Las lágrimas que derramaron los jugadores del Reus tras consumarse su asalto al feudo del hasta entonces líder de LaLiga 1|2|3, el Alcorcón, hablan por sí solas. Piensan morir con las botas puestas. El Córdoba no lo tendrá nada sencillo el próximo sábado en su visita al conjunto tarraconense. Y eso a pesar de que el cuadro rojinegro parece condenado ya al descenso, si no por su complicada situación deportiva, por la pesada carga económica que arrastra y que le mantiene al borde de la desaparición.

Contra ese triste final al que parece encaminado, el Reus se rebela tanto en el césped, con victorias de prestigio como la del pasado domingo, como desde los despachos, con iniciativas como la lanzada esta semana para crear un buen ambiente en el choque ante el Córdoba, para el que los abonados del cuadro catalán dispondrán de un cupo de entradas al precio de dos euros.

Y es que si complicada es la situación económica del Córdoba, la del Reus se puede calificar de extremadamente grave. La entidad reusense arrastra un agujero económico que supera los cinco millones de euros y su plantilla, que ya sufrió importantes recortes en verano por disponer de un límite salarial muy bajo, no cobra desde hace más de tres meses. Ayer vencía el plazo impuesto para que el club catalán abonase la deuda con sus jugadores, que asciende a más de 700.000 euros, pero finalmente será LaLiga la que se haga cargo de esas nóminas atrasadas.

"No pagará el Reus, pagará LaLiga y conllevará el oportuno expediente disciplinario", avisa Tebas

El propio Javier Tebas lo confirmó en su paso por Córdoba. "Hay que recordar que, al hilo del convenio colectivo, en LaLiga somos garantes de los salarios de los jugadores. La situación del Reus hace que los jugadores puedan rescindir el contrato y pedir unas indemnizaciones muy importantes de las que también seríamos garantes. Por lo tanto, lo que hemos hecho ha sido ofrecer a los jugadores que sea LaLiga la que haga ese pago", apuntó el presidente del fútbol profesional español.

Gus Ledes conduce el balón en el partido de esta temporada Reus-Granada.

Eso sí, la intervención de LaLiga no le saldrá ni mucho menos gratis al Reus. "No pagará el Reus, pagará LaLiga y evidentemente conllevará el oportuno expediente disciplinario al Reus por falta muy grave, que veremos cómo termina", deslizó Tebas. De hecho, el pago a los futbolistas se puede interpretar como un adelanto que a final de temporada se descontará de diversos conceptos que el club tiene que percibir por parte de LaLiga, como los ingresos por televisión. Además, la gravedad del estado financiero del club y la intervención de LaLiga podría desembocar en un expediente económico que dicte la pena de descenso administrativo para el club, si es que al final del curso ha conseguido la salvación deportiva.

Compite, a pesar de todo

Con esas premisas, terminar la temporada ya parece todo un logro para el equipo catalán, que sin embargo a nivel deportivo se está manteniendo de manera más que decente en una categoría tan exigente como LaLiga 1|2|3, pese a contar con el límite salarial más bajo y con una plantilla escasísima en cuanto a número de jugadores profesionales (16, más los refuerzos de jóvenes del filial). Sólo un punto separa de los puestos de permanencia a un equipo que está decidido a luchar contra un destino que parece ya irremediable.

Y para eso, la directiva hará todo lo posible en los próximos meses. La primera medida es generar un buen ambiente en el Municipal de Reus, uno de los campos con peor afluencia de la categoría. Con ese propósito, el Reus ha lanzado una oferta para sus abonados, que de cara al duelo ante el Córdoba podrán adquirir un máximo de cuatro entradas extra al precio de dos euros cada una. El público en general también podrá acceder a ese máximo de cuatro entradas, pero al precio de cinco euros.

El objetivo no es otro que intentar quemar todas las balas en lo deportivo a la espera de un milagro en el plano económico, aunque la solución parece muy lejana. En todo caso, la victoria del equipo reusense en Alcorcón es el aviso más serio que puede tener el Córdoba, que el sábado se topará con la rebeldía de un grupo de jugadores que no teme nada porque nada tiene que perder.