El Córdoba CF sigue cargando su mochila de argumentos y de ilusión a sus aficionados. Son solo dos partidos de pretemporada, pero el equipo de Germán Crespo sigue avanzando en la buena línea mostrada ya ante el Granada y, frente al Almería, compitió más y mejor que un equipo de Primera División que por momentos se vio maniatado por los blanquiverdes.

No era un test sencillo para el Córdoba, ni por la entidad del rival ni por el estado físico de su plantilla, golpeada por un alud de contratiempos físicos que dejaron fuera del partido a tres de los cuatro centrales (José Alonso, José Cruz y Gudelj), además de a Carlos Marín, De las Cuevas y Ekaitz Jiménez.

Pero todos esos condicionantes, más los que sobrevinieron en los primeros compases del partido, no fueron impedimento para el Córdoba CF luciera a un gran nivel durante el primer tiempo. Y eso que el duelo empezó cruzado para los de Germán Crespo, que en una fallida salida de balón en los primeros segundos regaló un gol a Curro. Errores, hasta cierto punto lógicos en pretemporada, y que mejor cometer ahora que cuando ya haya puntos en juego.

De ese mazazo inicial se repuso el Córdoba a base de lo que mejor sabe hacer, tener el balón y buscar las cosquillas al rival descolgando hombres al ataque. Una internada por la derecha de Puga terminó en un centro repelido por la defensa almeriense, que dejó el balón vivo en la frontal de su área, sin contar con que por allí iba a aparecer Diarra para soltar un trallazo que sorprendió a Fuoli y que puso el empate en el marcador.

Casas es derriba por Kaiky, central del Almería.

Ese gol dio paso a los mejores minutos de los blanquiverdes, que aprovecharon la pasividad de un Almería con pocas ganas de ofrecer su mejor versión para hacerse con el mando del partido. Atacando sin prisa, buscando un costado o el contrario y moviendo la pelota con acierto, el Córdoba terminó por darle rápidamente la vuelta al marcador en una larga jugada hilada desde atrás, que tomó velocidad por la izquierda con la internada de Manolillo y que culminaron entre Simo y Casas. El hispano-marroquí se apoyó en el rambleño para recibir su pared, recortar a su par y batir a Fuoli con un disparo centrado que el meta del Almería no acertó a despejar.

Si hasta ese momento los blanquiverdes habían jugado a placer, con el marcador a favor incrementaron esa sensación de superioridad y control del juego. El Almería no acertó a coordinar la presión en ningún momento y eso facilitó que el equipo de Germán Crespo marcara los tiempos con un omnipresente Diarra campando a sus anchas en el centro del campo. Antes de la media hora de juego, Casas no llegó a rematar un buen centro raso de Carracedo en la que fue la última gran ocasión de la primera parte. 45 minutos que dejaron una inmejorable sensación en las filas del CCF.

Cambio de dibujo

En la segunda parte, Germán Crespo volvió a variar su 4-2-3-1 habitual para probar a jugar con dos puntas, combinando por primera vez a Sergio Benito y Willy Ledesma. Ese dibujo, más la actitud de un Almería más enchufado y decidido a igualar la contienda, hizo que el CCF se moviera en otro registro que también maneja a las mil maravillas, como es el de esperar el fallo del rival para intentar matarlo al contragolpe.

Con menos balón que en la primera parte, pero igualmente solvente en defensa, el conjunto blanquiverde pudo sentenciar en una contra que finalizó Sergio Benito y que desbarató Fuoli, que también frenó poco después a Cedric Teguia. El segundo acto sirvió para ver que Sergio Benito sigue ofreciendo algo que solo él le da al equipo en punta de ataque, gracias a su movilidad y briega, y para constatar que el Córdoba cuenta con un buen fondo de armario, pues el juego del equipo no se resintió en exceso pese al carrusel de cambios.

Ya en el tramo final, el Almería pudo empezar con un trallazo de Sousa que se estampó en el larguero. Poco antes, Jaylan había salvado también la igualada a tiro de Ramazani, certificando para su equipo un triunfo anecdótico pero que refuerza el convencimiento de que el Córdoba CF va por el buen camino.