Arranca la temporada en Segunda RFEF

El ascenso, meta repetida y obligada para el Córdoba CF

  • Tras el reciente fiasco, el conjunto blanquiverde parte con el único objetivo de acceder a la Primera RFEF, en una liga en la que todos le otorgan el favoritismo

Germán Crespo se dirige a sus jugadores sobre el césped de El Arcángel.

Germán Crespo se dirige a sus jugadores sobre el césped de El Arcángel. / Miguel Ángel Salas

Nueva temporada, el mismo reto en mente. El Córdoba CF arranca el curso 2021-22 con el único objetivo por delante de escalar un peldaño y regresar al tercer escalón del fútbol español, esa Primera RFEF que hace unos meses se escapó de manera lastimosa y que ahora supone un horizonte obligado para una entidad necesitada de la inercia positiva que permita desarrollar el proyecto de Infinity.

De regreso a un formato más tradicional, con 34 jornadas por delante en una competición que premiará con el ascenso directo al mejor equipo de cada uno de los cinco grupos, el objetivo para los blanquiverdes está ahí, en alcanzar ese primer puesto que permita el ascenso por la vía rápida, sin entrar en la agonía que supone jugar un play off que además mantendrá el formato exprés tan emocionante, pero a la vez tan imprevisible y abierto a sorpresas.

Con esa idea en mente, el club ha vuelto a confeccionar una plantilla de garantías, en la que apenas repiten media docena de futbolistas respecto al curso pasado y a la que se han sumado 14 incorporaciones para dotar a Germán Crespo de las armas necesarias para plasmar su propuesta de juego.

En el club andan convencidos de que el plantel se ajusta al fútbol que propone su entrenador y eso ya es un comienzo más que alentador en comparación con el curso pasado, condicionado por la pandemia y ese compromiso con Juan Sabas desde el abrupto final de la temporada 2019-20, cuyo mantenimiento se mostró posteriormente como un error.

Detectados los errores del pasado más reciente, los rectores blanquiverdes confían en poder brindar un año de alegrías al cordobesismo, y para ello se encomiendan a un técnico -Germán Crespo- que ya sabe lo que es hacerlo muy bien a estos niveles, pues con el Real Jaén arrasó en una liga regular en Tercera División. Una categoría, eso sí, que poco se parece a esta Segunda RFEF que no deja de ser una de las dos partes en la que ha quedado dividida la tradicional Segunda B. Una categoría un escalón por debajo, pero con mucho más nivel medio que esa Tercera División en la que Crespo se labró un nombre en los banquillos.

Aunque desde el Córdoba se trata de mantener una postura más cautelosa que el año pasado, los propios rivales se han encargado de situar la presión del favoritismo en el tejado de El Arcángel. Un factor extra a tener en cuenta y que los blanquiverdes tendrán que saber controlar para evitar el colapso que se pudo ver el año pasado en los momentos más trascendentales.

La continuidad de pilares como Bernardo Cruz, Javi Flores, De las Cuevas o Willy Ledesma, la llegada de cordobeses como Casas y José Cruz, y las interesantes incorporaciones de hombres con experiencia como Felipe Ramos, Toni Arranz, Álex Bernal, José Ruiz u Omar Perdomo se suman a la apuesta por un grupo de jóvenes dispuestos a consolidarse en un proyecto exigente como Carlos Marín, Viedma, Ekaitz Jiménez, Visus o Luismi.

Una combinación que depara una plantilla quizás no perfecta, pero sí con la solvencia suficiente y una buena cantidad de alternativas como para pelear por el máximo objetivo desde el primer momento. El inicio de la competición oficial llega algo pronto para un grupo que ha atravesado una pretemporada accidentada por las lesiones y que tendrá que seguir progresando para ofrecer su cara más brillante. Este curso, al menos, el equipo tendrá más tiempo para asentarse y los errores penalizarán mucho menos. Pese a ello, este Córdoba CF no tiene tiempo que perder. Es el enemigo a batir. Todos lo saben. Ahora toca refrendarlo domingo a domingo.

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