El Córdoba CF se marchó del Alfonso Murube con tres puntos que saben a gloria por la forma en que llegaron. Los blanquiverdes sufrieron hasta la extenuación, aguantaron el tipo y fueron capaces de desnivelar la contienda gracias a la calidad individual de sus hombres de banquillo. Fueron Kike Márquez y Adrián Fuentes, en la media hora final del partido, los que facilitaron un triunfo que durante muchos minutos pareció lejano.

Y es que el Ceuta, penúltimo y con solo tres puntos en su casillero, demostró que tiene fútbol para salir de ahí abajo, aunque también dejó patente una falta de pegada que le ha costado muchos disgustos en este primer cuarto de la temporada. Los de José Juan Romero llegaron a dominar y someter al líder, pero resolvieron siempre mal en el último momento. Demasiadas concesiones cuando enfrente está un Córdoba que de un solo puñetazo es capaz de fulminar a sus rivales.

Las bajas hicieron en esta ocasión a que las habituales rotaciones de Germán Crespo cobrasen tintes de obligatoriedad. El técnico presentó cuatro cambios en su once inicial, con Sergio Benito como novedad más llamativa, para tratar de explotar su velocidad a la espalda de la defensa caballa. Jorge Moreno tomó el sitio de José Alonso en el puesto de central, mientras que José Ruiz relevó al convaleciente Puga y Diarra al lesionado Javi Flores.

El planteamiento del conjunto blanquiverde quedó patente muy pronto. La primera acción de ataque del equipo de Germán Crespo denotó que la baza a aprovechar iba a ser la velocidad en las transiciones, ante un Ceuta que se desprotege sin miramientos pero al que le cuesta replegar líneas con rapidez y, sobre todo, con orden. Fue por ello que Calderón encontró facilidad a los dos minutos para proyectarse en ataque y poner un balón por delante a Sergio Benito, que no alcanzó a rematar en el punto de penalti quizás por falta de fe en ese centro.

Tuvo más el balón el Córdoba en esos primeros minutos, gracias al criterio de Álex Bernal en la medular y la mayor participación de Simo en el juego. El hispano-marroquí se asoció bien e incluso recuperó su versión más encaradora, poniendo en más de un problema a Alain García.

Álex Bernal y De las Cuevas tratan de robar el balón a Antoñito.

Con todo, el Ceuta mostró pronto que no se iba a achicar y apoyado en la superioridad numérica de su centro del campo le discutió la posesión al Córdoba para dejarse ver por las inmediaciones del arco defendido por Carlos Marín con bastante facilidad. Los de José Juan Romero arriesgaron hasta el extremo en la salida de balón, aunque de inicio les salió bien para iniciar el juego, debido también a la deficiente y desigual presión de los blanquiverdes.

Al cuarto de hora, la velocidad volvió a ser la mejor aliada del CCF, que gozó de su mejor ocasión en una conducción rápida de Sergio Benito desde campo propio que llegó a Simo escorado a banda izquierda. El extremo encontró a De las Cuevas en el borde del área y el alicantino sacó un derechazo potente que se marchó alto por muy poco. Fue una de esas jugadas que, de haber acabado en gol, habrían allanado sobremanera el camino para el conjunto cordobesista.

Pero no lo hizo y el Ceuta se repuso rápidamente buscando también las flaquezas del Córdoba. Alain se proyectó con mucha soltura durante todo el primer acto y en una de esas aparición sacó un centro raso que nadie acertó a despejar, hasta que Liberto sacó un trallazo que Gudelj tuvo que repeler sobre la línea de gol. Los caballas pidieron el gol entendiendo que el balón había traspaso la línea de meta, pero el árbitro no lo vio así.

El Córdoba CF ya estaba sobre aviso y eso le hizo tratar de aumentar sus precauciones. Los de José Juan Romero, con personalidad, tenían cada vez más el balón y al CCF cada vez se le quedaba como único argumento el contragolpe. De nuevo con esa vía, Sergio Benito conectó con Carracedo, pero el extremo se quedó entre un centro y un chut para malograr otra buena ocasión. De ahí al descanso, el balón fue más para el Córdoba, pero la sensación de peligro la puso el Ceuta, que acabó el primer acto con un chut de Pablo García en una falta lateral que Carlos Marín atrapó con apuros.

Descontento con lo expuesto por su equipo, Germán Crespo hizo dos cambios antes de la reanudación. Se retiraron Álex Bernal y Sergio Benito para dejar su sitio a Christian Delgado y Willy Ledesma. Con todo, la puesta en escena de los blanquiverdes fue muy similar, incluso con menos balón ante un Ceuta que ya empezó a notar el cansancio, pero que con balón todavía se mostraba fresco.

Viendo que el partido estaba lejos de lo deseado, el técnico blanquiverde buscó alternativas antes de la hora de juego, con Kike Márquez y Adrián Fuentes para recuperar la chispa en el ataque. Con todo, el Ceuta acentuó su dominio y puso en serios aprietos al Córdoba. Primero con un disparo raso de Antoñito que se marchó rozando el palo derecho de la portería de Carlos Marín.

Al Córdoba le quedaba el recurso de tratar de golpear a la contra y ahí Adrián Fuentes tenía mucho que decir. El atacante ganó un balón en la izquierda y sacó un centro perfecto que Gato Romero no logró rechazar, dejando el balón a Willy en franquía, aunque el de Torremejía vio como un zaguero le ganaba la partida con todo a favor. El partido parecía roto por momentos y ahí el Ceuta perdonó las mejores ocasiones para haber desnivelado el marcador.

La más clara la tuvo Antoñito, que envió a las nubes un remate en el punto de penalti después de que Luismi le ganase a Calderón una pugna en el área visitante. Un minuto después, Liberto sacó un disparo con rosca que obligó a Carlos Marín a estirarse a mano cambiada. El Córdoba se tambaleaba cuando sacó un golpe contundente para tumbar a su rival. Adrián Fuentes salió con fuerza desde campo propio, sorteó a un rival y cedió para Kike Márquez, que desde fuera del área grande no se lo pensó y soltó un cañonazo combado imposible para Gato Romero. Un golazo que dinamitó el duelo.

Cuando menos lo merecía, el Córdoba cobró una renta que obligó al Ceuta a quemar sus naves, metiendo hombres en ataque y desprotegiendo la retaguardia. Para colmo, una patada criminal de Alain a Kike Márquez dejó a los caballas en inferioridad numérica. Y en ese escenario, el CCF se mueve a las mil maravillas. No tardaron los blanquiverdes en matar el duelo en una buena internada de Cedric por la izquierda, que encontró a Adrián Fuentes en el área. El madrileño se apoyó en Willy para una pared que le permitió acomodarse el balón a su zurda y batir con un tiro raso a Gato Romero. En dos acciones de talento individual, el Córdoba se cargó 75 minutos de buen desempeño colectivo del Ceuta.

Ese golpe anímico dejó devastado al Ceuta, que sufrió para no verse más golpeado en un par de buenas llegadas del Córdoba. Aún así, Liberto recortó distancias en una buena acción individual en la última jugada. Apenas un consuelo para un conjunto ceutí que mereció más, pero que se vio sometido por la calidad individual del líder, un Córdoba que sacó oro de su visita al Alfonso Murube.