El Córdoba CF recuperó en Algeciras las buenas sensaciones y superó una prueba de carácter en un partido que de amistoso tuvo poco, ante un rival pasado de revoluciones al que la esperpéntica actuación arbitral no supo frenar. Un tanto de Miguel de las Cuevas y el buen trabajo colectivo bastaron a los de Germán Crespo para anotarse el triunfo en su prueba más exigente en lo que va de verano.

Pese a tratarse de un bolo veraniego, el duelo empezó de manera un tanto bronca, con mucha disputa en zonas de poca trascendencia y un Algeciras áspero a la hora de acudir a los duelos individuales, casi siempre por encima de lo que marca el reglamento. Tardó el Córdoba CF en hacerse con la pelota, aunque los de Germán Crespo sí que salieron mucho más enchufados en cuanto a intensidad se refiere que en el amistoso ante el Recreativo de Huelva.

Al cabo de un cuarto de hora, el CCF ya se había asentado y empezó a adueñarse del balón con claridad. Fruto de ese mayor dominio llegó el tanto que abrió el choque. Willy ganó un balón en largo en el costado derecho y sacó un centro raso y fuerte al primer palo que De las Cuevas picó por encima de Pol Tristán para adelantar a su equipo. Una jugada rápida que en apenas dos toques valió un gol. Una muestra de lo que el conjunto blanquiverde puede hacer si sus hombres de ataque están enchufados.

El Algeciras trató de reponerse y antes de la media hora de juego obligó a Ekaitz Jiménez a abortar un acercamiento al área de Almenara, en una brillante acción del lateral zurdo del conjunto blanquiverde. A renglón seguido, el Córdoba siguió mostrando su chispa en ataque. Con apenas dos toques el balón llegó a José Ruiz con campo por delante para apurar su banda y centrar al área, donde Luismi remató alto por poco.

El atacante cacereño fue un dolor de cabeza para la zaga local y suyas fueron las acciones más interesantes del primer tiempo en clave cordobesista. Al filo del descanso, un robo suyo en campo propio permitió a Willy encontrar a De las Cuevas en el área rival, pero el alicantino sacó un remate blandito que repelió la zaga. Al descanso, la idea de recuperar el vigor y asentarse en defensa, se cumplió de manera rigurosa.

El paso por vestuarios, lejos de bajar las revoluciones del choque, las encendió. Germán Crespo no hizo cambios, apostando ya por ir alargando la carga de minutos de los titulares y el Algeciras golpeó primero, con un remate a la media vuelta de Roni que no cogió portería por muy poco.

Álex Bernal, expulsado

Antes de que el carrusel de cambios comenzara a desdibujar el encuentro, el árbitro se encargó de poner su granito de arena. Después de una primera parte en la que dejó sin sanción varios agarrones y más de una patada fuera de lugar, Paradas Mazuela decidió expulsar a Álex Bernal por una falta que solo él vio y que obligó al Córdoba a jugar con un futbolista menos más de media hora.

Al menos, Germán Crespo tuvo la ocasión perfecta para ensayar el juego en inferioridad numérica y rápidamente adaptó su esquema a las circunstancias con la entrada de Javi Flores por Omar Perdomo. Los locales pasaron a dominar el juego, muy trabado por las constantes interrupciones, y gozaron de ocasiones para haber igualado el encuentro, pero ni Tresaco ni Pepe Mena acertaron con la portería de Hankins, que ya en los minutos finales hizo una gran parada a disparo de Iván Turrillo.

El capitán local, por cierto, tampoco acabó el partido, empeñado desde el primer momento en encararse con prácticamente cualquier rival que se le pusiera por delante. Entre el rosario de cartulinas y varios enganchones que ensuciaron el espectáculo, de la media hora final se pudo rescatar el trabajo colectivo de un Córdoba que superó un bronco amistoso, clara muestra de lo que se encontrará en muchos campos cuando haya puntos en juego.