó demasiado al ver que a su equipo le faltaba una marcha más en ataque. El granadino ordenó rápidamente la entrada de Willy Ledesma y Adrián Fuentes para buscar un plus de energía que el Córdoba agradeció. Javi Flores ya tuvo una ocasión flagrante a los seis minutos del segundo acto, con un chut raso al recoger un balón suelto que no cogió portería de milagro.

La siguiente acción sí fue ya decisiva. El Córdoba percutió una vez más por la derecha y trasladó el balón con criterio hasta el costado siniestro, desde donde Ekaitz Jiménez templó un centro al punto de penalti que cabeceó Javi Flores a bocajarro. Johan rechazó con dudas y el capitán blanquiverde lo aprovechó para empujar el balón a la red.

Casas pelea el balón con Piojo. Casas pelea el balón con Piojo.

Casas pelea el balón con Piojo. / Miguel Ángel Salas

El gol del Córdoba desmoronó la muralla que el Guijuelo había ubicado frente a su portería y obligó al cuadro salmantino a dar un paso adelante. Enseguida aparecieron los espacios y el Córdoba supo encontrarlos. Una pelota que ganó Adrián Fuentes se la sirvió Viedma a Casas, que cruzó en exceso su disparo en carrera. Acto seguido, una falta lateral que botó Javi Flores la cabeceó Willy alta por muy poco.

El ritmo al que jugaba el Córdoba era ya imposible para un Guijuelo cansado y los blanquiverdes tuvieron ocasiones para haber sentenciado con holgura. Simo se asoció con Casas desde la izquierda y Trapero le sacó el balón antes de disparar. A renglón seguido, el extremo asistió a Willy pero el disparo del extremeño topó con un defensa.

No cerró el partido el conjunto cordobesista cuando pudo y en el tramo final le tocó sufrir. El Guijuelo inquietó poco, pero lo suficiente para tener una ocasión clarísima de empatar. Un balón largo a la espalda de la defensa local lo agarró Caramelo, que se sacó de encima a Bernardo con un recorte y remató desviado cuando tenía todo a favor para marcar.

Ese susto obligó a Germán Crespo a buscar más control, para lo que dio entrada a Christian Delgado por un Viedma extenuado. Ese aire fresco en el centro del campo, y el paso atrás del equipo, permitió al Córdoba dominar más el balón y evitar sustos. El Guijuelo no pudo ya inquietar demasiado y la fiesta en El Arcángel se desató con el pitido final.

Los jugadores del Córdoba CF celebran el triunfo con su afición. Los jugadores del Córdoba CF celebran el triunfo con su afición.

Los jugadores del Córdoba CF celebran el triunfo con su afición. / Miguel Ángel Salas

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