De bastión a punto débil: el centro del campo, un rompecabezas para el Córdoba CF

El Córdoba CF no encuentra el camino para crecer como equipo y propiciar los resultados que le ayuden a salir de las posiciones de cola en las que se ha instalado en este inicio del campeonato liguero. El conjunto blanquiverde volvió a completar en San Sebastián, esta vez ante la Real Sociedad B, un partido muy pobre y del que los hombres de Iván Ania salen con más dudas que certezas por enésima semana consecutiva.

Entre los muchos problemas que el CCF acumula en este arranque, uno de los más evidentes está en el centro del campo, donde Iván Ania todavía no ha sido capaz de encontrar los acompañantes idóneos para Isma Ruiz, el único futbolista de la medular que se ha mantenido en los planes del técnico en las siete jornadas que ya han transcurrido. De hecho, en esta parte inicial del curso, Ania no ha sido capaz de repetir pareja o trío de centrocampistas dos semanas consecutivas y, de las siete combinaciones usadas, solo en dos jornadas planteó la misma.

Esa constante permuta de las piezas a su disposición evidencia que el técnico no termina de encontrar la configuración idónea para que el centro del campo del Córdoba CF logre consolidarse. El equipo demostró el curso pasado que es en la medular donde reside la clave de su esquema, tanto por la importancia de los centrocampistas en el trabajo de presión como en la elaboración del juego de ataque.

Este verano, el club apostó por multiplicar las opciones en la medular, a sabiendas de que la salida de Álex Sala se acabaría produciendo, por lo que Iván Ania necesitaría mimbres nuevos para sustentar a su equipo en el centro del campo. Y lo cierto es que por número de efectivos no puede tener queja el asturiano, aunque tampoco se le escapa a nadie que entre tanta opción todavía no hay futbolista más allá de Isma Ruiz que esté mostrando un desempeño acorde al mínimo exigido para ser titular.

Un agujero tras la venta de Álex Sala

Ania abrió la temporada apostando por un trío de centrocampistas que se conocían de sobra como Isma Ruiz, Álex Sala y Pedro Ortiz. Con ellos, el equipo mostró una buena cara en Gijón, pese a la derrota cosechada ante el Sporting. Ese planteamiento, sin embargo, saltó por los aires a los pocos días cuando el club decidió traspasar a Álex Sala al Lecce. Y desde entonces Ania no ha dado con la tecla para recuperar una línea que en su esquema futbolístico es fundamental.

El técnico probó un planteamiento más conservador con Alberto del Moral y Requena junto a Isma Ruiz que no funcionó a todas luces en el partido ante Las Palmas. Después, incluso apostó por un doble pivote formado por Isma Ruiz y Pedro Ortiz, recurriendo a la figura de un mediapunta más natural por delante de ambos. Como tampoco encontró así la combinación deseada, Ania dio entrada a Théo Zidane en las jornadas 4 y 5, sin que el equipo terminase de encontrar su mejor versión. Y ante el Racing de Santander, los problemas en la medular reaparecieron con Isma Ruiz y Pedro Ortiz jugando en el doble pivote de nuevo.

Con todo, la peor versión del equipo en su sala de máquinas estaba por llegar y se pudo ver este pasado domingo ante el filial de la Real Sociedad. Ania volvió a dar un volantazo, optando por Jan Salas como titular por primera vez, junto a Isma Ruiz y Pedro Ortiz. De ese trío, solo Isma Ruiz ofreció un rendimiento digno. Salas apenas encontró momentos para participar en el juego y Pedro Ortiz, que sí lo hizo, fue incapaz de dominar los duelos y de ser el eje de su equipo en el juego con balón.

Más cambios en el horizonte

Después del paupérrimo partido que su equipo cuajó en Anoeta, y salvo sorpresa mayúscula, Iván Ania volverá a mover sus piezas en el centro del campo, en busca de una combinación que permita al equipo crecer y consolidarse en una línea determinante que ha pasado de ser el arma más potente de la plantilla a un problema recurrente que el técnico no ha sabido, al menos por el momento, solucionar.