El Córdoba CF enseña sus costuras y cae ante el Mirandés (1-2)

Córdoba/Ganó el que más lo necesitaba. Y también el que más lo mereció. El Córdoba CF hincó la rodilla ante un Mirandés que sale segundo clasificado de El Arcángel y que sueña en grande con el ascenso directo. Los blanquiverdes volvieron a mostrar sus costuras y pagaron en exceso errores flagrantes que parecían superados, pero que están apareciendo con demasiada asiduidad en este final de temporada en el que, con los objetivos ya cumplidos, el equipo de Iván Ania no está siendo capaz de acercarse a su mejor versión. Entre los contratiempos físicos, la poca profundidad de la plantilla y el momento bajo que atraviesan muchos jugadores, el CCF camina hacia el final del curso de manera errática, con voluntad y entrega, pero sin brillantez y carente de ese fútbol que durante meses encandiló en la categoría.

Aunque la victoria llegó al final, con el gol de Tomeo en el 90', el Mirandés la fraguó desde el planteamiento de Lisci, que supo detectar las debilidades del Córdoba CF y castigarlas con el ímpetu y el temple de su equipo, un grupo de jugadores que está viviendo un curso de ensueño y que está a dos partidos de hacer historia.

El once inicial de Iván Ania deparó muchos más cambios de los que cabía esperar. El más señalado, por la ausencia de Isma Ruiz, que una vez más fue ocultada por el técnico en la previa. El sitio del granadino lo ocupó Álex Sala, que se colocó como eje del equipo en la medular. Atrás, Carlos Isaac entró en el lugar de Calderón para jugar por banda izquierda y Rubén Alves lo hizo por Marvel en el centro de la zaga.

Para el Córdoba CF, el primer reto ante el Mirandés era el de igualar la intensidad de un equipo con tanto en juego. Y ahí ya suspendió el equipo blanquiverde, al menos en la primera media hora de juego. Los jabatos hicieron honor a su apodo, mordiendo desde la primera jugada y teniendo las ideas muy claras de cómo podían hacerle daño al Córdoba. Con todo, los blanquiverdes fueron los primeros en avisar, con un remate de Jacobo que puso en apuros a Raúl Fernández a la hora de despejar.

Pero el plan de Alessio Lisci empezó a cobrar pronto forma. El técnico del Mirandés renunció a su esquema habitual con dos puntas para jugar con extremos por delante de lo que habitualmente son sus carrileros. La idea era minimizar la profundidad del CCF por los costados y aprovechar la velocidad de sus hombres de banda. No le puso salir mejor la idea al italiano, que a los diez minutos vio como un envío en largo sobre Panichelli lo convertió el punta en una brillante acción en la que se sacó a Rubén Alves con un quiebro para poner un centro al segundo palo que Hugo Rincón remató de volea, incrustando el balón en la escuadra de la portería de Carlos Marín. Para colmo de males, Alves cayó lesionado y tuvo que dejar su sitio a Marvel.

El mazazo hizo que al Córdoba CF le entraran las dudas y Marín tuvo que salvar dos minutos después el que podía haber sido el segundo tanto del Mirandés, con un remate de Joel Roca tras una pérdida absurda de Xavi Sintes. Como ya sucediera en el partido que abrió el curso para ambos equipos, los jabatos hicieron un daño terrible con un juego muy sencillo: balones en largo al punta, que casi siempre salió ganador de los duelos, generando opciones constantes para los visitantes.

Sin ser capaz de tener el balón y circularlo con fluidez, el Córdoba CF estuvo atascado, dependiendo de los arranques de coraje de Carracedo. Pero el duelo pudo quedar muy encarrilado para el Mirandés en una acción desafortunada de Álex Sala, que resbaló y generó una transición rápida de los visitantes que Carlos Isaac abortó ante Iker Benito.

Carracedo empieza a aparecer

No fue hasta el minuto 25 que Carracedo logró conectar con claridad con Obolskii, pero el remate del ruso se estrelló en el cuerpo de Postigo. Fue un chispazo más de un CCF bastante incómodo y a merced de un Mirandés que tuvo de nuevo el segundo en una acción muy parecida a la del primer gol. Otro balón en largo lo ganó Panichelli y su disparo lo desvió Marín aguantando en el mano a mano. Acto seguido, Joel Roca le ganó la acción a Albarrán y puso un centro pasado que Hugo Rincón peinó y que Panichelli no acertó a enviar a gol ante Carlos Marín.

Pasada la primera media hora de partido, era evidente que el Córdoba CF estaba siendo superado ampliamente por un Mirandés con las ideas muy claras. Pero, pese a estar muy lejos de su mejor versión, el conjunto blanquiverde tiró de orgullo para equilibrar un tanto el partido camino del descanso. Así, Carracedo ya tuvo una clarísima ocasión en el 38', tras un pase profundo de Théo Zidane en transición que el extremo no aprovechó cuando lo tenía todo a favor. Poco después, Álex Sala golpeó alto un balón suelto en el área de los jabatos. Antes del pitido final, fue Albarrán el que al fin apareció con claridad en ataque y, doblando a Carracedo, sacó un disparo cruzado que no cogió portería. Un arreón sin premio pero que, al menos, reactivó a los hombres de Iván Ania.

En el arranque de la segunda mitad ya se vio a un Córdoba CF un tanto más ordenado, favorecido también por ese paso atrás lógico del Mirandés, que cedió la inicativa a los blanquiverdes, sin que eso le supusiera un problema. Y es que el CCF no terminaba de encontrar el camino, por la incapacidad de su centro del campo para imponerse con claridad.

En esas, las ocasiones más claras cayeron del lado jabato. Gorrotxategi estuvo cerca del 0-2 tras una dejada de cabeza de Panichelli en una transición en la que el Mirandés llegó con superioridad al área del Córdoba CF. Los blanquiverdes, tratando de volcarse en ataque, cada vez dejaban más espacios atrás. A la hora de juego, Ania buscó cambios ante la incapacidad de su equipo para nivelar la contienda. Con Magunazelaia y Yoldi el equipo tuvo un impulso propio de la frescura de esos relevos.

Pero la tónica del partido siguió siendo la misma, con un Mirandés bien protegido y capaz de contragolpear con solvencia en base a esos envíos en largo que tanto daño hicieron al Córdoba CF. De hecho, en un saque de Raúl Fernández desde su portería, Panichelli peinó el balón por enésima vez y Joel Roca se plantó ante Carlos Marín, pero su vaselina se marchó alta por un palmo. Del posible 0-2 se pasó al 1-1, pues el Córdoba trató de acumular hombres en el área rival y encontró el camino del gol a base de insistencia, pese a su poca claridad en los metros finales. Un centro de Carracedo desde la derecha lo recepcionó Carlos Isaac, que conectó con Jacobo para que el madrileño sacara un disparo inverosímil que Yoldi desvió a gol.

El tanto dio alas a un Córdoba CF que por primera vez en el partido fue capaz de encerrar en su área al Mirandés. Ahí llegaron los mejores minutos de los blanquiverdes, pese a que fueron más acercamientos peligrosos que ocasiones concretas lo que fueron capaces de generar. Álex Sala tuvo el 2-1 en un disparo desde fuera del área que Raúl Fernández despejó con problemas, antes el partido entrase en los diez minutos finales.

Con el Córdoba CF volcado en busca de la victoria, el Mirandés supo esperar su momento. Una pérdida absurda de Carracedo en campo contrario, con su equipo metido en bloque en ataque, propició un contragolpe con superioridad de tres contra uno para los jabatos, antes el nefasto balance defensivo del CCF. Izeta y Álex Calvo combinaron para superar a Marvel y el balón llegó a Tomeo, un central, que sentenció a Carlos Marín en el minuto 90. El Mirandés se defendió ya con todo para asegurar tres puntos que son oro y el Córdoba CF fue incapaz de reponerse del golpe, firmando una nueva decepción en El Arcángel de un equipo al que al final se le está haciendo larga la liga.