Córdoba CF - Algeciras | La Crónica
  • Los blanquiverdes tumban a un buen Algeciras recuperando sus señas de identidad en El Arcángel

  • A la espera de lo que hagan sus rivales este domingo, el CCF recupera el liderato del Grupo I

El Córdoba CF da un portazo a las dudas (3-1)

Willy Ledesma celebra el gol que abrochó la victoria del Córdoba CF ante el Algeciras. Willy Ledesma celebra el gol que abrochó la victoria del Córdoba CF ante el Algeciras.

Willy Ledesma celebra el gol que abrochó la victoria del Córdoba CF ante el Algeciras. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

El Córdoba CF vuelve al camino conocido en El Arcángel. Los blanquiverdes tumbaron al Algeciras en un duelo de poder a poder ante un rival ambicioso y desafiante, al que le faltó algo de pegada y más físico en la segunda parte para salir con un botín positivo del feudo cordobesista. Los de Germán Crespo recuperaron buena parte de las señas de identidad que les permitieron convertirse prácticamente en invencibles ante su público. Velocidad, verticalidad y pegada fueron las armas con las que el CCF castigó a un rival de esos que al final de la temporada, si el fútbol es justo, estará también metido en la pelea por el ascenso.

Por primera vez en la temporada, Germán Crespo dio cierta continuidad a un once inicial y solo aplicó dos cambios ante el Algeciras. José Cruz le ganó el sitio a Jorge Moreno en la defensa, mientras que De las Cuevas fue la apuesta del preparador granadino en detrimento de Kike Márquez. Enfrente, el conjunto algecireño presentaba un equipo ambicioso, con hasta cuatro hombres de carácter netamente ofensivo en la apuesta de Iván Ania por arrebatar el dominio del partido al Córdoba CF.

El técnico ovetense avisó en la previa de que su equipo tendría que tener personalidad y así se vio a sus jugadores en los primeros compases. Apoyados en la buena dupla formada por Iván Turrillo y Pepe Mena en la medular, haciendo además uso de una asfixiante presión a la salida del balón del Córdoba, el Algeciras tuvo el balón en el primer cuarto de hora y ahogó los intentos de los blanquiverdes de elaborar desde atrás.

Esa incomodidad de verse sometido llevó al Córdoba a algún error no forzado, como un pase defectuoso de Diarra que permitió al Algeciras contragolpear con rapidez. David Martín colgó un centro desde la derecha que José Cruz envió a córner con apuros. El partido se presentó desde los primeros compases como una lucha de igual a igual, con dos equipos de propuesta muy similar. Un espectáculo digno de categoría superior en El Arcángel.

Los de Ania, lejos de conformarse con esos primeros acercamientos que protagonizaron, afianzaron su dominio y obligaron al Córdoba a abusar del balón en largo. En cualquier caso, también mostró el CCF ese carácter adaptativo del que a veces tiene que tirar. Las dificultades para salir desde atrás las palió el conjunto cordobesista con envíos de José Cruz en largo, buscando a Carracedo o Casas, que sirvieron para encontrar desahogo a la presión del Algeciras.

Calderón protege el balón ante Iñaki Elejalde, jugador del Algeciras. Calderón protege el balón ante Iñaki Elejalde, jugador del Algeciras.

Calderón protege el balón ante Iñaki Elejalde, jugador del Algeciras. / Miguel Ángel Salas

En todo caso, el partido no transitaba por los derroteros que el Córdoba quería y tuvo que ser una individualidad la que desatascara el camino. Más bien dos. Primero la de Calderón, que robó un balón en el costado izquierdo en posición adelantada, levantó la cabeza y no se lo pensó para poner un exquisito pase a Antonio Casas, justo de fuerza y precisión. El rambleño tiró un desmarque que sorprendió a los centrales y a Pol Tristán, el meta visitante, para bajar el balón como si en la bota tuviera un guante y empujar el balón a la red. Un golazo que daba cuenta de la versión más eficaz de los blanquiverdes, que cobraron renta en su primer disparo contra la portería rival.

El tanto permitió al Córdoba serenar su juego y forzó al Algeciras a buscar un paso al frente que le hizo perder clarividencia a la hora de triangular. Poco a poco, los algeciristas perdieron la manija del juego y, lo que era peor para sus intereses, se partieron en exceso, dejando muchos metros entre líneas y facilitando que el CCF combinara con más precisión, aprovechando esos metros libres en el campo.

Con todo, el pulso se mantuvo, porque el Córdoba tampoco encontraba caminos claros hacia la meta rival. El hombre que más ofreció a su equipo en ataque fue Calderón, quien desde el costado izquierdo de la defensa fue capaz de batir líneas y conectar con sus compañeros con una facilidad pasmosa. El de Paradas volvió a aparecer al filo del minuto 40, para dejar a dos rivales atrás y combinar con Simo, cuyo centro entretuvieron entre Carracedo y De las Cuevas sin finalizar, algo que hizo Casas forzando un saque de esquina.

Aunque antes del descanso David Martín probó la resistencia del pecho de Carlos Marín con un potente disparo en una rápida salida de los visitantes, al intermedio el partido sí estaba por fin donde el Córdoba lo quería, con ventaja y la calma de poder medir los tiempos sin ansiedad.

A la vuelta de vestuarios, poco tardó el Algeciras en demostrar que ya no era el equipo atrevido, agresivo y presionante del primer tiempo. El esfuerzo pasó factura al cuadro de Iván Ania y el Córdoba empezó a ganar todos los duelos individuales, lo que permitió a los blanquiverdes sentirse mucho más cómodos y pasar a monopolizar la pelota.

Y cuando el Córdoba entra en esa dinámica, las ocasiones acaban llegando, más aún cuando el rival ya da muestras de cansancio. Tras un par de acercamientos sin concretar por parte de los blanquiverdes, De las Cuevas puso el partido muy de cara. No se había alcanzado la hora de juego cuando Javi Flores luchó con fe una pelota al borde del área rival, para servir rápidamente a Simo. El hispano-marroquí la cedió para De las Cuevas, que se perfiló de derecha, amagó y batió a Tristán con un chut raso y ajustado.

Se engancha el Algeciras

El tanto fue un mazazo para el Algeciras que, por momentos, pareció arrojar la toalla, fruto del cansancio y la poca fe en poder darle la vuelta al marcador. El Córdoba dominó entonces con soltura, pero no mató a su rival y los del Campo de Gibraltar se engancharon de nuevo al partido. Fue en una desaplicación defensiva de los dos centrales del CCF, que fueron a la misma marca de Albarrán en un ataque del Algeciras, dejando libre de marca a Álvaro Romero, que cogió el rechace de su compañero y marcó a placer.

Germán Crespo vio algo tocado a su equipo por el esfuerzo y metió tres cambios de golpe. Puga para reforzar el costado derecho doblando a José Ruiz, Kike Márquez para poner más pólvora en el ataque y Álex Bernal para ganar presencia en la medular. Y el Córdoba notó ese aire fresco que le permitió volver a protegerse a partir de tener el balón. Poco después, Willy Ledesma le dio el relevo a un Casas fundido por el esfuerzo.

Willy Ledesma celebra con rabia el tanto definitivo del Córdoba CF ante el Algeciras. Willy Ledesma celebra con rabia el tanto definitivo del Córdoba CF ante el Algeciras.

Willy Ledesma celebra con rabia el tanto definitivo del Córdoba CF ante el Algeciras. / Miguel Ángel Salas

Y el de Torremejía pudo sentenciar antes del arreón final, pero se topó con el larguero después de un gran centro de Carracedo, que había pasado a la izquierda para dejar el carril diestro a Puga. El Algeciras quemó también sus naves y tuvo el empate con un disparo de Albarrán que Carlos Marín desvió con mil apuros. Los de Ania se abrieron descaradamente y el Córdoba terminó por fin de darles la puntilla. De nuevo Calderón sirvió un balón en largo que valía oro para que Adrián Fuentes, recién ingresado, le ganara por poderío y frescura a Albarrán. El madrileño estuvo generoso y dejó que Willy empujara el balón a la red para dar por fin tranquilidad a su equipo. Tres goles, tres puntos y un portazo a las dudas. Para el que las tuviera, claro.

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