El Córdoba CF arranca el 2022 con ilusión y ambición de recuperar pronto el terreno perdido en lo deportivo. La entidad blanquiverde deja atrás un año de contrastes, en el que tocó fondo con el descenso a Segunda RFEF, pero que también le sirvió como trampolín gracias al magnífico rendimiento del equipo en el presente curso, algo que incluso le sirvió para celebrar un título oficial como la Copa RFEF.

Ahora, a una semana vista de que el balón vuelva rodar en El Arcángel y con la plantilla de vacaciones navideñas hasta el 4 de enero, es tiempo de marcarse nuevos objetivos y de poner las miras en los retos que encierran los próximos 12 meses, que para el Córdoba CF deben significar el impulso definitivo al proyecto de Infinity.

Con los asuntos institucionales totalmente estabilizados y el club mostrando una solvencia tranquilizadora en el aspecto económico desde la llegada de los inversores de Bahréin, hace poco más de dos años, los resultados deportivos, así como el plano social y el de infraestructuras, marcarán el nuevo año en clave blanquiverde. Estos son los cuatro grandes retos que el club de El Arcángel tiene por delante en 2022:

Confirmar el ascenso a Primera RFEF

El Córdoba ha firmado una primera parte de la temporada brillante en Segunda RFEF. Los blanquiverdes finalizaron el 2021 con siete puntos de ventaja sobre el segundo clasificado en el Grupo IV, lo que ha dejado el objetivo del ascenso directo muy encarrilado para el equipo que entrena Germán Crespo. Los cordobesistas han batido prácticamente todos sus registros, aunque no hay que olvidar que lo han hecho en la cuarta categoría del fútbol español, de la que urge salir cuanto antes.

Por eso, el primer reto para el 2022 es tan importante como evidente. El ascenso a Primera RFEF es la base de todo el proyecto y, vistos los números, parece bien encaminado. A Germán Crespo y sus futbolistas les queda por delante el tramo más duro de la temporada, pero la ventaja conseguida y la fortaleza mostrada por la plantilla, especialmente en El Arcángel, auguran un final feliz a la temporada.

Además, casi tan importante como el ascenso será conseguirlo cuanto antes. En la privilegiada situación en la que se encuentra el CCF, ganarle tiempo al próximo curso ayudará también a planificar con más tranquilidad y margen de maniobra, para que el aterrizaje en Primera RFEF sea lo más suave posible y permita a la entidad seguir mirando hacia arriba.

Asentar una base en el equipo

Algo que el Córdoba no tiene desde hace años, y que es indispensable en cualquier proyecto a largo plazo, es asentar una base importante de futbolistas que puedan ir creciendo de la mano del club y que eviten a la dirección deportiva tener que acudir al mercado de manera intensa cada cuatro meses. Este 2022 parece el año adecuado para que el CCF sea capaz de poner esos sólidos cimientos.

Germán Crespo cuenta con una plantilla en la que un porcentaje muy alto de sus futbolistas está rindiendo a buen nivel, demostrando que están preparados para ese reto de crecer de la mano del club en una categoría superior. Y a nivel contractual, prácticamente la mitad del equipo cuenta con contrato para el año que viene, sin contar a ese grupo de jugadores que llegaron este verano y cuyos contratos incluyen en la mayoría de casos una cláusula de renovación, condicionada al ascenso y a objetivos de rendimiento individual.

Todo lo que sea bajar el número de incorporaciones del próximo verano supondrá la constatación de que el Córdoba ha sido capaz de cuajar un equipo. Y es que con los retoques adecuados y de calidad, la plantilla actual puede rendir a la perfección en Primera RFEF.

Consolidar el crecimiento social

Los buenos resultados del equipo han servido a la entidad para recuperar a un número importante de abonados que en los últimos años habían desistido ante la deriva deportiva. El Córdoba cerró su campaña de abonos superando los 8.300 y a esos hay que sumar cerca de medio millar más que ya han suscrito sus carnés de media temporada. Una cifra muy a tener en cuenta para un club que milita en la cuarta categoría.

El paso adelante en lo deportivo, con la sobresaliente marcha en liga, el título de Copa RFEF o el buen papel en la Copa del Reya ante el Sevilla, debe servir al club blanquiverde para consolidar esa importante masa social y dar el deseado salto a Primera RFEF con miras a ampliarla, teniendo en cuenta que esa categoría será una versión mejorada de la extinta Segunda B, con mucho mayor atractivo para el aficionado.

Solucionar por fin la cesión de El Arcángel

Y por último, otro de los retos principales del club en estos próximos 365 días tiene que ver con las infraestructura, uno de los grandes puntos débiles de la entidad. Infinity consiguió hace unos meses regularizar por fin el uso de la Ciudad Deportiva con el acuerdo alcanzado con Tremón. Esa entente da tranquilidad al club, que a su vez sigue mirando a la construcción de una instalación propia. Eso sí, la viabilidad de esa idea pasa por un futuro a corto plazo en el fútbol profesional, por lo que será complicado que en 2022 se produzcan avances significativos en ese sentido.

Sí debe haberlos en un aspecto más importante si cabe como es la anhelada cesión de El Arcángel al club. Después de lustros de tiras y aflojas entre el Ayuntamiento y los diferentes dirigentes que han pasado por el Córdoba CF, ahora parece que la sintonía es total, si bien el proceso administrativo a completar no es nada sencillo.

Desde hace meses, los técnicos municipales de Urbanismo trabajan en el pliego de condiciones que debe ordenar esa cesión del estadio para que el club pueda explotar a fondo las instalaciones de El Arenal, comprometiéndose además a finalizar una obra que nunca se culminó. Ni de un lado ni del otro salen todavía fechas concretas para que esa cesión sea una realidad jurídica, pero el 2022 debería ser el año en el que quede rubricada, marcando un antes y un después en el futuro del club blanquiverde.