Las notas del Córdoba ante el Lugo

Curro Torres sólo realizó dos sustituciones

El conjunto blanquiverde suma su sexta derrota en siete desplazamientos y sigue en descenso

De las Cuevas conduce el balón ante Seoane y Lazo.
De las Cuevas conduce el balón ante Seoane y Lazo. / LOF

CARLOS ABAD. Error letal. Con el marcador ya en contra no supo atajar un centro lateral y puso en bandeja de plata el 2-0 a Iriome. Un fallo trascendental que el equipo fue incapaz de neutralizar.

LOUREIRO. Agobiado. Sufrió muchísimo con la velocidad y la calidad de Lazo, aunque tuvo arrestos para desdoblarse en numerosas ocasiones en ataque. Como otras veces, le faltó precisión en ataque.

QUINTANILLA. Al auxilio. Las oleadas ofensivas por fuera obligaron al vasco a echar una mano a Loureiro. No fue exigido en exceso por la referencia albivermella, aunque tampoco lució en demasía.

AYTHAMI. Salida. Tuvo más espacios para dar salida a la pelota desde atrás, pero la presión local minimizó espacios. No fue capaz de mostrarse en la estrategia ofensiva. Con la velocidad de Escriche sufrió más.

QUEZADA. Ofensivo. Desde el arranque del choque buscó campo contrario, más en la segunda parte que en la primera. Fue la primera vía ofensiva del CCF. Se jugó la roja al cortar una contra y fue sustituido.

VALLEJO. Regalo. Empezó bien con balón y sin él, manteniendo equilibrado al equipo desde la medular. Pero en una falta lateral sacó la mano a pasear y ese penalti significó el 1-0. Desde ahí, fue a menos.

DE LAS CUEVAS. La recompensa del gol. Después de un verano parado a la espera de encontrar destino, Miguel de las Cuevas llegó fuera de forma al Córdoba. Y aunque Sandoval, su gran valedor junto al director general, Alfredo García Amado, quiso meterlo de primeras en la dinámica del equipo, en los primeros partidos quedó claro que necesitaría tiempo para mostrar su verdadero nivel. Algo que ya empieza a verse, hasta el punto de que el alicantino ha sido el más destacado de los blanquiverdes en las últimas jornadas. En Lugo empezó tirado a la derecha, pero terminó mostrándose por todo el frente ofensivo. Hizo un nuevo gol, esta vez de oportunista, y terminó exhausto buscando cualquier resquicio para penetrar en la defensa albivermella.

AGUADO. Presente. Le costó aparecer en el primer tiempo, cuando más apretaba el Lugo, pero tras el descanso lideró la ofensiva cordobesista, ofreciéndose siempre para fabricar las transiciones defensa-ataque.

QUIM ARAUJO. Segunda línea. Demasiado intermitente en el juego, participó de dos claras ocasiones: un zurdazo que repelió el larguero y una acción en llegada por sorpresa que obligó a la estirada de Juan Carlos.

JAVI GALÁN. Vertical. Su calidad para inquietar por la banda izquierda está fuera de toda duda, pero le sigue faltando una mejor capacidad de selección cuando visualiza el arco rival. Terminó como lateral.

PIOVACCARI. Desaparecido. Peleó en clara inferioridad ante los centrales locales, que le obligaron a jugar mucho fuera del área. Y ahí se pierde en exceso. Apenas tuvo una opción de remate, ya en el tramo final.

SEBAS MOYANO. Voluntad. En sus primeros minutos en la liga, el cordobés lo intentó desde el primer balón que tocó, en el que tiró de calidad. Luego le faltó tino para crear más peligro sobre el portal lucense.

ERIK EXPÓSITO. Tarde. Apenas tuvo diez minutos, pero en ese tiempo lo más cerca que estuvo de ser influyente fue en un centro lateral de Miguel de las Cuevas que no cazó por un pelo en el área pequeña.

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