El Córdoba CF se abona a los finales felices de partido

Córdoba/El Córdoba CF camina con paso firme en la temporada de su regreso a Segunda División, un curso que está deparando alegrías al cordobesismo por encima de las que cabía esperar para un club que tenía asumido que sufriría para consolidar la categoría y que, sin embargo, está encaminado hacia su objetivo con una solvencia destacable. Buena parte de culpa de ello reside en los grandes finales de partido que está cuajando el equipo de Iván Ania, que se muestra especialmente atinado cuando el reloj camina ya hacia el minuto 90 y hasta en el tiempo añadido.

Los datos de este Córdoba CF señalan al equipo de Ania como un bloque se mueve como pez en el agua a partir del minuto 80, pues es en ese tramo de los partidos en el que ha conseguido un tercio del total de sus goles, con ocho dianas en el tiempo añadido, deparando finales de infarto pero rematados con felicidad para el cordobesismo.

Las cifras no son casuales. El Córdoba CF es un equipo capaz de terminar muy bien los partidos. En esos minutos finales, cuando el físico empieza a pasar factura, los blanquiverdes han hecho 12 de sus 37 goles en la presente temporada. Cuatro de ellos llegaron entre el minuto 80 y el 90, pero es que hasta ocho lo hicieron en el tiempo extra. En el fútbol actual, con un máximo de cinco cambios por equipo y los parones que provoca el VAR asimilados ya como algo normal, el tiempo de descuento es cada vez más importante, pues es bastante habitual ver encuentros que acaban superando los 100 minutos. A esa circunstancia ha sabido adaptarse rápidamente el CCF para brillar cuando el reloj aprieta.

El idilio del Córdoba CF con los minutos finales de partido arrancó en la segunda jornada, cuando Ander Yoldi rescató un punto ante el Burgos con su primer gol como blanquiverde en El Arcángel, nada más y nada menos que en el minuto 98 de partido. Una semana después, Casas maquilló la derrota en Elche en el minuto 93. Poco más tarde, en la jornada 5, de nuevo Ander Yoldi estiró el partido al máximo para marcar en el minuto 95 y asegurar el triunfo ante el Deportivo de La Coruña, en la primera alegría completa del curso para el cordobesismo.

En la jornada 12, fue Carracedo el que sentenció la victoria ante el Eldense en el tiempo añadido y Álex Sala hizo lo propio en la jornada 18 con su gol ante el Tenerife. Pero especialmente sonados han sido los tres últimos tantos que el Córdoba CF ha anotado hasta la fecha en la prolongación. Jacobo rescató un punto en la visita al Levante transformando de manera magistral un penalti en el minuto 94. Mayor fue el premio logrado en Castellón, con gol de Albarrán en el 96' para sellar la victoria agónica en Castalia. Y algo parecido sucedió el pasado fin de semana en Ferrol, cuando de nuevo Jacobo encontró portería en el descuento para asegurar la victoria de su equipo en A Malata.

Un Córdoba CF de menos a más

A pesar de que a nivel de juego el Córdoba CF suele ser un equipo que empieza bien los partidos y que no especula en su intento de superar a los rivales, lo cierto es que el fruto de ese esfuerzo continuado desde los primeros minutos está llegando en su mayoría en los tramos finales de partido. Ya sea por ese desgaste constante del contrario o por el segundo aire que Ania es capaz de insuflar a su equipo desde el banquillo, el conjunto blanquiverde se mueve como pez en el agua en el último tramo de los encuentros.

Así, a los ocho goles logrados en el descuento, que suponen más del 20% de los 37 que acumula el equipo, hay que sumar los cuatro logrados entre el minuto 80 y el 90 de los partidos. En ese tramo marcó Lapeña (84') ante el Racing de Ferrol en la jornada 7, lo hizo Jacobo (80') en Albacete en la jornada 8 para asegurar el primer punto fuera de casa, lo refrendó Adilson Mendes (83') ante el Tenerife para apuntalar la victoria en El Arcángel y lo repitió el luso (87') para desatascar el duelo en casa ante el Eibar.

En total, 12 goles de los 37 que ha anotado el Córdoba CF en la presente temporada llegaron del minuto 80 en adelante, demostrando que los hombres de Iván Ania han sido capaces de paliar su bisoñez y falta de experiencia en la categoría de plata con poderío físico y con ambición hasta el pitido final para abonarse a los finales de partido de infarto pero, lo más importante, felices y prolíficos para sus intereses.