El Córdoba cayó de manera clara ante un Granada que llegaba cargado de dudas y que terminó revitalizando su estado de ánimo ante los blanquiverdes. El CCF tuvo el balón, aunque eso nunca fue sinónimo de dominio.

Como se preveía, Carrión recuperó el 4-4-2 y el mismo equipo que venció al Tenerife en liga. El conjunto blanquiverde salió bien plantado y dispuesto a hacerse con el balón, algo que logró la mayor parte de los primeros 45 minutos, ante un Granada contemplativo, sobre todo una vez que se adelantó en el marcador. Eso sí, los de Carrión tuvieron el balón en zonas siempre lejanas a la portería del cuadro nazarí.

En el segundo tiempo, el Córdoba trató de ser más vertical, aunque pronto de encontró con la losa del segundo tanto, en una nueva acción demasiado tibia de su defensa. Ahí el partido se rompió y Carrión arriesgó sacando a Pinillos del césped y colocando a Javi Galán por detrás de Jaime Romero en la izquierda. Un cambio ofensivo que tampoco dio demasiados réditos a los blanquiverdes, porque hasta por tercera vez se dejaron superar con facilidad por un Machís sobresaliente, que propició el gol de Joselu. Ni el gol de Guardiola quita la sensación de que el Córdoba es un equipo demasiado cándido en ambas áreas.