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El Córdoba CF se despide de la Copa del Rey tras caer ante el Cacereño

  • Los blanquiverdes, en un mal partido, se ven ampliamente superados por un rival de Segunda RFEF

Christian Delgado intenta rematar el balón en el área del Cacereño.

Christian Delgado intenta rematar el balón en el área del Cacereño. / LOF

El Córdoba CF dice adiós a la Copa del Rey de manera triste y merecida. Los blanquiverdes, en una pobre actuación en el Príncipe Felipe, fueron inferiores a un Cacereño que quiso más el pase de ronda y que lo buscó con decisión ante un CCF desdibujado, sin la tensión mínima necesaria y con un dibujo extraño que en ningún momento funcionó ante un rival bien plantado y con las ideas claras.

Cabía esperar que el Córdoba CF presentara un equipo muy distinto, casi alternativo al de la liga. Y así fue. Germán Crespo varió ocho futbolistas respecto a la victoria conseguida el pasado fin de semana en Ceuta, si bien la sorpresa estuvo en el cambio de sistema. El granadino, ante la falta de un lateral izquierdo específico, apostó por un 3-5-2 con Cedric Teguia y Carlos Puga de carrileros que desnaturalizó a su equipo y que no fue interpretado de la mejor manera por los futbolistas.

Y eso que el CCF avisó nada más arrancar el duelo con un disparo de Sergio Benito que Iván Romero desvió con apuros. Pero poco tardó el Cacereño en golpear. Un balón recuperado por el equipo de Julio Cobos en campo rival facilitó que Iván Fernández encarase a José Alonso, al que le tiró un caño para marcharse con facilidad de él y definir a la perfección ante Felipe Ramos. Un auténtico golazo que puso contra las cuerdas al Córdoba antes del minuto diez de partido.

Los blanquiverdes trataron de reaccionar y Cedric Teguia fue el hombre más activo en esos minutos. El joven extremo cedido por el Atlético de Madrid ganó línea de fondo pasado el cuarto de hora y obligó a Iván Moreno a despejar de puños. Poco después, otro buen balón colgado por el internacional español sub 20 lo estrelló Adrián Fuentes contra un central.

Pero entre medias, el Cacereño también tuvo las suyas y casi siempre aprovechando las pérdidas de balón del Córdoba en campo propio. Un error de Diarra puso en bandeja a Iván Fernández el balón y Felipe Ramos se vio exigido. Poco después, Carmelo forzó un córner tras robar el balón a Christian Delgado.

Diarra intenta controlar el balón en el duelo ante el Cacereño. Diarra intenta controlar el balón en el duelo ante el Cacereño.

Diarra intenta controlar el balón en el duelo ante el Cacereño. / LOF

El Córdoba sufría para contener los contragolpes del Cacereño, muy cómodo con el marcador a favor y el guion de partido que había diseñado transcurriendo a la perfección. Además, los blanquiverdes no encontraron en ningún momento la continuidad en su juego, con Sergio Benito demasiado aislado del resto de sus compañeros y, en líneas generales, poca claridad a la hora de atacar.

Al filo de la media hora, Clausí estrelló en el larguero un centro de Gomis desde la izquierda, dejando de nuevo patente que el Cacereño asustaba cada vez que llegaba al área de Felipe Ramos. El arquero blanquiverde tuvo que detener antes del descanso un intento de Carmelo, pero no pudo hacer lo mismo con el penalti que cometió José Cruz, y que transformó Solano para poner el duelo ya muy cuesta arriba.

Cambios para reaccionar

El descontento de Germán Crespo con el primer tiempo de su equipo quedó patente con los tres cambios que realizó. Calderón, Álex Bernal y Simo tomaron el sitio de José Alonso, Christian Delgado y Cedric para recuperar el 4-2-3-1 habitual. Con esas permutas ganó algo más de protagonismo el Córdoba, sobre todo apoyado en el trabajo de Álex Bernal en la medular.

Pudo engancharse al partido el Córdoba con un gol anulado a Diarra antes del minuto 50, pero Vicente Moral no dudó en señalar una mano previa a la acción del centrocampista en el área local. Aunque llevó el peso del partido en ese tramo, el CCF no logró hacer daño a su rival y Germán Crespo optó por agotar sus cambios a la hora de juego dando entrada a De las Cuevas y Willy Ledesma, en busca de más mordiente en el ataque.

Carlos Puga se ve presionado por un jugador del Cacereño. Carlos Puga se ve presionado por un jugador del Cacereño.

Carlos Puga se ve presionado por un jugador del Cacereño. / LOF

Aún así, no terminó de carburar el Córdoba, ante un Cacereño paciente y bien plantado, consciente de que el paso de los minutos jugaba a su favor. Carente de tensión y de esa ambición que suele mostrar en liga, el conjunto blanquiverde apenas tuvo otra buena ocasión, de nuevo con un gol anulado, esta vez a Willy Ledesma tras un pase en profundidad de Diarra.

Ya con los de Germán Crespo tratando de quemar sus naves, un error en la salida de balón de Carlos Puga sirvió en bandeja el 3-0, obra de Garci. La actuación blanquiverde se tornó ya en desastrosa y el partido se consumió con los locales celebrando y el Córdoba rumiando su mala actuación, que le deja sin esa ilusión extra de medirse a rivales de la élite en el torneo copero. Ahora, no queda otra que centrar ya todos los esfuerzos en la liga.

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